Capítulo 1

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1 de Octubre de 2020.


Katie


Bueno me encantaría decir que me desperté por el rayo de sol que entraban por mi ventana, pero esta no es esa clase de historia. Me desperté gracias a los gritos de mi hermano.

- Lizzy despierta - él sabe que odio ese apodo - vamos a llegar tarde a la escuela - dijo mi hermano mayor.

Matt Miller, uno de los solteros más codiciados de Brooksfield High School, él es el típico chico popular y mujeriego que tiene a todas las chicas detrás, pero él no entra completamente en el estereotipo, ya que no es ni idiota ni arrogante, como su mejor amigo, pero ahorita no hablaremos sobre él. Matt siempre logra sacarme una sonrisa, aunque a veces puede llegar a ser un poco insoportable.

- Déjame dormir - murmuré. Tenía sueño, ya que anoche me quedé hasta las 3 de la madrugada leyendo un libro y tampoco es que me agrade mucho madrugar.

- Bueno entonces le diré a Logan que te gusta - dijo burlón.

Di un respingo y terminé besando el piso. Genial.

Una increíble manera de empezar el día ¿no?

Cuando me levanté mi hermano estaba muerto de la risa, me acerqué y le dije:

- No te atreverías
- Oh claro que sí. 

Acción seguida a esto, lo empecé a perseguir por la casa.

Ustedes se preguntarán ¿Quién es Logan? Bueno, él es, según Ava, mi mejor amiga, mi enamoramiento del mes, él es un chico de la clase de mi hermano que vino a mi casa una vez y solo intercambiamos unas pocas palabras y ya yo me había enamorado. 

Los pondré un poco en contexto, mi nombre es Katie Miller y soy muy enamoradiza, cosa que hace que me enamoré de una persona con la que hablé solo una vez en la vida. Si, así de enamoradiza. Pero el problema aquí es que siempre me enamoro sola, lo sé, es muy triste, pero esto también se debe a que soy extremadamente tímida y solo mis mejores amigos y familia saben cómo soy realmente. Pero para no aburrirlos con los detalles de mi vida, continuemos.

Luego de darle su merecido a mi hermano y recibir un regaño por parte de nuestra madre, subí a mi habitación a alistarme para la escuela. Mi cabello estaba hecho un desastre, tardé como cinco minutos tratando de dejar mi castaña cabellera un poco presentable, luego de eso procedí a lavarme la cara y cepillar mis dientes. 

Bueno, ahora venía la parte difícil, escoger que ropa iba a usar, si bien yo no soy de esas chicas que van super arregladas y soy muy básica en esa área - pues para mí con una camiseta y un jean es suficiente – soy suuuuper indecisa, algo que no juega a mi favor cuando voy tarde a algún lugar.

O sea, siempre. 

En fin, me terminando de subir mi jean, mi celular empieza a sonar y el nombre de Maddie aparece en la pantalla y apenas contesto me dice: 

- Espero que no te hayas puesto un jean y una camiseta para nuestro primer día de clases - dijo mi querida amiga. Ella y yo somos polos opuestos, pero creo que es lo que nos hace unidas. 

- Hola Katie, ¿cómo amaneciste? Muy bien gracias por preguntar - dije irónica.

- Deja las formalidades y contéstame. - dijo.

- Si, tú sabes que no me siento cómoda usando la ropa que me regalaste - Si, como yo nunca me compraría ese tipo de ropa, ella me regaló un conjunto que es muy bonito, es una falda de cuadros con un body blanco, pero como tengo muchas inseguridades, no me siento cómoda usando faldas.

- Cuántas veces tengo que decirte eres hermosa, no tienes por que tener inseguridades. En fin, te llamaba para decirte que Ava me viene a recoger en 5 minutos así que en 10 minutos estamos allá ¿de acuerdo?

¿Increíble no? Tengo 16, casi 17 y mis padres no me quieren dejar conducir – aparte de que me negaron la licencia de conducir – porque dicen que soy un peligro para los demás conductores. Y mi hermano, pues, chocó su auto y ahora está en el taller.

Me despedí de Maddie y colgué la llamada. Me terminé de alistar y bajé a la cocina para desayunar, ahí me encontré con mi madre, Amy Miller, a simple vista no parece una mujer que este cerca de los cuarenta y cinco años, es una escritora de cuentos infantiles muy famosa, siempre se preocupa por nosotros y trata de pasar el mayor tiempo posible con nosotros.

- Hola mamá.

- Hola bella durmiente - dijo burlona.

- Jaja qué graciosa - dije sarcástica.

- Nos despertamos bravas ¿eh? – ríe – ¿Cómo amaneciste cariño?

- Bien, si no hubiera sido por tu hijo ¿Y papá?

- Hubo una emergencia en el hospital y tuvo que irse temprano - Esto no me sorprende, siempre pasan cosas así, ya que papá es cirujano, pero bueno él siempre que está en casa trata de encontrar tiempo para estar juntos. 

«Se me había olvidado avisarte – tomó un sorbo de su café – hoy cenaremos en casa de los Smith, no llegues tarde.

Los Smith, son la familia de Ava y su insoportable hermano. Nuestras mamás se hicieron amigas en la universidad y bueno, el resto es historia.

Seguido a esto, me dio mi desayuno, minutos después Matt bajó, desayunamos los 3 entre risas y Ava me envió un mensaje diciéndome que estaban afuera, tomamos nuestras mochilas, nos despedimos de mi madre y salimos de la casa, solté un chillido, tiré mi mochila al suelo y salí corriendo hacia mis dos mejores amigas para darles un abrazo. Resulta que terminamos tiradas en el suelo riéndonos como locas.

- ¡Ay las extrañé tanto! – dije.

La razón era que Maddie se fue de vacaciones con su familia a las hermosas playas de Cancún, mientras que Ava se fue a Francia de vacaciones familiares ¿y yo? Bueno estuve en casa de mis abuelos en Italia, por eso teníamos más de dos meses sin vernos.

Nos levantamos del suelo y me doy cuenta que también está el insoportable de Liam, una de las personas más arrogante que conozco. Quisiera simplemente ignorarlo, pero hay un pequeño problema, es el mejor amigo de Matt y el hermano de Ava. 

- Liam

- Lizzy, siempre es bueno verte – dijo con esa sonrisa baja bragas que me cautivaba hace muchos años, pero no más. 

Rodé los ojos y procedí a subirme al auto, acto que los demás repitieron, el camino hasta la escuela nos la pasamos cantando a todo pulmón las canciones que pasaban por la radio y en un abrir y cerrar de ojos ya habíamos llegado a nuestro destino. 

El primer día de nuestro penúltimo año. 

Nos bajamos del auto y Ava chilló emocionada: 

- ¡Este es nuestro penúltimo año!

- ¡Este va a ser el mejor año! - dijo Maddie emocionada. Algo en lo que dijo me revolvió el estómago. Presentía que muchas cosas estaban por venir y no todas precisamente buenas.

Mis desastres amorososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora