007

200 27 5
                                    

Lo dejaras que se quede hasta que esté bien okey? Solo hasta que esté bien.

Y si, ese era yo hablando con mi conciencia mientras llegaba del supermercado con bolsas llegas de comidas.

Me detengo a unos metros de la puerta de mi apartamento y maldije en voz baja.
No quería regresar, no quería entrar y volver a crear en esas estúpidas palabras que ya estaba acostumbrado en escuchar.

Me golpeo delicadamente la cabeza pero como tenía la capucha puesta con una gorra, para que nadie me reconozca, no me dolió tanto.

Suspiré y seguí con mi camino, saque las llaves y un segundo antes de abrir la puerta me detuve, pensé muy bien; si era bueno entrar o salir corriendo como la buena gallina que era.

Era obvio que tenía que escoger la primera por que no sabía dónde ir aparte de regresar a Busan, lo que no estaba en mis planes.

Abrí con pesar y lo primero que llego a ver es a Yoongi sin camiseta, con su pantalón apenas llegar a la cintura. Y aunque me he lo visto miles de veces así antes, no pude evitar sonrojarme.

Finji tocer, llevándome el puño a mi boca, para llamar su atención. —Ya llegue —avise y se dio la vuelta sin ningún expresión en si cara, como siempre estaba acostumbrado.

—Vi algunos de tus proyectos —comento descaradamente moviéndose de aquí para allá mientras yo me encaminaba a la mesa y dejar todas las bolsas ahí. —Son muy buenos —y podría decir que ese era el primer halago de su parte para mí, aunque nunca era capaz de darme la mirada.

—Deja de revisar mis cosas —lo regañe, como un niño pequeño, saqueandome la gorra y la polera ya que hacía mucho calor aquí adentro.

—No estaba revisando —solto de la nada cuando nos quedamos sin hablar —Solo estaba viendo —dijo y claramente vi que murmuro algo al final pero no logré escuchar.

Adorable, pero estúpido.

Otra vez nos quedamos en silencio; conmigo haciendo algo de comer lo más rápido posible antes de la hora de entraba a la universidad. Y con él siguiendo, por más que lo negará, revisar cada cosa de mi escritorio.

Los dormitorios de la universidad eran tan pequeños que solo alcanzaba para mi cama y el escrito, casi junto a la cocina. Y obviamente el baño, que también era pequeño, por eso lograba ver cada movimiento de él.

Me sumergí en mis propios pensamientos que deje de observarlo o de preocuparme de lo que hacía o no.

Estaba jodido hasta por los huesos y eso está más que claro. Y solo por la simple razón de tenerlo aquí, en mi apartamento, mi escondite, mi zona segura, no era bueno.

Mientras más me acordaba en las incontables veces que me engañó, diciéndome cosas realmente importantes para mí, con más fuerza cortaba la papa, hasta llegar al punto de cortarme.

Que idiota.

Emití un chillido cuando el, muy bien conocido del, ardor empezó a correr por todo mi cuerpo.

Ah, y también apenas unos segundos ya tenía a Yoongi a mi lado preguntando que me había pasado.

Lo mire obvio, y enojado por su pregunta, señalando mi dedo ensangrentado —No pasó nada —dije sarcásticamente y con aburrimiento.

Se rió un poco y con cuidado agarró con mi mano —Tienes que tener más cuidado —hablo simple sin preocupaciones.

Me jalo pero me quedé en mi lugar, impidiendo que me vaya con el.

—Jimin —hablo como advertencia. —Dejame curarte.

—No.

¿Que? ¿En serio había dijo eso?

Me quede paralizado en mi lugar, sin hacer o decir algo.

—Jimin —Y otra vez su advertencia.

¿Por que lo notaba como una amenaza? ¿Por que me miraba así? ¿Por que suspiró y se llevó las manos a su cara, como si estuviera controlando? ¿Acaso seguía drogado o borracho?

Se acercó con intenciones de agarrar mi mano pero no lo deje —No me toques —susurre.

—Solo estoy tratando de ayudarte.

—No pedí tu ayuda. —lo mire a los ojos —no quiero tu ayuda.

Él suspiro y se llevó las manos a la nunca, mirando al techo.

—Jim-

—Creo que ya es hora que te vayas. —dije mirándolo directamente a los ojos.

No quiero que se quede más tiempo por que estaba seguro como terminaría; conmigo cayendo en sus encantos y con él que no iba a tener ni siquiera un poco de culpabilidad.

—Jimin —me llamo y me hizo un gesto para que me acercará —Ven.

Me negué en su totalidad desde el primer momento pero me jalo y en cuestión de segundos estaba en sus brazos.

—Te amo.

A este paso podría decir que esta era su cuadrada más conocida que tenía, la trampa perfecta para tenerme en su mano a cualquier.

Y con cualquier me refería a mi, su estúpido amante.

Me quede llorando en su pecho y por un momento de estos últimos días, me sentí la persona más feliz del mundo al escuchar esas palabras.

Por que por más que lo negará, mi corazón seguía perteneciendo a él.

Aunque me destruyera amarlo, lo iba seguir haciendo.

Y ahí te das cuenta la clase de persona que te puedes convertir solo por alguien.

Muchas gracias por leer.
No se olviden de votar y comentar si les gusto.

気をつけて!

TOXIC | YOONMINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora