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Lo separaste empujandolo de sus hombros

Él sujetó tus brazos evitando que te separes demasiado y volvió a unir sus labios con los tuyos.

Entre un pequeño forcejeo lo lograste apartar.

-"Rintaro!" le gritaste frunciendo el ceño "Es obvio que estas ebrio, y, o, drogado, no quiero darte una patada en el trasero y echarte en este estado pero si sigues con esa actitud no me dejarás mayor alternativa!"

Él no te dio ninguna respuesta, simplemente te sujetó con fuerza y te abrazó, apoyando su rostro en tu hombro.

-"No me pienso ir"

-"Mañana te voy a patear el trasero tan fuerte que no que no te vas a poder sentar por dias hijo de perra"

Escuchaste una risilla de su parte.

-"Me agrada ese lado tuyo"

-"Sueltame, vas a dormir en el sofá"

-"No"

-"Como que no? Desde cuando mandas tu en mi casa?"

-"Voy a dormir contigo"

Respiraste profundo, viendo que no tenías otra escapatoria aceptaste.

Sin que él te suelte fueron a tu cuarto y allí se desplomaron en la cama.

Lo viste acomodarse a tu lado y cerrar los ojos.

-"Oye tu me debes pagar lo de la otra vez!" dijiste pero cuando lo moviste notaste que ya ze habia quedado dormido "te lo reclamaré mañana..." suspiraste viendo su rostro

Sonreiste levemente, no sabías porque, solo lo hiciste.

Te lograste acomodar a su lado y continuaste con tu sueño.

No pasaron muchas horas hasta que Taro regresó al cuarto y empezó a lamer tu mano pidiendo que re llenes su plato con comida, a eso de las 9 de la mañana como normalmente lo hacía.

Te escapaste del agarre de Suna que ahora era mucho más suave y te dirigiste a la cocina para alimentar a tu cachorro.

-"Oye no creas que me olvidé lo que hiciste ayer, mordiste muy feo a Suna" lo reprendiste y notaste como se sento con las orejas bajas

Acariciaste su cabeza y le sonreiste.

-"No lo vuelvas a hacer, recuerda lo que te enseñé" besaste su frente y le diste su plato con comida

Bostezaste levemente y pensaste en volver a la cama, después de todo era sabado y los fines de semana no trabajabas.

Tomaste dos vasos con agua y los llevaste contigo de nuevo al cuarto, te sentaste en la cama y miraste a Suna aún dormido.

-"Despiertate, pagame y sal de mi casa" dijiste tirandole el contenido de un vaso en la cara

El chico se reaccionó de golpe terminando cayendo de la cama, no pudiste evitar reír por eso, lo viste sentarse y mirarte directamente.

-"Muy chistosa" dijo llevando una mano a su cabeza "Tienes..?"

Le extendiste el otro vaso, abriste el cajón de tu mesa de luz y le diste una pastilla.

-"Eso ayudará"

-"Gracias" respondió tomando lo que le ofreciste

-"Te piensas que eso es gratis?"

-"Mm? Ha crecido mi deuda?"

Se miraron un momento con seriedad para luego ambos soltar una pequeña risilla, no pudieron mantener la postura.

-"Me debes una comida, una noche en mi casa, y una pastilla, ha aumentado mucho tu deuda"

-"Cómo te lo puedo pagar?"

-"Primero, que ni se te ocurra llegar a mi casa otra vez en ese estado, y segundo..." apoyarse tu mentón en tu mano y pensaste unos segundos "Una cita"

-"Una cita?"

-"Todo a tu cuenta"

-"Aceptaré, pero espero que no te pongas quisquillosa"

-"Prometo que no lo seré"

-"Bien" se levantó finalmente del suelo y sacudió su ropa, cuando hizo se quejó

Miró su mano vendada y luego a ti.

-"Ahora si te duele? Taro te dio una mordida por tu agradable visita"

-"Tienes un perro?"

Rodaste los ojos.

-"Ya te lo presentaré mejor"

-"En la cita de hoy"

-"Hoy?" preguntaste sorprendida

-"Si, por qué no hoy? Salgamos"

Te extendió su mano, la que no estaba herida, cuando la tomaste él te acercó a su cuerpo y hundió su rostro en tu cuello, a la vez rodeandote con sus brazos.

-"Por la mordida de tu perro creo que me debes algo" antes de que puedas responder él siguió hablando "Que en la cita de hoy no te hagas la niña buena, me repugna"

Tardaste un momento en responder, diste un suspiro.

-"Okay" 

Happy Pills - Suna x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora