carta N°8

184 2 0
                                    

Hoy, intentaré reunir todos mis más sinceros pensamientos en una carta, mi amor hacia ti, mi fuerte dolor de querer tenerte y no perdonarte a la vez. Me pondré música, sacaré viejas fotos, buscaré en la papelera para encontrar cartas de amor destrozadas, esparciré tu perfume por toda la habitación y por mi cuerpo para que no se vaya en toda la noche, lo haré y juro que esta vez dejaré la rabia de lado. Cedaré paso al amor que tantos años no se escapa, ni disminuye, ni mucho menos cambia de forma, sigue igual, pero guardado muy adentro de mi corazón, debajo del dolor y la tristeza y probablemente, de todo mi orgullo.

Amor. No conocía realmente todo lo que embarga esa palabra. Porque para mí, Alex, eras vida, alegría y fuerza. Me mantenias de pie, en pocas palabras. Que me daba igual todo y me daban igual todos, porque tú, te hiciste dueño de mi mundo, diste un giro de 360° a mi vida, así como si nada. Rompiste todos mis esquemas, mis ' hazte la dura ', mi jodido orgullo desaparecío para dejar libre su sitio a la necesidad. Necesidad de verte, de sentir el tacto de tu vello erizado cuando me besabas, de ver tu sonrisa las 24 horas del día y quedarme con ganas de más. Eras alegría en estado puro.

Disfrutábamos tanto juntos. Recuerdo nuestros pequeños momentos de guerras de espuma en la ducha. Tus brazos envolviéndome mientras dormíamos. Bailar, en el salón pequeño de mi casa, con "Say Something" de fondo. Ponerme tu ropa, porque olvidaba la mía o, porque me encantaba hacerlo, en fín, son innumerables los momentos que me daban la vida, los que compartíamos y los que ahora anhelo.

Es difícil de explicarte lo muchísimo que has significado para mí. ¿Recuerdas las veces que me despertaba por la noche llorando y te abrazaba? Soñaba que te perdía, o simplemente lo intuía. Era un dolor tan fuerte, que aún en sueños resultaba desatroso.

Pensaba que sería un sentimiento efímero, que todo esto del amor, como decía mi madre: " Es más lo que queremos creer que es, de lo que en realidad sentimos y se pasa con el tiempo", pero no, es amor, lo sigue siendo. ¿Y cómo lo sé? Ni yo, ni nadie, consigue saber cuánto quiere a una persona, sin perderla. Ya sé que suena muy exagerado, pero lo he comprobado. Te he querido, Alex, pero ha sido, en el momento en que te has ido, cuando he descubierto lo que te quiero. Que esto supera, límites y fronteras. Que vas antes tú, que yo y que todos, por muy irreal que suene.

Te necesito.

Necesito oírte reír y verte sonreír. Necesito ver el brillo de tus ojos al mirar a los míos.

Necesito tu voz, necesito tus "No te dejaré ir" .

Necesito creerme todo.

Esto es demasiado, intento sacar fuerza y continuar con mi vida de alguna manera, pero no puedo. No podré.

Inspiro, me lleno de recuerdos.

Ven, ayúdame a deshacer la cama. Desabróchame los miedos y bésame con esperanza. Y que nuestros cuerpos pierdan principios y finales. Aférrate a mí otra vez, como si de un salvavidas se tratase. Adéntrate en mi sueño y conviértelo en pesadilla, tan tuya y tan mía. Piérdete en los recuerdos que compartimos.

Te he querido tan sinceramente, sin dudas, ni prejuicios; sin aliento, con fuerza y con garra; con tus besos como escudo y tu antebrazo como almohada; con tu aliento de oxígeno y sin miedo a perderlo.

Y te quiero con el mismo amor que antes, apostando un brazo porque no me fallaras, deslizándome a la vez, lentamente en mentiras, pero, esta vez con amargura. Con inseguridad de mi misma, sin tu pecho de respaldo y con un hueco vacio al lado izquierdo de mi cama. Porque si me faltas tú, me falta la sonrisa, la alegría y es como si no estubiera en el mundo. Porque recuerdo que me preguntaron una vez:

— Si tuvieras que elegir entre salvar el mundo o el amor de tu vida, ¿quien salvarias?

Dije que salvaria al mundo, a mi mundo, que siempre serás tú. Porque nunca te prometeré un siempre, ni que moriremos juntos, pero lo que te prometo es que...

Siempre, tendrás las llaves de

mi casa como plan de escape de tu  vida. Y por si no te decides, siempre te dejaré la puerta abierta, aunque haga frío. Porque también te prometo ser la manta que te arropa y te hace sentir seguro;

tu billete de lotería, si te entran dudas;

tu poesía, llena de hipocresía

el chocolate de tus ansias

y el amor de tu vida.

Lo más seguro, es que te quiera toda mi vida, que envejezca rodeada de nuestras fotos, escuchando tu canción favorita y llamándote para, solamente oír tu voz.

Mi chico, el amor de mi vida, no puedo. No puedo seguir así, no puedo continuar con esto. Es tan grande nuestro amor que todo recae sobre mí y me aplasta, cuando yo... cuando yo te necesito para compartir la carga, para hacer más fácil el viaje o para que me embellezcas la vida. Y dime, si te quedas, ¿ lo harás para siempre? ¿Preparo un café o preparo mi vida?

Poco más puedo decir con palabras, de nuestro amor. Ha sido como los de película y para mí lo sigue siendo, aunque  sin su final feliz habitual, ¿o no? Bueno, pero eso ya no depende solo de mí, si no de ti, o más bien de los dos.

Te quiero, como en realidad se quiere, por y para siempre.

Jueves, 27 de febrero, 737 días sin ti.

--- días sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora