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La primera vez que JiMin compartió intimidad con YoonGi, fue algo que casi le hace tener un ataque de pánico.

No era duda de los sentimientos del pelinegro, solo tenía miedo de que YoonGi viera todas sus imperfecciones.

Luego de cuatro años de noviazgo desde que vivían juntos, en donde YoonGi le recordaba que era lo mas hermoso en su mundo, no habían tenido un contacto intímo mas allá de besos y abrazos.
YoonGi nunca había intentado llegar mas lejos, pero una noche donde acababan de ducharse para dormir, y como siempre hablar de todas las cosas que harían ese fin de semana, y las posibles salidas con HoSeok y TaeHyung, la ocasión se dió...

JiMin había aprendido a ser feliz con su cuerpo, con su forma de ser, esos detalles lo hacían único a los ojos de YoonGi, pero había sido tan dificil y complicado al principio, muchas veces se preguntaba sí YoonGi lo dejaría, las inseguridades se apoderaban de él por las noches sin dejarlo dormir, cada mañana esperaba que YoonGi le dijera que terminaran...

Sin embargo, luego de los primeros dos años, aprendió a conocer su cuerpo así como su novio lo describía, sus ojos eran hermosos cuando sonreía, su sonrisa también era dulce, sus manos eran del tamaño justo para entrelazarlas con las de YoonGi, su cintura era bonita, sus labios eran llamativos para cierto pelinegro... creía estar listo cuando el momento de que YoonGi viera su piel, llegara.

Pero no lo estaba...

Sanar de todos los insultos y golpes que había recibido en un pasado era dificil. Al llegar a la universidad, luego de solicitar una beca por todos los medios, nadie se fijaba en él para convertirlo en el centro de burlas. Se ganó el odio de algunos pues YoonGi siguió jugando para el equipo de la Universidad, ser el novio de uno de los mejores estudiantes y alguien tan diestro en los deportes era algo que pocos podían hacer, y a veces sus dudas eran compartidas con HoSeok, que al igual que él, su novio era popular y conocido en cada facultad.
Invitaciones a citas, regalos, insinuaciones... todo eso a veces le parecía molesto. Hasta que descubrió que eran celos... una vez YoonGi se lo dijo mientras en pleno campus le daba un beso, sujetaba su cintura y lo acercaba a su cuerpo, JiMin al principio se había quedado sin reaccionar, hasta que después enredó sus brazos alrededor del cuello de su novio y le seguió el beso.

No dudaba de YoonGi, no podría... no después de que él le haya enseñado a amarse así mismo.
Pero todo es un proceso...

Esa noche, los besos comenzaron a subir de tono, cuando se dio cuenta, él estaba sobre el cuerpo de YoonGi, quien poco a poco adentraba su mano para tocar su piel, esos roces al principio no le asustaron, se sentían bien, le generaban suspiros y sonrisas... hasta que el mayor solo tanteando terreno bajó su mano por su cadera, hasta sus piernas aún por encima de la ropa. JiMin se paralizó. No quería que YoonGi conociera su cuerpo en ese momento, si bien había bajado algunos kilos, sus piernas seguían siendo rellenas, aún no tenía una cintura perfecta, y las marcas de los cambios en su piel estaban pintados alrededor de sus piernas y cadera. No. No quería que lo mirara con asco.

Contrario a todos los escenarios catastroficos que imaginó, su novio, detuvo todo movimiento y lo abrazó.

- Esta bien amor, aún no te sientes listo, pero quiero que sepas que amo tu cuerpo tanto como amo tu alma... ambos son muy hermosos- le susurró besando su frente. YoonGi acarició su espalda con lentitud, y se quedaron despiertos unos minutos mas.
Se sentía avergonzado, su cuerpo como el de YoonGi habían reaccionado ante los besos que se habían dado momentos antes.

Se movió levemente, y su cuerpo siguió reaccionando, ya tenía veintiun años, y todo su sistema lo seguía traicionando. Sin embargo, YoonGi no dijo nada, solo siguió acariciando su espalda con paciencia y sin demostrar que estaba sintiendo también lo mismo que él.

BeauDonde viven las historias. Descúbrelo ahora