Capítulo 4

4.3K 340 115
                                    


Capítulo cuatro.

—¡Milo que es todo esto! —Antes de siquiera poder reprimirlo, noto movimiento en el sofá, —¿¡Quien eres tú!? —le pregunto confundida.

—Soy Lukas. —dice sonriendo.

Wow y todavía se atreve a responder.

—¿Sabes qué? ¡No me importa solo sal de mi casa! —no trato de ocultar mi molestia.

—No te enojes linda, la vida es muy corta como para estar de amargada.

¿Ehhh? ¿Qué le pasa?

—Primero que nada, no soy amargada. —Respiro hondo, estoy perdiendo la poca paciencia que me queda,—y segundo, vete de mi casa. —Le doy una mirada fría para hacerle saber que no se lo volveré a repetir. —¡¡¡Ahora!!! —El se levanta del sillón, toma su celular y se despide de Milo.

Voy detrás de él, arrastrándolo hasta sacarlo, ignorando por completo a mi hermano que me grita desde la sala.

Cierro la puerta y Milo está frente a mi realmente enojado.

—¿Qué te ocurre? No tenias por que ser así de exagerada.

—Por supuesto que si Milo. Para empezar, ¿Qué hacía un desconocido en nuestra casa?

—No es un desconocido, es mi amigo.

—¿Y se puede saber de donde conociste a Lukas? Se ve mucho mayor que tu.

—Lo conocí hoy pero ¿Qué te importa? Lo que yo haga no es de tu incumbencia, yo no me meto en tus asuntos, así que te pido, no te metas en los míos. —el comienza a subir las escaleras cuando lo detengo.

—Milo basta de esa actitud, solo intento ayudarte. —le digo en frustración.

—¿Intentas ayudarme? ¿En serio? —asiento levemente, aunque puedo notar el sarcasmo en su voz.

—Entonces deja de ser tan entrometida. Es hora que dejes de jugar a la mamá, adivina, ¡no lo eres! Y no haces más que fastidiarme la vida.

—Milo, todo lo que hago, —pienso en mamá... —Lo que hacemos mamá y yo, es por ti y para ayudarnos.

Hago una pausa para tomar aire, estoy hablando muy rápido.

—Tú sabes que ella esta trabajando.

—Y follándose a su compañero de trabajo —dice esta vez pero en voz más baja, yo intento ignorar ese comentario y seguir con lo que decía.

—Para darnos el dinero que tenemos, el mismo que tú gastas en todas esas porquerías dime, ¿Es así como nos agradeces?

—¡No tengo que agradecerte nada Olivia, ¡No te he pedido nada! Si me tomas por una carga, bien, escúchame, ¡Te libero!

—Milo no es así...

—¿Es lo único que sabes decir? Milo esto, Milo lo otro. ¡Cállate de una puta vez! ¡no te soporto! No soporto el hecho de que siempre estes aquí diciéndome que hacer y haciéndome sentir como un maldito error. —Milo hace señas con sus manos. —"La perfecta Olivia nunca ha cometido errores en su vida" ¡Mentira! Tu también te equivocas.

—Si, yo me equivoco, pero a diferencia de ti, yo si me enfrento a un problema, busco una solución y la realizo. En cambio tú te drogas y bebes. Dime Milo, ¿Cómo te ha ido eh? ¿Crees que a Levi le hubiera gustado esto? ¿Crees que estaría orgulloso al verte así? —lo veo bajar algunos escalones y caminar hasta llegar hacia mi.

Entonces me doy cuenta de lo que dije, lo mencioné y no debí hacerlo.

—No vuelvas a nombrarlo, —Su voz se quiebra. —y mucho menos lo uses en mi contra. —puedo notar lo enojado que está, su rostro esta rojo y sus ojos están más oscuros que de costumbre, e inyectados de sangre por la droga.

Destinados °. •  Ares H.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora