carta N°3

111 3 0
                                    




Me quedo callada, cuando por dentro

grito, chillo y me retuerzo ante lo que acaba de pasar. No puedo más. ¿Hasta donde puedes llegar? Iba a olvidarte, eras pasado, un pasado duro, intenso, que deja una huella permanente.

María me acompañó a casa y se quedó, como siempre, a mi lado, aguantando una vez más mis lágrimas y toda la rábia que tenía acumulada. Es la única que pase lo que pase, siempre se ha mantenido cerca mío. Mi ángel de la guarda, mi segundo "yo", la que me complementa en todo.

Recuerdo que cuando éramos muy pequeñas, creo que en primaria me levantó del suelo, después de que me diera un balón en la cabeza.

- ¡Oye! Ven, levanta.- dijo ofreciéndome su pequeña y frágil mano.- Todos los chicos son tontos. El que te acaba de pegar era mi ex, le dejé porque le ha regalado una margarita a Laura, esa, la de las coletas. ¡No me cae bien!

Tenía su gracia desde pequeñita, siempre tan directa, lanzada y honesta. Todo lo contrario de mí.

Estaba durmiendo ya a mi lado mientras yo me acababa un paquete de Marlboro.

Son las 4:37 de una noche fría. Mientras observo el techo de mi dormitorio veo las marcas de pegamento y hojas arrancadas. Antes esa parte de mi habitación estaba llena de fotos, nuestras, si lo recuerdas. Formaban un rectángulo enorme.

Hace aproximádamente tres años...

- Diría que quieres imitar a Mario Casas en la película de " 3 metros sobre el cielo"... - le dije intentándo picarle.

- ¿Estás comparándome con el típico malote rompe corazones ese?

Cariño, ¿pero me has visto bien?, ¡ya quisiera parecerse él a mí!- contestó de la manera que esperaba que lo hiciera.

- No claro, ¡tú no tienes nada que ver! Ni la chaqueta de cuero, ni tu moto, ni ese aire de chulo tienen algo que ver con él, ¡anda! ¡Pero si hasta una ex tuya se parece a Babi!

- Bueno si lo miras así... Hasta tienes un parecido con la chica de "Tengo ganas de ti", esa... ¿cómo se llamaba?

- Clara Lago.

- ¡Esa! Pero nosotros no tendremos el mismo final que el de la película. Estoy, además, muy seguro que lo nuestro no tendrá final, ¿sabes? Como si nos prometiéramos un "siempre", pero sin ser tan cursi.

Has demostrado lo que significa un siempre para tí.

La vida no es una película, no puedes cambiar el gión a tu gusto, ni poner "Pausa" y luego volver donde estabas antes. No puedes venir y volver a pedirme que todo sea como antes.

Ya son las 6:23. Me quito los auriculares y oigo el timbre sonar, una vez, dos veces... Me acerco a la puerta y solo veo una sombra marcharse, veo una chaqueta de cuero y un casco de moto en la mano derecha. No... no puede ser.

Lunes, 24 de febrero, 734 días sin ti.

--- días sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora