¿Acaso Nunca Lo Notaste?

17. ¿Qué es correcto?

Quisiera llorar y decir que ya no puedo más,
pero al mismo tiempo me replanteo si es justificable.
A veces quiero dejar todo atrás,
pero aún así, ¿tengo excusas para rendirme de forma tan inaplazable?

Es curioso, todos me dicen que me tome un respiro.
Todos insisten que debo calmarme un poco.
Y es que me descuido tanto por cumplir con otros,
que llegó el momento de darse cuenta de que no siempre cumplo con lo que aspiro.

Sí, me lo he replanteado, insisto.
Y he llegado a la inequívoca conclusión de que el problema está en mí.
¿Y acaso no lo hace peor? Porque podría cambiarlo de inmediato y sin sufrir.
Pero opto por no hacerlo, y llevar sobre mí este dolor.

Poco a poco me voy cansando,
Satisfacer al resto a fin de enorgullecerme me está debilitando.
¿Podría gritar y decir que ya me harté?
¿Quién podría escucharme si digo que ya me agoté?

¿Es suficiente tirar la toalla sin hacer nada más?
Siempre he intentado hacer todo lo que esté en mi alcance.
Ahora mismo creo que no lo es todo,
y que tener que quedar sin deudas ya no es tan importante.

Ya, lo sé. Entonces... debo hacer algo, ¿no?
¿Por qué no siento ni el menor impulso?
¿Por qué no ahogo con paz a mi cansancio?
¿Tengo energías para hacerlo, siquiera?

En esta ocasión no tengo por qué apelar al positivismo.
No quiero ser optimista si todo a mi alrededor está por derrumbarse.

Quiero ser real, y desaparecer si lo deseo.
Quiero ser fuerte, y levantarme por mi cuenta si prefiero.
Pero ahora mismo no puedo aconsejarte, ¿sabes?
Y aún así, sigo creyendo que puedo seguir pese a que... mi situación es grave.

—Adelaide.
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Creo que no tengo comentarios ni preguntas ahora mismo.

Que estén bien.