𝑫𝒂𝒓𝒌/𝑩𝒍𝒂𝒄𝒌 𝑵𝒊𝒈𝒉𝒕. ✥ ❥ Ꮠ ➜ ᎒

悪い考え ❦ 3

. . ⇢ [ 光と闇 ] ˎˊ˗ ꒰ 📎 ꒱

MALA IDEA

𖧧. ָ࣪ ◝. cap3.

— ¿no hablas?

Aquel tono ya me estaba molestando por completo, mi sangre estaba hirviendo de la furia y no creo poder aguantar otro comentario de su parte.

Su presencia me estaba poniendo incómoda más si estaba muy cerca, su pecho llegaba a rozar con el mío. A cierta vista todos aquí tenían una apariencia de pertenecer a una clase extraña clase de mafia o lo que sea, pero no era el momento de pensar en eso. En vez de guardarle rencor me dediqué a observar cada parte de él sin demostrar estar intimidada o aterrada, claramente lo estaba pero no quería aparentar estar de esa forma o podría ser peor.

Aquel chico que no me soltaba ni me dejaba respirar tranquilamente tenía el cabello negro, algo largo pero sin pasar más abajo del cuello, tenía un piecing en la ceja y otro en la nariz, y ahora que estaba viendo directamente hacia su boca pude divisar otro en su lengua. Seguía articulando palabras, tal vez groseras o molestas pero no estaba poniendo la atención suficiente.

Dejé tragar saliva al llegar a sus oscuros e hipnotizadores ojos, eran muy intimidates que podía apostar que cualquier persona ya se estaría orinando del susto.

— te repetiré una vez más— continúo este ya perdiendo la paciencia conmigo. — ¿no responderás a mis preguntas?

Sin respuesta, solo miradas.

— entonces yo tendré que hacerla hablar— sobresalté al sentir que un movimiento rápido la katana del hombre estaba apuntando una vez más a mi garganta con malas intenciones.

Otra mismísima vez.

— oye, oye— lo detiene al otro apartando lentamente la katana de mi cuello que por poco me atraganto con mi propia saliva. — no hay que ir tan rápido, Samura— volvió su mirada a mi y sus ojos mostraron cierta diversión dejando al hombre de tatuajes atrás.

Mis muñecas ya me estaban comenzando a doler, pero el las seguía presionando con sus grandes manos.

— vamos Niragi, ¿qué estás esperando?— habló otro que no podía divisar en estos momentos, ahora ya sabía el nombre del culpable que me estaba rogando oxígeno y mis ganas de vivir.

Niragi.

— ¿acaso no me puedo divertir un poco?— se acerca un poco más llegando al punto en que nuestras frentes chocaran entre sí. Este comenzó a hacer extraños movimientos de inquietud que por poco ya lo sentía estar sobre mi.