│Capítulo 16│

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–Me estás diciendo ¿qué me inscribiste sin permiso a clases de Pole dance? – Valerie solo asiente.

Me pregunto ¿tendrá cerebro? Como se le ocurre disponer de mi tiempo así, bien podría ocuparlo en estudiar más, en hablar con mis padres o pasar tiempo con Marcus después del trabajo, pero no, mi mejor amiga decidió que entrara a clases de Pole dance.

–Ándale Leanne, no seas aguafiestas, te vendrá bien, así ya tienes como consentir a tu jefecito– menea sus cejas de manera graciosa lo cual que me hace reír.

–Está bien solo porque me interesa lo que dijiste de mi jefe– reímos al unisón.

Es un edificio de 4 pisos, me imagino que se rentan locales para diferentes comercios, subimos las escaleras, gracias a Dios que no hay elevador, llegamos al piso número 3, al entrar esta un pequeño escritorio y una sala de espera muy acogedora, con sillones de cuero blanco, paredes decoradas con colores llamativos, masetas con plantas hermosas.

Nos acercamos al escritorio y mi amiga saca unos carnets y se los entrega a la señorita peli negra que está detrás del escritorio. Hay una puerta que divide la sala de espera con el resto de la enorme habitación. Entramos por la puerta y lo que veo es genial. Al entrar la vista topa con unos ventanales gigantes que dejan entrar mucha luz, a la derecha se encuentran muchos tubos desde el techo hasta el suelo, y en la pared de atrás un espejo a lo largo.

–Buenas noches hermosas señoritas, ustedes deben de ser las nuevas ¿verdad? – pregunta una mujer rubia, alta con un cuerpo de infarto, lleva puesto un body rojo y unas zapatillas de una plataforma gigante, la verdad se ve muy sexy.

–Sí– contesta Val –somos Leanne y Valerie– agrega

–Ok hermosas señoritas. En la puerta del fondo está un vestidor, allí pueden cambiarse y hay un estante con zapatillas pleaser, pueden escoger las que quieran– sonríe

Mi amiga me jala de la mano hacia la dichosa puerta, no sé qué ropa piensa que me pondré, no traigo nada, apenas que quiera que me quede con mi ropa interior y aparte no quiero usar esas zapatillas me caeré en cuanto me las ponga, maldita sea la hora cuando entre a este edificio. Bufo.

Al entrar veo muchos casilleros, y si en la pared del fondo está el dichoso estante con las dichosas zapatillas pleaser. Ruedo mis ojos.

–Mira Lea no empieces con tu negatividad– me amenaza Val

–Mira tú– le apunto con mi dedo –ni siquiera traigo ropa y no saldré con la ropa interior– espeto

–Lo bueno que tu amiga viene preparada.

Hay por favor no. Pero si, en su bolsa trae dos bodys, uno color rosa y otro negro, es que está mujer pensó en todo.

–Quiero el negro– me apresuro

Val rueda sus ojos y me da el negro, empiezo a quitar mi blusa y falda, las doblo y las meto en mi bolsa, mi amiga hace lo mismo, con vergüenza me quito mi ropa interior, porque da la casualidad que no hay un baño para desvestirte, me imagino que las demás mujeres que vienen ya traen puesto su body, porque si no es así que pena que se vean entre ellas, que igual somos mujeres, pero no podemos andar exhibiéndonos así nomás por que sí.

Pongo rápido mi body negro, que se me mete un poco en el trasero, parece más de tanga que de otra cosa. Valerie tiene una sonrisa de oreja a oreja, parece que le emociona mucho aprender el Pole Dance.

Camino hacia las zapatillas pleaser y no se cual escoger, hay muchas todas diferentes, hay de solo un color, otras de dos colores, unas con diamantes incrustados. Son tantas que no se cual elegir. Mi amiga agarra unas de color verde limón. Muy hermosas. Me sorprende que sean de su número, a ver si encuentro para mí.

MARCUS ( completa) (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora