Asfixia » n.h.

Capítulo: 12.

Capítulo: 12.

Sentada en el mismo lugar de siempre, soportando las idioteces de Zayn mientras desayunábamos

-¡Niall!- Grito el moreno- Y... odiosa- Agrego refiriéndose a Amanda quien lo acompañaba

Los ignore, fingí estar entretenida en mi celular, típico, una de las mejores excusas que te ayudan en casos como estos, no lo había visto, desde aquella vez no había cruzado palabras con él, no me ha llamado, mucho menos me ha buscado, y no es que este bien con esto, para ser honesta esto me está matando, jamás me había alejado tanto de el. Jamás había pasado tanto tiempo sin él, jamás la había pasado viviendo sin tenerlo a mi lado

Es lo peor, se que finjo estar bien, pero no es así, tengo tantas ganas de estar con él, platicar, molestarlo, abrazarlo, sentir su aroma, su calor, su piel, lo quiero, tengo tantas ganas de el

-Oye ___- Me llamo Zayn

-¿Qué quieres?- Le pregunte aun entretenida en mi celular

-¿Todavía sigues molesta con Niall?

Abrí mis ojos con sorpresa por lo que dijo, no me sorprende que lo supiera, es tan obvio con solo vernos, aunque no espero que sepa las razones, Maldito bastardo, pensé, me dio tanto coraje, sabía que ya iba a empezar a joder

Voltee a verlo, estaba a mi lado, me vi a mi misma arrojándome a él en un intento de estrangularlo ¿Qué le importa si sigo enojada o no? Es mi problema

-Cállate- Le pedí con cierta amabilidad

-Ah, siguen molestos- Agrego con burla

-Deja de estar molestando- De la nada le pidió Niall

Fue hasta entonces que me atreví a verlo, nuestras miradas se cruzaron al mismo tiempo, me perdí, me perdí en esos ojos celestes, mi cuerpo se paralizo y en cuestión de segundos me quebré, no pude mantener la mirada porque sabía que en un inicio todo era mi culpa

Tome mis cosas, me levante para salir de ahí, pase a su lado pidiendo mil veces que me detuviera, que tal vez sujetará uno de mis brazos, que tal vez me dijera mi nombre seguido de un -espera- hazlo, por favor- pedía internamente cosa que no ocurrió, ¿Debo ser yo quien pida perdón?, ¿Debo ser yo quien lo busque?, ¿Debo ser yo quien deba explicarle la situación?

***

Sola en mi habitación torturándome a mi misma tratando de encontrar la solución, debatiéndome entre sí buscarlo o no, ¿Qué se supone que deba hacer?

El sonido de mi celular me saco de mis pensamientos, acostada en la cama, gritándole a la almohada, tome mi celular el cual estaba a mi lado, por simple inercia conteste sin mira quien estaba llamando

-¿Si?- Respondí con pesadez

-___- Esa voz, reaccione de inmediato al escucharlo, era la persona que menos imaginaba- Necesito verte

-¿Para qué?

-Como que para que, para coger, ¿Para qué más te puedo necesitar?

-¡Púdrete! Me llamas solo para eso, eres un imbécil- Que persona tan mas idiota, lo sé, se porque me trata así

-Vaya, y si fuera Greg no te negarías- Agrego burlándose
-No estés jodiendo, me jode que me llames para esto

Y él se porta como un patán, un grandísimo idiota, mientras yo estoy de lo más confundida, mientras que yo no aguanto esto, mientras que deseo que todo esto sea como antes, él solo hace esto, tratarme como una puta, cuando le aclaré incontables veces que no lo era

-Ven a mi casa ahora

-No- Afirme

-¿Ahora eres solo de Greg?

Llegue a mi limite, basta de actuar como idiotas, basta de esto, es suficiente, colgué el celular sin decir más, sencillamente corte la llamada sin despedirme, no tengo en claro que es lo siguiente que haría, solo me levante de la cama sin pensar, mis pies se movieron solos y en minutos estaba frente a la casa de Niall

Presione un par de veces el timbre, en segundos el muy conocido rubio me estaba atendiendo

-Creí que no vendrías- Comento arrogante

-Escúchame bien Niall, te lo dije y te lo vuelvo a repetir, a mi no me vas a tratar como tus putas, entiéndelo bien, lo que más me molesta es que me tratas así considerando lo que ocurre, si me acosté con Greg- Al fin lo aceptaba- ¿Y sabes? Se supone que debí sentirme feliz por eso, es lo que más ansiaba hacer con la persona que amo, entonces, por alguna pinche extraña razón me siento mal contigo

-Deberías estarlo...

-Cállate- Lo interrumpí- Porque siento como si te lastimara, porque no quiero estar así contigo- Incline mi cabeza y cerré los ojos con fuerza, ya no podía parar, mis palabras salían descontroladamente- Porque me sentía mal haciéndolo con él, pensé en ti todo el tiempo, lo cual es raro porque no sé lo que me pasa, se bien que termino aceptando lo que haces porque de alguna manera me gusta, tan solo, quiero estar contigo

Qué extraña manera de decirlo todo por el hecho de dejarme llevar por un extraño sentimiento, ya no podía parar, ya no había vuelta atrás, las palabras salían fluidamente como si hubieran sido memorizadas

-Es de lo más extraño lo sé, se supone que solo somos amigos pero cada una de las incontables veces que pasamos juntos me hacen pensar que no quiero alejarme de ti, es raro, lo sé, ya no lo entiendo, porque yo no quería esto...

-Basta- Pidió, lo cual en ese momento ignore

-Se supone que la persona que me gusta es Greg, pero estando tu el ya no me interesa lo cual es frustrante...

-___, basta- Volví a ignorarlo

-¿Acaso tu lo entiendes?, ¿Podrías explicármelo? O tal vez para ti es diferente, tal vez no te ocurre lo mismo que estoy diciendo, si solo soy una más en tu lista, no lo sé, estoy tan confundida...

-¡Ya basta!- Grito, me tomo de uno de mis brazos jalándome hacia adentro de la casa

No caía en cuenta de lo que pasaba, ¿Cuál sería su opinión ante lo dicho antes? Jamás creí verme así, jamás imagine liberarme de esta manera, peor aún, todas y cada unas de las cosas que dije aún no están del todo claro en mi mente pero fue más mi adrenalina que no me limite siquiera a pensarlo un poco

A jalones me llevo hasta su habitación, la casa parecía estar sola, aunque me preocuparía por si alguien nos veía encerrarnos juntos a este punto era lo de menos, ambos entramos, lo único que hizo fue cerrar la puerta, ni siquiera se molesto en encender la luz, pero la ventana permitía filtrar un poco de esta, lo suficiente como para poder distinguir su silueta

Tan desesperado tomo mi rostro para besarme, no lo dudo para tomar mis labios, en mi caso era igual, no lo dude para aceptar ese beso, ese beso que tanto deseaba, nuestras lenguas moviéndose al mismo ritmo, sincronizadas, como si ya conociéramos el movimiento del contrario , mis manos se acomodaron en su cuello mientras que las de él se deslizaban por mi cintura, mis caderas, mis muslos para detenerse ahí, provocado que de un pequeño salto de mi parte me colgara en su cuerpo enrollando mis piernas sobre su cadera, y claro , sin dejar de besarlo.