•Gilbert y Anne•

La reina del bosque. (extra)

El reloj daba las 3:30 AM de la noche, en la casa Blythe había total silencio que proporcionaba paz a la feliz pareja, que llevaba 5 años de casados. Todo parecía tranquilo, ambos durmiendo abrazados y pacíficos.

De repente el llanto de un bebé acabo con esa tranquilidad, haciendo que ambos se despierten asustados.

El matrimonio luego de haberse casado, tuvo a su primer hijo a quien llamaron John Walter Blythe Shirley-Cuthbert. Contaba con apenas un año de edad y sacó los finos rasgos de su padre, ambos varones eran como dos gotas de agua. Marilla decía que salió igual a su papá porqué durante el embarazo, Gilbert se la pasaba trabajando y Anne sentía rechazo hacía él, pero no era su culpa dado a qué el trabajo era muy extenso.

-Bebe, ¿Que pasa? ¿Por qué estás tan alterado esta noche? -Dijo Anne quién preocupada, sacó a su bebé de la cuna.

-John, es la tercera vez que te despiertas... -Blythe se acercó a su familia y bostezó

Los intentos de ambos adultos para calmarlo no servían de nada, el pequeño lloraba desconsoladamente. Habían probado con darle de comer, cambiarle el pañal, sus juguetes, nada.

-Gilbert, por el amor de dios ¿Puedes dejar de moverte así? -Dijo Anne ansiosa por ver a su esposo moverse de un lado a otro con el bebé - ¡Lo mareas!

-No, para nada. ¿Ves? Ya se calmo. -Respondió con entusiasmo al ver que su hijo dejo de llorar, pero no duró mucho.

-Dejame a mi. -Anne tomo a Jhon en sus brazos, y lo acunó en ellos - veamos... -pensó un poco y comenzó a mecer a el bebé en brazos. - A dormir, a dormir, mi pequeño colibrí, que mañana papá trabaja y la mami también. -el pequeño solo la quedó mirando por un momento, y lloró de nuevo.

-Oh si Anne, eso fue muy calmador. -Dijo Gilbert

-Dudo que tú lo hagas mejor, Blythe.

-Damelo. -El niño ahora estaba en sus brazos - bien campeón, tengamos una charla de padre e hijo. -Ambos se miraron - ... No sé me ocurre nada. -el niño se rió como si hubiera entendido lo que dijo su papá. -al menos lo hice reír, es un logro.

- ¿Enserio te tomas como un combate el cuidar a nuestro hijo? ¿Para ver quién es mejor padre o madre? - Anne se cruzó de brazos.

-Exacto. -Acarició al pequeño, este ya había dejado de llorar pero estaba más despierto qué conejo con hambre. -Y obviamente, yo gané.

-El objetivo era dormirlo. -Dijo desafiante Anne, quién le saco a Jhon de los brazos de su padre.

La pelirroja miró por todos lados y tuvo la excelente idea de darle un pequeño libro con interacciones de mariposas que ella misma había creado para su pequeño hijo. Decía que al tener calcomanías que salgan de la hoja a modo 3D estimularía su inteligencia. El niño comenzó a jugar y a los minutos bostezó.

-¿Ya tienes sueño, mi bebé precioso? -Jonh abrazo a su mamá con ambas de sus manitos pequeñas al rededor de su cuello. Quedando así dormido. -Gané, como siempre. -le susurró a su esposo.

Gilbert sonrió viendo a Anne acostar a su hijo, mientras que ella se acercaba poco a poco a él.

-¿Pasa algo? -preguntó Anne.

-Yo gané desde el día en que tú me pegaste en el rostro con la pizarra. -Soltó una pequeña risita y atrajo a la pelirroja hacía a él tomándola de la cintura- desde que somos novios, desde que nos casamos... Desde que tuvimos a Jhon y justamente ahora gané

Anne sonrió ampliamente y besó a Gilbert.

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-¡MAMÁ! -Gritó Jhon en busca de la atención de su madre, la pelirroja ignoraba a su hijo.