𝑫𝒂𝒓𝒌/𝑩𝒍𝒂𝒄𝒌 𝑵𝒊𝒈𝒉𝒕. ✥ ❥ Ꮠ ➜ ᎒

きおく❦ 5

. . ⇢ [ 光と闇 ] ˎˊ˗ ꒰ 📎 ꒱

RECUERDO

𖧧. ָ࣪ ◝. cap5.

~Flashback~

Estúpido juego, estúpido mundo, estúpida vida. Al menos debería estar agradecida de seguir viva, aquel juego no fué tan difícil como creí.

Habían pasado dos semanas desde que estaba en esta pesadilla de la cual deseaba despertar, estaba desesperada, estaba completamente sola, no tenía a nadie. Mi compañía ya no estaba conmigo, desgraciadamente nos habíamos separado hace unos días atrás en el campo de juego, o tal vez estaba muerta...

— no, Kuina es fuerte, Kuina es fuerte— me repetí una y otra vez abrazándome a mi misma mientras bajaba lentamente las escaleras saliendo de aquel horrible lugar donde había visto morir gente, no era sorpresa ver esto pero cada vez que un juego terminaba salía traumatizada. — ella sobrevivirá— respiré hondo sollozando. — al igual que yo— eso parecía poco creíble, ni siquiera tenía habilidades para estar en esto.

Me detuve en la calle principal perdiendo la noción, estaba perdida, no sabía cómo llegar a aquel solitario lugar donde me estaba hospedando. Quería llorar, quería gritar, quería arrojarme al suelo y pedir ayuda.

Estaba asustada.

Algunas personas que pasaban por mi lado se iban en grupos animadamente por haber ganado el juego, y al ver esto mis ganas de llorar incrementaban.

No quiero estar sola.

Me abracé a mi misma sintiendo el frío viendo golpear mi rostro dejándolo helado y como la mala suerte siempre estaba de mi lado comenzó a llover agresivamente.

Genial.

Desesperadamente busco algún lugar para poder refrigerarme pero lo único que localicé fué ver una puerta metálica abrirse dejando ver a tres chicos. Aquel lugar era luminoso, con grandes ventanales que ocupaban casi toda una pared.

Uno de los chicos se dispone a encender su cigarrillo mientras que otro arroja a un rincón lo que parecía ser una bolsa de basura, y el último se detuvo a verme con curiosidad.

Abrí mis ojos de par en par al ver que me apuntaba con su dedo índice llamando la atención de los demás. Parecían estar planeando algo por la cercanía de sus rostros y no dudé en salir corriendo.

— ¡oye no!— exclama. — no corras, no te haremos daño— me dice pero eso no me iba a detener. Corrí con todas mis fuerzas sin detenerme, no tenía rumbo alguno.