Debajo de las estrellas

CAPITULO I

El sonido de un piano llena mis oídos mientras la melodía de falling llena mi cerebro llevándome a otra dimensión, Harry comienza a cantar y me visualizo en una habitación blanca, Harry esta sentado en el piano cantando y tocando, de un momento a otro comienza el coro y pregunta ¿Quién soy ahora? Esa es una buena pregunta de la cual no tengo respuesta, me siento como un monstruo, una persona indeseable, alguien al que nadie se quiere acercar; el sigue con sus preguntas ¿Qué pasa si soy alguien que no quiero cerca? Hay veces que no me reconozco, siento que e decepcionado a todos, a mis padres, mis amigos y a mi misma, no me siento bien y siento que soy un mostruo, cada vez me rompo mas, cada vez me reconozco menos, quiero esto lejos de mi, quiero mi vida de regreso, solo quiero que esto sea una pesadilla de la cual me voy a levantar, pero se que no es así ni lo será.

Abro los ojos cuando se termina de reproducir la canción y lo primero que veo es el techo negro con pequeños puntos o destellos blancos, recuerdo que lo pinte antes del accidente; el techo representa un viejo sueño, creía que debajo de las estrellas todo podía ser posible, los sueños se cumplirían, los miedos se esfumarían y solo seriamos yo y las estrellas, mas bien yo bailando debajo de las estrellas en una pradera verde, solo yo y la esencia de esos puntos blancos titilantes en el cielo, ese sueño termino siendo aplastado en el bote de la basura junto a mis otros sueños; de un momento a otro mis ojos se cristalizan y termino llorando mirando al techo y recordando todo, eso solo hace que me sienta impotente y decepcionada de mi misma; me limpio las lagrimas y me sobresalto cuando escucho el timbre de un celular que no es el mío, volteo hacia la puerta y un Jasón recargado en la puerta me mira curiosa.

-UPS!!! Mi error- silencia el celular y permanece mirándome expectante

- ¿Cuánto tiempo llevas ahí Jasón? - digo con los ojos rojos y sorbandome la nariz

-El tiempo suficiente para saber que estuviste llorando- dice adentrándose a mi habitación y sentándose en la orilla de la cama

-No debiste haber visto eso- digo avergonzada

-No debes avergonzarte de llorar es algo natural que todas las personas hacemos- dice viéndome a los ojos transmitiendo la calma y serenidad que lo caracterizan

-Solo... sabes que llorar me hace sentir débil- digo encogiéndome de hombros

-Lo se, pero tu también sabes que todos los seres humanos tenemos momentos de debilidad y eso no esta mal

-Puedes dejar de decir cosas como esas me haces sentir un poco estúpida- digo haciendo un ridículo puchero

El comienza a reír

Jasón a sido mi apoyo y una de las únicas personas a las que aun puedo llamar amigo, la mayoría de las personas a las que consideraba amigos se fueron de mi vida después del accidente, dejaron muy en claro que no iba a ser nadie después del accidente y lamentablemente me lo creí; ahora estoy en un punto muerto en donde no avanzo por miedo al fracaso y estoy al borde de retroceder.

Jasón me ayuda y me comprende mas de lo que quisiera, se preocupa por mi y me levanta el animo... bueno al menos lo intenta; me ayuda a progresar y cree en mi, cree que mejorare que podre seguir mi vida, tiene esperanza y es una de las cosas que admiro de él, esa mirada que me alentaba a seguir en rehabilitación, el apoyo que he recibido de él a pesar de lo que paso a su familia eso me dice mucho de él.

Jasón no me trata diferente, nunca me a tratado como un monstruo o una suicida, solo me trata como May su amiga de la infancia, una chica normal de 16 años.

De repente veo unas manos frente a mi rostro

-Siempre tan pensativa May- dice aplaudiendo frente a mi rostro sacándome de mi transe