Tine en adultolandia

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Los dos chicos estaban en el aeropuerto esperando a que su vuelo estuviera y poder irse de una vez, uno estaba muy molestó y el otro con una enorme sonrisa escribiendo en su celular, estaba etiquetando a Sarawat en unas fotos para que todos vieran que él iba ir a New York.

Obviamente Sarawat no quería que publicara esas fotos por que eso significaba que lo verían con él.

Sarawat lo miró un segundo y volvió a girarse a esperar y continuar viendo a la gente que pasaba cerca del lugar.

Era lo mejor que podía hacer.

—Sabes, me volví a besuquear con Tine, fue increíble, él me besó primero—habló Mil muy contento.

—Me vale mierda—Contesto Sarawat sin interés.

Eso hizo a Mil reír un poco.

—Estás celoso de mi.

Sarawat rodó los ojos haciendo al otro sorprender.

—¡Entonces estás celoso de Tine!

Sarawat lo miró sin alguna expresión.

—No, me das asco, tienes cara de guayaba hervida.

Dijo y a Mil rápidamente le cambió la cara, se había molestado por eso.

—¡¿Qué!?

Su vuelo estaba a punto de salir y estaban ya llamándolos.

—Después me reclamas, ya es hora de irnos.

Sarawat se levantó de la silla donde estaba y se fue de ahí dejando un poco atrás a Mil quién salió corriendo persiguiéndolo.

Por otro lado en una pequeña cabaña  estaban cuatro chicos, uno encima de otro en la misma cama, Tine estaba en medio de todos.

—Hey, me están encajando un codo.
—Quíen ya no aguante va lavar los trastes.
—Tus cosas son demasiado aleatorias.
—Ugh, Fong no me toques el trasero.
—Lo siento, Tine.

Dos chicos estaban ya instalados en la casa del padre de uno de ellos, la casa era bastante cómoda y linda, eso los hizo sentir bien, estar ahí se sentía bien. Él de piel más blanca fue el primero que se acomodó tirándose encima del sillón que estaba en la sala, él otro chico suspiró con fastidio y le dijo que se levantará de ahí y que lo ayudará con los otros deberes que tenían que hacer,  si pensaba estar con él tenía que ayudarle hacer los deberes que su padre le había dado y no quedar mal con, el otro chico aceptó aunque muy muy apenas lo que él quería era divertirse al menos un rato se acaban de bajar del avión y pensaba que tenían que descansar aunque fuera tan sólo una hora

—Vamos, descansemos un poco.

—No, Mil, tenemos que hacer lo que mi padre dijo, creí que te mandó aquí para ayudarme.

—Dijo que sería tu apoyó emocional, a eso vine.
—¿Apoyo emocional?
—Sí, eso dijo tu padre.

Sarawat lo pensó un poco pero lo dejó pasar.

—Olvida eso ya, trabajemos.

—Sarawat, son las 9pm, tengo sueño, estoy cansado, hay diferencias entre la hora de Bangkok, son doce horas aquí es ayer.

Sarawat le miró sin alguna expresión en el rostro y asintió.

—Ajá, ponte a trabajar.

En verdad no quería hacer nada así que de vez en cuando se distraía con su teléfono mandando mensajes a su "novio" y demás cosas que al otro le irritaba bastante, Así que lo comenzó a regañar.

—Dije que te pusieras a trabajar, deja de mandar mensajes a Tine, se acaba de levantar seguramente, está en ese campamento, dejalo respirar un poco.

—Por si sabes no estoy hablando con él, en el campamento les quitaron sus celulares, estoy hablando con chicos de mi clase.

—Ajá.

Seguía bastante desinteresado.

—¡No seas así de desinteresado!

Sarawat tomó su celular de la mesa púes esté estaba vibrando, le hizo una señal de silenció a Mil y este hizo caso.

—Padre ¿Qué necesitas?

—Solo quería saludar a mi hijo y tambien pon el celular en altavoz, quiero oír la voz de Mil y saber que está ahí.

Sarawat asintió y dejó su celular en la mesa poniéndolo en altavoz.

—¡Mil! ¿Estás ahí?

—¡Sí señor! ¡Llegue aquí a la misma hora junto su hijo!

Mil hablaba como un soldado haciendo sonreír al padre del otro.

—Me alegra oir eso, esperó que los dos se puedan ayudar en el trabajo y no los este interrumpiendo ahora mismo pero... Deben estar muy cansados.

—Sí, estamos muy cansados, le dije a Sarawat que lo hiciéramos mañana, pero el insiste hacerlo ahora, justamente cuando llamó estabamos comenzando.

El padre habló con bastante sorpresa.

—¿¡Estoy interrumpiendo!? Les colgaré de inmediato para que continúen, pero les dejé un detallé en la habitación de la casa.

Sarawat ya estaba comenzando a notar extraña la platica de esos dos.

—Sarawat, él está muy inspirado está noche, me insistió mucho para que lo hicieramos hasta que accedí, eso debe merecer un castigo.

El padre de Sarawat comenzó a soltar pequeñas risas nerviosas y también comenzando abanicarse con una hoja.

—Aish ¿Cómo puedes hablar tan libremente Mil? Eres un desvergonzado, pero si crees que mi hijo merece un castigó tu tienes la palabra.

Sarawat por fin comprendió la situacion y abrió sus ojos con mucha sorpresa y algo... Asustado.

—Papá ¿Qué crees que estamos haciendo Mil y yo? Lo qu-

El mayor lo interrumpió.

—Eh, eh, eh, hijo, realmente no quiero saber, solo ten cuidado, usa preservativo, no quiero nietos no deseados.

Mil entendió eso y se quedó helado al imaginarlo. El padre del chico colgó la llamada sin dejar decir algo más a los chicos.

—Pense que había dicho que nos creía mejores amigos...

—¡Somos hombres, no puede haber un hijo!

Sarawat tomó de la mano a Mil y se lo llevo arrastrando al cuarto donde se suponía que iba a dormir solamente uno de ellos pero buscando más habitaciones solamente con la mirada vieron que solo estaba esa, él de piel más tostada entró a la habitación y  prendió las luces del cuarto. Sobre la cama había una enorme caja de preservativos algo que hizo asustar bastante a los dos.

Sarawat masajeo su frente con dos dedos y algo irritado murmuraba bastantes cosas.

—Papá... ¿Qué rayos piensas de mi?

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¡Gracias por Leer!