│Capítulo 35│

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-Quita esa maldita cara Leanne, ¿sabes?, me estoy arrepintiendo mucho de haberte invitado- espeta molesta

Pero es que Valeri no entiende, yo en verdad no quería venir, pero como es de costumbre a esta mujer no se le puede decir que no, el no para ella no existe, no sé cómo le hace pero siempre lo transforma en un maldito sí.

-Valeri ni me reclames nada, te dije desde temprano QUE NO QUERÍA VENIR- recalco las últimas palabras. Ganándome un bufido de su parte

-Eres una jodida aguafiestas- dice achicando sus ojos en mi dirección –mira, ve el antro, está lleno de gente joven, como nosotras Leanne ¿Por qué si sabes que aun eres joven verdad?- yo solo asiento con mi cabeza

Le echó un vistazo al bar y la verdad está lleno de jóvenes, unos que a lo mejor ni llegan a los 20 y ya están más borrachos que un señor de 60 años. Pero no me importa. Yo de verdad juro que no quería venir, prefiero mil veces estar viendo una película romántica que me haga llorar, que estar aquí aguantando a la mirada pervertida de todos estos hombres.

Y no fuera mi caso si Valeri no me hubiese obligado a ponerme un vestido súper corto pegado a mi cuerpo.

-¿A qué hora llegara el Dr. Montenegro?- pregunta meneando sus cejas

-Ni idea- expreso sin interés

-Ya por favor Leanne, tomate con tranquilidad todo eso, es más voy por un trago para que alivianes tu mala vibra, vas a espantar al podre doctor cuando te vea con ese semblante- yo solo puedo bufar.

Creo creer que se cuál es el motivo que me tiene de tan mal pelo. Y claro tiene que ver con Marcus, como no, si todo gira alrededor de ese maldito hombre. No, no es cierto no es maldito. Es solo que hoy no me mando un ramo de rosas y yo jodidamente lo esperaba tan ansiosa, me he acostumbrado que me mande arreglos todos los días y hoy se olvidó, se olvidó de mí.

Sabes que de ahora en adelante me declaro tu enemiga, no puedo creer que tú y yo seamos la misma persona. Córtalas.

Bufo una vez más.

-Hola- me saca de mis pensamientos la presencia de Carlos. Como puedo le sonrió y él se acerca para besarme la mejilla. Se sienta a un lado de mí. Muy juntito demasiado junto.

-¿Tuviste problemas para venir?- la verdad pregunte cualquier cosa para hacer el ambiente menos pesado y sobre todo para mostrar aunque sea un poco de interés.

-La verdad no, hoy no me tocaba guardia así que, por eso me tienes aquí- me sonríe y creo que es tiempo de empezar a relajarme, así que le devuelvo la sonrisa.

Y así es como me quedo platicando con el mucho tiempo, de verdad diría que ha pasado una media hora y Valeri aún no se puede hacer presente con el supuesto trago que me traería para quitar mi mal humor. ¿Le pasaría algo? Solo espero que no esté haciendo nada tonto, como por ejemplo; besarse con alguien, no, no debería de pensar eso de ella, pero juro que si me cuenta algo parecido, la regaño peor que su mama cuando no lleva la ropa sucia al canasto.

Volteo mi cara para buscar a Valeri con la mirada y es cuando la veo que viene acompañada de... Dios no, ¿Por qué?

Viene muy sonriente caminando con Jack de la mano y atrás de ellos mi peor tormento; Marcus. Juro que me siento muy tensa, puedo sentir cada musculo de mi cuerpo tensarse por su presencia y sobre todo porque Carlos también está aquí, no quiero que esto se convierta en un rin de pelea.

-Amiga aquí está tu Margarita y...- se queda muda, creo que apenas acaban de hacer sinapsis sus neuronas cuando ve a Carlos a mi lado –oh hola Carlos ¿Cómo estás?- pregunta acercándose para saludarlo.

MARCUS ( completa) (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora