Mis desastres amorosos

Capítulo 3

–¡Cariño, ya es hora de irnos!

–¡Enseguida bajo mamá!

Termino de guardar los libros que necesitaré para mañana en la escuela y me dirijo hacia el espejo para darme un último vistazo. Me vestí con un pantalón de cuadros con un suéter tejido blanco y como mi cabello estaba un poco rebelde, me hice una coleta alta. Agarro el bolso con todas mis cosas para la pijamada y procedo a bajar las escaleras.

Cuando todos estamos abajo, nos subimos en el auto y nos vamos hacia la casa de los Smith.

Cuando llegamos a la hermosa casa, mi madre toca el timbre y Olivia Smith – la mamá de Ava – abre la puerta con su sonrisa radiante. Nos da un abrazo a cada uno y entramos a la casa.

–Liam y Ava están en sus habitaciones, ¿pueden subir y decirles que bajen? – nos dice a mi hermano y a mí.

–Claro Liv – respondo con una sonrisa amable. Esta mujer es como mi segunda madre.

Matt y yo subimos por las escaleras y entramos al pasillo donde están las habitaciones de Ava y Liam – sí, tienen un pasillo completo para ellos solos, donde también hay un cuarto de juegos –.

Doy tres golpecitos en la puerta y escucho a Ava gritando pase, abro la puerta y me encuentro a mi mejor amiga acostada en su cama leyendo algo en su teléfono. Salgo corriendo y me tiro encima de ella.

–¡Estúpida, estaba en la mejor parte del libro!

–¿Ah?

–Si, en la que aparece el amor de mi vida.

–¿El amor de tu vida?

–Si, Jack Ross es el amor de mi vida.

–¿Y quién es ese? ¿De qué libro es?

–Antes de diciembre, tienes que leerlo, pero ya mismo.

–Tranquila fiera, ya lo agregué a mi biblioteca, por cierto, tu madre me mando a decirte que bajáramos.

Esto es lo que me encanta de mi amistad con Ava, ambas amamos leer, nos recomendamos libros y nos enamoramos de personajes literarios juntas. Bajamos las escaleras y ella saluda a mis padres. Minutos después, bajan mi hermano y el odioso de Liam. Procedemos a sentarnos en la mesa, tomo asiento en el puesto que siempre uso cuando venimos a comer aquí, pero justo cuando Ava va a sentarse a mi lado, mi hermano ocupa rápidamente su lugar.

¿Y a este que le picó?

Lo miro confundida y él me sonríe con inocencia – que no tiene, por cierto –. Veo como Liam se sienta en frente de mi y Ava queda enfrente de mi hermano.

Ok, aquí algo huele raro. O solo es mi imaginación, ¿Quién sabe?

Mientras cenábamos, me di cuenta que las miradas que le lanzaba mi hermano a Ava, pero ella solo lo ignoraba y permaneció toda la cena con la cabeza baja ¿Alguien me explica que está pasando? Le preguntaré más tarde.

Lo otro que no pude dejar pasar es que Liam se me quedaba viendo por mucho tiempo y yo me removía incómoda en mi silla. ¿Acaso tenía algo en la cara?

Luego de cenar y comer el postre, llegó Maddie y un rato después se fueron mis padres. Al parecer mi hermano también se quedaba a dormir. Los señores Smith nos dicen que se van a ir a dormir y nosotras subimos las escaleras hacia el cuarto de Ava.

–Ok, ¿me puedes explicar que pasó allí abajo? – digo confundida hacia Ava.

–¿De que estás hablando? – finge demencia.