😲Perdido -Mangelito-😲

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A pedido de yurdadisgay, un mangelito para la gente ;)

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La llegada de los héroes suponía que sería para la unión de las fuerzas, pero el destino tenía otros planes. Un joven de cabellos anaranjados se pasaba mirando a cada rato al muchacho de pelo morocho, desde el día en que llegaron este no dejaba de observarlo. Era como un depredador mirando a un inocente ciervo, Desde esos días, quien era observado se sentía incomodo, hasta su mejor amigo se preocupaba por el estado de su compañero.

Se sentaron en el banco del parque que hay en el pueblo de Karmaland, y empezaron a hablar sobre sus construcciones mientras que uno de los dos acariciaba a un perro blanco cuyo nombre era PipiStrada. El que estaba teñido de blanco empezó a abrazar a su amigo con su brazo izquierdo.

-Rubiuh, ¿qué haces? – le preguntó mirándole a los ojos.

-Yo solo... Quiero que estés más cerca – le respondió al mismo tiempo que en los arbustos se movía otra persona – Mangel, ¿sabes qué es lo mejor que he visto? – este le negó con un 'no' – Tus ojos.

-¡Padre! – le gritó un pueblerino al teñido – Necesito su ayuda, por favor – no le quedó otra que ir.

-Mangel, espérame que el deber me llama – le pidió con una sonrisa.

El joven se quedó sentado, mirando a la pantalla de su teléfono. Los ruidos provenientes de los arbustos se lo advertían, pero este seguía en sus pensamientos '¿Mis ojos?' Se acarició la nuca al sentir un escalofrío de advertencia, luego la niña de vestido celeste seguía jugando en su bicicleta, cantando una y otra vez desde que los vio: "Cinco vueltas daba el cerdito, cuídate de Lolito, los pajaritos cantaban finito, se acerca Lolito." Seguía con el celular, chatendo con Alexby sobre su futuca choza en la playa, hasta que...

A LAS 20:00 HS...

EL teñido caminaba de aquí para allá, delante de la recepción de la comisaría, esperando impacientemente al comisario de torso desnudo. Llegó el policía de antifaz de búho y, al verle inquieto y preocupado, se le acercó.

-Rubius, ¿está todo bien? – le negó con la cabeza – Se nota, ¿mataron a alguien, una mina o qué?

-Mangel no contesta desde hace dos horas – le contó con tartamudeo, su amigo le pidió que respire profundo pero no le hizo caso – hace tres horas lo dejé en el parque, le mandé mensajes y nada, lo llamé y nada – le dijo mientras jugaba con el acetato del cordón de su suéter.

-¿Sabes que para denunciar la desaparición de alguien tienes que esperar cuarenta y ocho horas?

-No importa, no es de Mangel no contestar a los mensajes y a las llamadas.

-...-...-

El desaparecido se encontraba sin poder ver, no se había quedado ciego, solo estaba vendado hasta que le saqué la venda. Me miró, tenía miedo el pobre, pero no le iba a hacer nada malo. Le había puesto una de las esposas en su mano derecha y la otra en la cabecera de la cama del mismo lado. La oscuridad de mi sótano no le dejaba verme, no yo a él, así que encendí la luz.

-¿Qué~ qué quieres? – Preguntó tartamudeando - ¿Do~Dónde estamos? ¿Cómo llegué aquí?

-Tranquilo, estamos en mí sótano, te dormí con cloroformo y... - me senté al lado de este en la cama – Quiero tu compañía.

-¿Mi compañía? ¿Tan difícil es acercarte y hablarme? – me dijo con aires de rechazo.

-Lo siento, no te escuché, me perdí en compañía... En tus ojos y en tus labios – ignoré completo esas preguntas, ya estaba perdido en su belleza – Y... ¿cómo te llamas? – pregunté dejando que la mano derecha acaricie los pelos que le quedaron en frente de sus ojos, corriéndolos para un costado.

PEDIDOS | Segunda Entrega | Fanfics de lo que quierasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora