Destinados °. • Ares H.

Capítulo 5

Capítulo cinco.

Ares Hidalgo

Estoy sentado en el sofá de la casa de Emilio, acabamos de ganar el primer juego de la temporada así que vinimos a festejar.

Se suponía que no habría mucha gente pero es Emilio, obviamente se llenaría todo el lugar. Fijo mi mirada a donde están un grupo de personas bailando, todas estas parejas me recuerdan a que no estoy con ella.

Mi bruja, como la extraño.

Siendo el único en la mesa saco mi celular para revisar si tengo algún mensaje nuevo de Raquel. Al ver que no, lo guardo en la bolsa de mi chaqueta, seguramente está dormida así que mejor no la despierto.

Suspiro mirando hacia mi alrededor, la bola de gente sigue ahí.

Mientras todos están felices y disfrutando yo estoy aquí. Parezco un antisocial y usualmente no lo soy pero justo hoy no tenía ganas de salir, lo que tenía planeado era estar en mi departamento, hablando con mi novia, comiendo, y viendo alguna serie.
Mis pensamientos se ven interrumpidos cuando siento que alguien se sienta a mi lado.

—Hola tú.

Hago mi mejor cara como un intento para disfrazar mi disgusto, no quiero estar aquí.

—Hola Olivia. —hago una mueca en saludo aunque dudo que se haya visto por la poca luz que hay aquí, Olivia es la mejor amiga de Lena, Lena es la novia de Emilio.

No llevamos mucho conociéndonos, aun así la veo muy seguido. Emilio siempre va con su novia y por lo que he visto, Lena y Olivia son inseparables; básicamente Emilio me obliga a acompañarlo a con su novia y naturalmente Olivia esta ahí con Lena.

—¿Por qué esa cara? —me pregunta, pero puedo notar su tono burlón.

—Así es mi cara

—¿Siempre es así?

Dios, ¿no puede callarse?

—Si Olivia, no es como que pueda cambiarla.

Ella ríe pero noto que lo hace sarcásticamente —Tengo derecho a preguntar, parece que nunca estás de buen humor.

¿Acaso me esta juzgando?

No digo nada así que ella toma mi silencio como una invitación para seguir hablando, lo cual me irrita aún más.

—Así que...¿Me dirás por qué esa cara?

No quiero estar aquí y no quiero hablar, mucho menos contigo.

—Tengo sueño. —respondo ya que no creo tener la paciencia para lidiar con ella en estos momentos.

Olivia toma de la mesa su vaso. —Yo también, pero no me puedo ir aún, —deja salir un suspiro, —Se suponía que Lena me llevaría a casa pero no tengo ni idea de donde está, o bueno si, está con Emilio probablemente besándolo hasta más no poder. Ya sabes cómo son esos dos juntos.

Asiento, Olivia tiene razón. Emilio y Lena nunca paran de besarse en público, digo, no es malo. Quién no lo hace,  pero muchas veces se desconectan de todos y se olvidan de que estamos ahí. Desafortunadamente me ha tocado ver a personas teniendo relaciones en la calle y créanme que no es nada agradable.

—¿Así que, esperarás aquí hasta que Lena y Emilio hayan terminado?

Sabiendo que no terminarán pronto.

—Sip, tal vez me vaya caminando, me haría bien. —Olivia sostiene su mentón con su mano pensando.

Esto me hace sentir un poco de lástima por ella y me la pienso un poco, no creo que su casa esté muy lejos ¿cierto? Olivia no es una desconocida total, está en mi grupo de amigos además Raquel lo entendería.