Todas las familias tienen sus secretos, esos que guardan debajo de la alfombra, los que piensan antes de dormir, los que causan una paranoia los primeros días pero finalmente viven su vida normal, pero ¿cuántos secretos pueden ocultar hasta estallar...
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━━Capítulo dos━━
¨¿𝐒𝐚𝐛𝐞𝐬 𝐦𝐚𝐧𝐭𝐞𝐧𝐞𝐫 𝐮𝐧 𝐬𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐨?¨
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—Genevieve Sallow —la susodicha elevo la mirada del suelo y miro al sheriff de la ciudad, Juliette salía de la oficina con lágrimas secas en la mejilla, la morocha no supo cómo tomar aquella imagen, si bien o mal, el señor Bell despidió a su hermana mayor la cual solo le dedico una mirada rápida a la ojiazul para después salir de la oficina del director.
La secretaria del trabajador escolar simplemente miro con pena a las dos hermanas Sallow, suspiro pesadamente y volvió a sus papeles, la voz ya se había corrido por los pasillos del instituto, cuando vieron entrar a los oficiales rumores acerca de un vendedor de drogas empezaron a formarse llegando hasta las hermanas, y en vez de sentirse tranquilas fue todo lo contrario porque ambas sabían que la presencia de los oficiales en la escuela significaba una cosa, la búsqueda de su padre había dado inicio.
—Entre por favor —le habla el alguacil Bell.
Genevieve se puso en pie y suspiro pesadamente, antes de entrar a la oficina del director giro su rostro hacia el ventanal, encontrándose con la mirada azulina de su mejor amigo y el rostro de preocupación de su hermana, a ambos les dedico una corta sonrisa para después desaparecer dentro de la habitación contigua.
—Estará bien —habla Juliette al lado del chico al ver su mirada de preocupación —Es Genevieve, ella puede con esto —agrega, aunque era un intento de estar más tranquila, su espectáculo convenció a los oficiales, pero ahora era el turno de su hermana menor para que la historia fuera creíble.
—¿Por qué los oficiales las han llamado a las dos? —pregunta el ojiazul girando hacia la pelirroja —Genevieve no se ha metido en problemas esta semana, menos tú, Juliette.
