Debajo de las estrellas

Capitulo III

Dolor...

Mucho dolor...

Lagrimas salen de mis ojos...

Aire...

Quiero aire...

Me estoy ahogando...

Abro los ojos, pero no veo nada todo es oscuro.

Un reflector.

No.

No otra vez.

Un escenario...

Luces...

No... no...no

Sáquenme de aquí.

No puedo moverme.

Morire...

Esta vez si moriré...

Un grito sale de mi boca.

-Nadie vendrá estas sola- repite una voz en mi cabeza. 

Necesito salir.

Puedo hacerlo.

-No puedes, eres débil- repitió de nuevo esa horrible voz.

Siento como si alguien me asfixiara.

Intento respirar, pero todo es en vano.

Un dolor se instala en mi pecho y siento que se extiende por todo mi cuerpo. Alguien me toma de los hombros y me sacude.

Aidan.

Lo puedo ver.

¿¿Lo puedes ver??

Lo puedo ver.

Comienzo a hiperventilar.

El dolor sigue en mi pecho.

Aidan dice algo que no puedo escuchar.

Mi mente no esta aquí.

Hace mucho frio...

Todo se pone negro otra vez.

No no no.

No quiero volver ahí.

Intento respirar mas lento.

No funciona.

Sigo intentando.

Lo logre, mi visión vuelve un poco a la normalidad y veo a Aidan frente a mi, me pasa una bolsa de papel y comienzo a espirar en ella para calmar un poco el desastre que soy ahora.

Aidan comienza a frotar sus manos contra mis brazos, poco a poco el ritmo de mi respiración se fue regulando y mi cuerpo se relajo un poco.

Y cuando pensé que el ataque había pasado comenzaron los flash backs.

Las escenas de las peores etapas de mi vida pasaron una tras otra frente a mis ojos.

El teatro... el baile... las luces...todo ese día pasaba frente a mis ojos una y otra vez.

De un momento a otro estaba yendo a mi habitación a buscar lo único que calma el peso y dolor emocional que estoy sintiendo en estos momentos.

Abro el cajón de mi closet y saco una navaja, no quiero hacer esto, no quiero echar todo mi progreso por la borda, en estos meses he progresado mucho, aun así, es la única manera la única alternativa que queda, quiero que este dolor desaparezca o por lo menos se calme.