La sombra reveladora

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Lan XiChen se sintió como si estuviera viviendo en un sueño. Se despertó con los sonidos de la charla de su hijo, el olor a comida y un cálido sentimiento en el pecho. Habían pasado sólo cinco días desde que vivía con Jiang Cheng y JingYi, pero su corazón ya le dolía cuando pensaba en que todo terminaría en menos de una semana. Se recordaba a si mismo que su estadía aquí era sólo temporal, que tenía que regresar a Gusu. Ahora que veía de lo que se perdió en Yunmeng, se prometió a si mismo que encontraría una manera de liberarse de los ancianos. Estaba seguro de que llevaría tiempo y primero tendría que dejar a Jiang Cheng y JingYi. Suspiró y regreso a la realidad cuando JingYi palmeó su brazo ligeramente. 

—¿Esta todo bien, tío XiChen?

Bien. Actualmente se encontraban desayunando juntos antes de que él tuviera que ir a su oficina. Alzó la mirada y vio que Jiang Cheng lo miraba con sus ojos penetrantes. Se aclaró la garganta y sonrió tímidamente, —Lo siento, me temo que no escuché lo que dijiste JingYi.

Jiang Cheng se burló, —No te perdiste mucho de todos modos. Siempre es lo mismo durante los últimos días, A-Yuan esto y A-Yuan aquello.

JingYi hizo un puchero, —Que descortés, padre. A-Yuan es un ser humano maravilloso y necesita ser elogiado por su amabilidad.

Jiang Cheng puso los ojos en blanco, —Claro, su amabilidad. No tiene nada que ver con su hermoso rostro, sus modales amables y su dulce sonrisa.

JingYi se sonrojó y Jiang Cheng juró que escuchó a Lan XiChen resoplar, —¡Padre! ¡Deja de burlarte de mí!

—Deja de hablar con A-Yuan entonces, dale algo de espacio a ese pobre niño.

El puchero de JingYi volvió con toda su fuerza, —No es como si lo hubiera forzado o algo así. No es como cuando papá te conoció por primera... —Lan JingYi se congeló cuando se dio cuenta de que se dirigió a Lan XiChen como 'papá' accidentalmente. Vio que sus dos padres tenían idénticas expresiones de asombro. Se rió torpemente y jadeó, —Vaya, miren la hora. Tengo que ir a la escuela ahora. Olvidé que me tocan los deberes de limpieza esta mañana, a mis compañeros no les gustaría tener que limpiar sin mí. Nos vemos luego padre, papá, no es necesario despedirme. ¡Los amo, adiós!

Lan XiChen y Jiang Cheng vieron como JingYi se fue lo antes posible, dejándolos conmocionados y rodeados de una atmósfera incómoda. Lan XiChen se aclaró la garganta, —Bien. Creo que es hora de que yo también me ponga en marcha… 

—¡No te atrevas a levantarte de tu silla!

Lan XiChen se echó hacia atrás e hizo una mueca cuando vio que ahora Jiang Cheng lo fulminaba con la mirada, —¿¡Él lo sabía!?

Lan XiChen hizo una mueca, —Aparentemente sí.

—No actúes como si fueras inocente. ¿Tú se lo dijiste?

Lan XiChen alzó las manos al aire en fingida rendición, —Antes de que me acuses de algo que no hice, tienes que sabes que JingYi lo descubrió por sí mismo. ¿Qué esperabas? Él nunca te vio con nadie y de repente se enteró de que tenías un ex novio del que nunca le hablaste. ¡Y comparte el mismo apellido con él también! Eso grita ‘sospechoso’ y él solamente… 

—¡Cállate Lan XiChen!

Lan XiChen se calló inmediatamente cuando Jiang Cheng gritó. Él desarrolló el hábito de divagar cada vez que se sentía abrumado por Jiang Cheng y aparentemente los viejos hábitos son difíciles de erradicar. Jiang Cheng miró amenazadoramente al hombre frente a él, ¡quien hizo pucheros como un niño después de ser regañado!

—Deja de mirarme así. 

Lan XiChen lo ignoró, tuvo la audacia de enfurruñarse y negarse a mirarlo, —¿Cuál mirada?

Espejo RotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora