-Acuarela-[Aizawa Shota x Oc]

18. Dudas

La semana de pasantía fue en el momento justo, Ren aprovecharía para buscar un lugar en donde hospedarse. Buscaba en internet varios sitios, los buenos eran un poco caros, y bueno, eran un lujo innecesario.

-¿Y por qué no te quedas con Shota?-preguntaba Nemuri tomando un sorbo de su batido.

-No quiero ponerlo en riesgo, ni porque sea héroe.

-Mmmm bueno, pero de todas formas, en el momento que se enteré que ustedes tienen algo que ver, creo que ya estaría metido en un gran riesgo.

Ren resoplo, eso era verdad, pero agradecía que los únicos que sabían eran sus amigos más, más cercanos, su hermano... y también Mina. Además, ambos eran bastante reservados en ese aspecto.

Se llevo sus manos a su cabeza, enredando en sus dedos su larga cabellera.

-¿Qué se supone que deba hacer?-pregunto irritada.

-Mujer, simplemente tranquilízate...ya se verá en su momento, por ahora, solo mantente alerta de cualquier cosa, y nos hablas.

-Aggg me da ansiedad-contesto abrumada- ¿Qué hice para merecer esto?

-Ser una muy buena persona-respondió Nemuri-, eso es lo que fuiste...por cierto ¿Qué dice tu hermano?

-¿Qué ha de decir el pobre? - se llevó ambas manos detrás de su nuca-, tal vez no debí contarle la verdad de nuestros padres, así no sentiría tan incómodo.

-Se enteraría tarde o temprano.

-O tal vez nunca, es decir, se pudo haber quedado con una imagen rebelde de mí...pero el hubiera no existe, así que, no me queda más que resignarme y esperar lo mejor.

La azabache asintió, se compadecía de la chica, en tan solo uno días su mundo se puso de cabeza.

***

El de cabellera negra caminaba en los pasillos del hospital, su destino era claro, era nada más y nada menos que Daiki. Le habían llamado para decirle que el chico estaba consciente, y estable, así que era una buena oportunidad para hacerle unas cuantas preguntas.

Llego a la habitación, con sus nudillos toco la puerta. No paso mucho para que una mujer le abriera, era obvio que era la madre del chico, su cabello rosado y sus ojos verdes.

-Buen día-comenzó hablar Aizawa-, soy EraserHead, soy el héroe a cargo del caso de su hijo.

-Buen día-contesto la mujer-, pase por favor.

Abrió la puerta totalmente y le invito con un movimiento de mano, el héroe obedeció y se adentró a la habitación. Se quedo parado en frente del chico, que no lo miraba de una muy buena manera. Pero era sorprendente las cantidad de vendajes en su cuerpo, tal cómo el había tenido, la diferencia, que Daiki estaría marcado para siempre, su pequeña marca en la mejilla no era nada comparado con eso.

La mujer se acerco a su hijo tomando su mano.

-Cariño, iré a la cafetería.

-Sí mamá, ve y come -contesto el muchacho con una sonrisa tranquilizadora.

La mujer dijo su retira, dio una reverencia el héroe y se marcho.

-Aizawa-kun.

-Sí, pero en este momento soy EraserHead.

El chico puso los ojos en blanco y hablo.

-Bien, EraserHead ¿Cómo esta Ren? ¿Por qué no ha venido?

-Ella ésta en una situación delicada, como debes de imaginar...y no puede venir, justamente para salvaguardar tu seguridad.

El chico asintió con la cabeza, miro serio al hombre.