Aquí el capitulo de este mes, espero que la espera no fuera muy desesperante. Creo que no me quedó tan bien como lo tenia pensado, la verdad es que la pelea entre los hermanos era bestia en mi cabeza, pero a la hora de escribirlo, pues, creo que quedo a medias, si les gusta pues no hay problema, de hecho me alegro, me costó más de lo que esperaba tener estos nuevos capítulos listos. Creo que debería pausar unas cuantas de mis historias, aunque si pueden ser pacientes, pues seguiré publicándolas todas. Gracias por leer, espero no se aburran, y que comience.
Silencioso, frio, aterrador, el viento soplaba, la espesa niebla que tenía una extraña tonalidad rojiza no permitía ver nada. No había más sonido que la del viento silbando por aquella región. Silencioso, gélido, espeluznante, un campo lleno de cadáveres, una ciudad reducida a escombros, la vida había sido erradicada. Silencioso, expectante, así se encontraba el que había provocado todo eso, la única persona que aún estaba en pies, y miraba todo a su alrededor con asco. Ahí estaba él, un hombre parecía más un gigante que un humano normal, una de las bestias de guerra.
En un lugar distante, en medio de un bosque tan espeso que la luz apenas podía atravesar las ramas de los árboles, un grupo de soldados escapaba de algo. Se movía ágilmente entre las sombras, los asechaba como una bestia hambrienta. Aquella criatura aparecía y desaparecía a cada instante, aquellos que estaban siendo seguidos no sabían por dónde llegaría, o con quien acabaría. Se escucho un ruido, la atención de todos fue hacia ese lugar, pero desde atas de ellos, unas manos humanas, con garras afiladas atrapo a uno de la cabeza.
Sus dedos se clavaron en sus ojos, fue arrastrado en un segundo hacia la oscuridad y luego solo se pudo escuchar su cuello siendo partido. Formaron un círculo para defenderse en todas las direcciones, no sabían en donde se encontraba ahora. Una lanza voló hacia ellos, atravesando por completo a uno y luego a quien estaba detrás. Solo por un segundo dejaron de ver hacia esa dirección, pero al volver su mirada hacia ese lugar, 2 más habían sido decapitados y sus cuerpos ahora se encontraban inertes en el suelo. El circulo se fue cerrando, no podían hacer nada más que intentar defenderse de lo que los estaba cazando.
- Me divierte mucho la manera en la que ustedes creen que pueden salvarse – una voz se escuchaba hacer eco en todos lados, no sabían de donde provenía, y solo sentía la fulminante mirada de esa cosa sobre todos ellos. Los rodeaba, se deleitaba con el terror de ellos – pero déjenme decirles algo – algo aterrizo en medio de todos ellos, todos estaban de espaldas, y al girar sus miradas hacia el centro del circulo, pudieron a ver a un sujeto encapuchado – no van, a irse de aquí – gritos aterradores, el sonido de los huesos siendo pulverizados y la carne desgarrada, fue lo último que se escuchó, cuando esa bestia que solo vive para le guerra y la matanza, acabo con todos ellos.
Había quienes se oponían ante la voluntad del dios de la guerra, y muchos de ellos se levantaron para enfrentar a esos a que se llamaban sus hijos. Los llamados rebeldes y traidores habían atacado una de las ciudades más grandes del reino, habían derribado parte de sus murallas y ahora miles de ellos entraban en la urbe para tomarla. Los soldados de Rakia estaban siendo asesinados por cientos, incluso aquellos que se estaban rindiendo, fueron decapitados y sus cabezas colgadas en las plazas y partes altas para que fueran una muestra, de lo que sufrirían todos aquellos que siguieran a Ares.
- Al parecer, un puñado de idiotas está armando un gran alboroto en ese lugar – dijo un hombre que llevaba una armadura bastante fina y decorada con oro y plata – creo que iré a saludar, espérenme aquí, regreso en un par de minutos – bajo de su caballo, la tierra se agrieto en cuanto uno de sus pies la toco, y luego de eso, había desaparecido.
La ciudad estaba siendo destrozada, aquellos no eran libertadores, y mucho menos quienes buscaran justicia, solo eran un grupo de malnacidos que se aprovecharon del dolor ajeno, para llevar a miles a una batalla, que se había convertido en un infierno. Aquellos dentro de la ciudad miraban con horror como esos hombres que pensaban que iban a salvarlos, en lugar de eso, estaban matando a los hombres y niños varones, arrastraban a las mujeres hermosas y les arrancaban la ropa. Muchos de los que habían ido con ellos, intentaron detenerlos, pero les fue inútil.
ESTÁS LEYENDO
Bell Cranel. El Señor de la Guerra [Cancelada]
FanfictionHijo de un bastardo, se volvió un bastardo. Mujeres esclavizada y sus maridos asesinados. Jura por el alma de su madre, salvar y proteger hasta la última de ellas, sin importarle si tiene que enfrentarse a un reino entero el solo. Avertencia: ya sab...