Capitulo 3

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-Gracias. -Le dije frío a Jungkook y él sólo me dio una sonrisa forzada. Fui a donde estaba Jimin, ignorando todas las miradas.

-¡Taehyung! ¡Viniste con Jungkook! Hubieras visto la cara de Jennie, casi se muere de celos. - Dijo Jimin sonriente. Jimin, antes solíamos ser amigas. Desafortunadamente le conté lo de mi beso con Jungkook. ¡Maldito niño de trece años que le contaba todo a sus amigos!.
Por los menos maduré en ese aspecto. Desde el año pasado el ha estado detrás de él y digamos que odia a cada una de esas chicas que se acercan a él.. ¡Mierda! Ella sabe de ese beso y vernos llegar así..
¿En qué me he metido?

-Solo me ofreció a traerme y ya, Jimin. -Dije frío.

-Sí y por dentro estabas saltando de la emoción cuando te lo pidió. Al igual que yo cuando vi la cara de esa estúpida. -Dijo mi amiga y yo reí.
Ella me conocía muy bien.

Entramos a la universidad y como odiaba la maldita atención. Nos dirigimos al auditorio en donde teníamos una reunión toda la universidad. Me senté con mi amiga y hablamos mientras esperábamos que todos se sentarán y mantuvieron silencio. Hasta que la señora Grenwich empezó con su discurso.

Jimin y yo nos encontrábamos sentadas en una de las mesas alejadas de todos. Sí, después de varias horas aburridas, ya era la hora del almuerzo. Vimos entrar a Lucas, seguido por mi hermano, Namjoon, Baek y unas otras chicas. Mi hermano se acercó a mí, mierda, ahora toda la atención se centraba en nosotros.

-Tae, no te puedo llevar a casa hoy. Es que tengo que hacer unas cosas y.. -Lo interrumpí-.

-Como sea, Hyungwon. Iré caminando a casa si es lo que te preocupa. -Dije seco. Subí la mirada y ahí estaba Jungkook a su lado, mirándome fijamente, sólo que Jennie lo estaba abrazando- Ah y no me vuelvas a llamar Tae. -Odiaba recordar el pasado, mi mamá fue la primera en ponerme ese apodo.

-Perdón y gracias hermanito. -Dijo y me dió un beso en la frente. Todos se alejaron y se sentaron en su mesa. Jennie se sentó en las piernas de Jungkook y era obvio que sentía celos. No puedo creer que después de todos estos años sigo enamorado de él. Ese beso. Ese Maldito beso fue el causante de todo.

-Taehyung, te estoy hablando. -Dijo Jimin y yo quite la mirada de ellos.

-Oh, losiento..

-Jungkook, Jungkook, Jungkook.. -Dijo Jimin y yo solo rei a carcajadas.

En la salida, guardé algunos libros en mi casillero mientras hablaba con Jimin. Me despedí de él y empecé a caminar, vi a Hyungwon hablando con sus amigos y unas chicas. No me quería ni imaginar que harían hoy. Claro, viernes. Eso lo explica todo. Mi hermano me miró y me sonrió. Estúpido. Yo le doblé los ojos y seguí caminando. Pasé por un café que quedaba cerca de casa y pensé, ¿por qué no?
Entré y pedí unas galletas con chispas de chocolate junto a un café. Me senté en una mesa alejada y empecé a comer, tenía bastante hambre. Un chico de cabello un poco liso, cabello negro y ojos de casi el mismo color se sentó en mi mesa. ¡Sí, en la mía!.

-Hola, pues como somos las dos únicas personas aquí y tu estas solo al igual que yo, pensé que podía sentarme aquí contigo. -Dijo y me sonrió. Su sonrisa era hermosa. Yo también sonreí y envidiaba tanto su seguridad en sí mismo. Yo jamás habría hecho lo que él hizo.

-Hola, tranquilo. Pues para empezar me llamo Taehyung ¿tú?

-Me llamo Yoongi. ¿Y que hacías solo aquí?

-Pues probablemente lo mismo que tú. -Dije y él sonrió al instante.

Y así duramos toda la tarde metidos en ese café conociéndonos. Yoongi era muy divertido, hce tiempo que no tenía una conversación así con alguien. Al parecer teníamos el mismo gusto musical, a los dos nos encantaba  Simple Plan.

-Muero por su último CD. -Dijo mirándome a lo que yo sonreí.

-¿Sí? Pues yo a mi padre se lo pedí y el pensó que a mi hermano también le gustaba, por eso compró dos. Lo que me lleva a que obviamente uno no lo uso y... -El sólo sonreía.

-Taehyung, ¿en verdad?

-¡Sí! Ven, si quieres acompáñame a casa y te lo doy. Aparte ya oscureció y la casa está sola ya que mi hermano salió con sus amigos. -Dije y empezamos a caminar a casa. Reíamos por cualquier tontería en el camino. Debo admitir que el era genial.

Lo agarré de la mano mientras corríamos hasta que por fin llegamos a casa entramos y.. ¿Que hacían ellos aquí? ¿No se supone que estarían de fiesta o algo así?

Eres Mío, PequeñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora