Algo más [Yizhan/BJYX]

Capítulo IV: El mundo que desconoce I

Xiao Zhan llegó temblando a su gerente. Está lo vio por unos momentos. Xiao Zhan rogaba que la mujer no descuriera lo que había pasado y solo lo sacará de allí.

Xiao Zhan aún seguía adolorido de la noche con Yibo, su cuerpo reclamaba un poco de descanso. Y con lo que  sucedió en el camerino de Hao Zhao se sentía cansado emocionalmente.

Solo quería dormir y olvidar lo último que había pasado en las últimas veinticuatro horas.

La gerente dejó la computadora y salieron en silencio.

Al estar en el auto, en el estacionamiento de la central de televisión. Xiao Zhan escuchó suspirar a su gerente.

—Xiao Zhan, por tu cara puedo suponer qué pasó allí adentro con Hao Zhao.

Xiao Zhan no quería hablar de eso, no se sentía listo para decir de ello.

—Voy hacer sincera. Este mundo es una selva; tal vez no te hayas dado cuenta, pero vas a encontrar a tipos como Hao Zhao, otros que son envidiosos que querrá perjudicarte, otros que serán sinceros y podrán ser amigos, de esos son muy pocos. Aquí hay mucha frialdad y todos quieren estar en lo alto y pisotear al de arriba para ellos ser los primeros.

—Entiendo.

Había conocido solo un par de años a Xiao Zhan, pero la manager le tenía simpatía. Así que le dio uno de los pocos consejos que pudo serle útil.

—Xiao Zhan, si no te sientes cómodo con lo que puedes encontrar en ese mundo, podrías retirarte. En tu contrato, no hay nada de demandas, si es que decides estar inactivo, obvio que es solicitar tu salida permanente hasta que el contrato acabe.

Xiao Zhan sabía lo que quería decir. Una parte de él quería seguir allí, porque le había gustado ser cantante y actor, disfrutaba de su trabajo. Y otra parte de él no quería tener que tratar con tipos como Hao Zhao.

—Te llevo a casa. Hoy ha sido un día cansado para ti, he reprogramado el resto para la siguiente semana.

Xiao Zhan agradeció la consideración.
No tenía ganas de tratar con más por ese día.

—¿Mañana...?

—Tomaté unos días.

Xiao Zhan agradeció el permiso de la manager antes de ingresar a su departamento.

Xiao Zhan se baño y puso una pijama. Su cuerpo estaba pidiendo descanso y fue eso lo que hizo; dormir toda la tarde hasta llegada la noche.

Era sábado por la noche.

Xiao Zhan recordó que Lounge Vip sólo atendía los fines de semana. Y recordó a cierto camarero atractivo que tuvo un singular primer encuentro, por alguna razón Xiao Zhan se encontró estrañando los brazos de ese hombre.

Xiao Zhan se sintió necesitado de sus toques para borrar los de Hao Zhao.

Miró el reloj en la mesita de noche, allí marcaba las once de la noche, aún debería ser turno de Yibo, un poco de su confusa y borrosa memoria le dijo que el bartender terminaba tarde su turno.

A diferencia de la primera reunión, Xiao Zhan se vistió con ropa juvenil. Se miró al espejo. Y de nuevo sentía que estaba en la universidad, corriendo a un trabajo de gráfica con sus amigos.

¿Había tomado una mala decisión al entrar al mundo del entretenimiento?

Xiao Zhan sentía que mientras más pensaba, más le dolía la cabeza y las ganas de perderse en los brazos del bartender aumentaba.

***

Xiao Zhan sonrió cuando el encargado de la seguridad de Lounge Vip arqueó una ceja al mirar su identificación. Allí decía que tenía 29 años, pero el hombre lo había confundido con un adolescente.

Después de la confusión el hombre le dio su identificación. Y pudo entrar.

El ambiente ira igual a la primera vez , jóvenes en la pista de baile moviéndose y alguno que otro en los muebles hablando y riendo: ligandose.

Xiao Zhan caminó decidido por el local, era consciente de las miradas que le daban: todas cargadas de deseo. Hombres y mujer tenían su mirada hambrienta en él. Sin embargo, solo estaba interesado en el exótico camarero.

Xiao Zhan encontró a Yibo en la misma barra, con el uniforme del Lounge Vip. Y una hermosa mujer estaba sonriendo mientras le servían un nuevo trago.

Xiao Zhan no le gustó verla cerca de él.

Xiao Zhan pensó en retroceder e irse, pero una pequeña llama se encendió en él en ese instante, y muy lejos de salir, camino con los decididos hasta la barra y tomó el segundo asiento más cercano a Yibo, el primero lo ocupa esa mujer.

Yibo sonrió al verlo y la mujer quedó fascinada con su presencia.  Xiao Zhan ignoró la presencia de esa mujer coqueta.

—Quiero tomar algo bajo en alcohol —Ordenó Xiao Zhan.

La pequeña sonrisa formal de Yibo, la que usaba para trabajar, creció y se convirtió en algo burlesca. Eso solo hizo enojar a Xiao Zhan.

La mujer mirada entre Yibo y Xiao Zhan, como meditando quién de los dos era más apuesto para ella.

Yibo se movió a través de la barra, hasta que al final, apareció con un vaso de líquido transparente.

Xiao Zhan tomó todo el contenido de un solo golpe, y cuando el sabor estuvo en su garganta, se dio cuenta que era solo agua hervida.

Yibo rió al ver su cara de desconcierto.

—Eso es lo que puede manejar tu poca resistencia alcohol.

Xiao Zhan se sintió avergonzado y apenado, pero también humillado. La mujer que está escuchando todo se rió de lo que pasaba.

—Quiero el trago de la otra vez.

Yibo se negaba dárselo y solo le sirvió otro vaso con agua.

Xiao Zhan al ver que Yibo no le daría lo que quería, llamó a otro bartender que estaba desocupado. Y al igual que Yibo era atractivo, solo quede veía un poco a la edad de él.

Yibo al ver que Xiao Zhan estaba llamando a su compañero Liu Hai-Kuan, sintió una llama quemandolo por dentro.

—¿Qué crees que haces?

—Llamando a un bartender que quiera hacer su trabajo.

Yibo hizo una señal a Liu Hai-Kuan para que se fuera. Después, de eso miró a Xiao Zhan que tenía el entrecejo fundido.

—¿Quieres terminar igual que ayer?

Xiao Zhan sabía a lo que se refería. Y se sonrojo con los recuerdos.

—Para mí está bien.

Yibo alzó una ceja.

—¿No soltaras todas esas ridículas palabras de haberte forzado?

—No, no lo haré.

Yibo miró sus extresiones.

—¿Estás seguro?

—Yibo, puedes hacer lo que quieras conmigo. Seré obediente.

En los ojos del bartender había un fuego inusual. Xiao Zhan no lo miró pero podía sentir que lo quemaba y el sintió el fuego en su vientre bajo.

La chica que había estado observando todo, decidió que era mejor dar su caza por pérdida con esos dos. Era obvio que había algo entre ellos.