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"¡Ataque al campo de glicinas!"(2/?)

Campo de glicinas || 20:30

El monstruoso hombre pegó un feroz grito y corrió hacia la pobre mujer que yacía tirada en el frío piso. La sangre se deslizaba por la frente de la duquesa, se había golpeado en la cabeza cuando su cuerpo fue azotado contra la dura pared de cemento.

Tamayo jamás en su vida había sufrido una paliza tan brutal, pero incluso con todo el dolor que sentía y con su vista tornandose ligeramente borrosa, no quería morir aún.

Sus ojos se impregnaron de dolorosas lágrimas luego de haberle gritado al cuervo con su último aliento.

La duquesa estaba desesperada, aún tenía tantas cosas por hacer y por vivir, debía de desarrollar una vacuna para acabar con la repulsiva sangre demoníaca, deseaba con todo su corazón presenciar con sus propios ojos un mundo mejor sin la destrucción y el sufrimiento causado por el Imperio Lunar.

Y por último, deseaba darse una oportunidad con Yushiro, el hombre que siempre estuvo ahí para ella desde que eran unos niños hasta la actualidad, en los buenos y malos momentos.

Pero ahora todo se había ido a la basura, seguramente moriría aplastada por el salvaje hombre y ni siquiera pudo hacer algo por la persona que había arriesgado su vida una y otra vez por ella.

La duquesa frunció el ceño y apretó sus puños con total impotencia, se negaba a creer que ese sería su final.

Un hombre de cabellos verdosos abrió los ojos de forma abrupta y se levantó de los escombros, todo su rostro estaba cubierto de su propia sangre y sus venas se marcaron con fuerza.

Yushiro estaba fuera de sus cabales producto del extremo enojo y gracias a esto, estaba ignorando el infernal dolor en sus rotas costillas, una expresión escalofriante se formó en su rostro.

– ¡Muere de una vez por todas, maldita mujer del Imperio Solar! – Gritó la bestia al estar frente a la mujer, sin piedad alguna, levantó su pie con la intención de aplastar una y otra vez el frágil cuerpo de la duquesa.

El monstruoso se paralizó por unos instantes al notar como su pierna fue cortada, pero eso no había terminado ahí, en cuestión de segundos, otra de sus extremidades cayó al piso y aquello fue su brazo. No tardó mucho tiempo en perder el equilibrio y caer al piso, con rabia comenzó a pegar feroces gritos.

Una espada se acercó a su cuello y el monstruoso hombre dirigió su enfurecida mirada hacia el dueño del arma.

Te atreviste a lastimar a mi mujer...– Habló con una voz fría. – Ahora vas a pagar las consecuencias, jodida basura. – Sin darle tiempo de responder, con el filo de su espada, abrió sin una pizca de piedad la garganta de su enemigo mientras le dedicaba una mirada repleta de odio. – ¡No pienso perdonarte, maldito bastardo! – Pisoteó una y otra vez el cuerpo sin vida del monstruoso hombre. – ¡¿Cómo te atreves a lastimarla?!

– ¿Y-Yushiro...? – Llamó débilmente al joven de cabellos verdosos después de haber escuchado su voz.

– ¡Tamayo-sama! – A pesar de que todo su cuerpo dolía debido a sus 2 costillas rotas, corrió hacia la bella dama y la abrazó con cuidado, apegandola a su pecho. – No podía dejarla en el frío y sucio suelo, es usted demasiado hermosa como para estar ahí. – Yushiro frunció el ceño con dolor. – Debí protegerla, ahora está tan golpeada y herida...

❥ ¡Te salvaré, Rengoku-san! || ❝ KyoTan ❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora