Bueno aquí el nuevo capítulo bla bla bla, me costó un poco más de lo que creía escribirlo, pensaba poner algunas imágenes pero el internet de mi casa no esta tan bueno, y pues mejor lo deje así, ya en otro momento le agregare las imágenes que coincidan con los personajes y las descripciones, aunque si ustedes tienen algunas que encajen pueden poner el link en un mensaje directo y yo veo si lo agrego, en cuando le coloque las nuevas imágenes les informare en un siguiente capítulo para que las vean, si quieren claro esta.
El campo de batalla había quedado destruido, una simple batalla entre hermanos que se odiaban ya había terminado, pero ninguno de los 2 había dado todo de si, sin magia, sin más habilidad que esa que compartían, que a uno daba asco, y que el otro gozaba. No habían intentado con todas sus fuerzas matar al otro aunque lo pareciera, ya que sabían muy bien, que en algún momento, el otro sería necesario para ellos y sus planes. Bell comprendía porque razón Arsen lo había dejado ir, porque recibió a propósito aquel ataque, y eso era porque más que nadie, detestaba a su padre, y su único deseo más ferviente que combatir, era matarlo.
Arsen era consciente de que dejar libre a Bell, sería su boleto para el entretenimiento que tanto buscaba, la batalla estaba en su sangre, era su razón de ser, había enloquecido por eso, y eso le fascinaba. Arsen solo era un lunático más, que sin duda dejaría que todo siguiera su curso, si eso lo llevaba a luchar contra los oponentes más fuertes, e incluso si llegaban a matarlo, con gusto lo aceptaría, si antes le brindaban una buena batalla. Ambos eran las fichas del otro, y ellos lo sabían, pero no les importaba, ya que en ese enorme tablero, era necesario tener una ficha debajo de la manga, que los pudiera sacar de un aprieto, aunque esa ficha, también podía ser la que acabe el juego para quien no sepa cómo usarla.
Ambos hermanos eran parecido y diferentes en demasiados aspectos, eran un dueto extraño que ya no podía existir si no estaba el otro. Estaban igual de locos, tanto como para querer usar, al mundo para enfrentar al mundo, y de esa manera alcanzar sus objetivos. Arsen y Bell, los hijos de la guerra, los prodigios del desastre, en ese momento estaban durmiendo, pensando una y otra vez, en cuál sería su siguiente movimiento, siendo muy claro para uno, y un trayecto nublado para el otro.
Había muchos que se estaban moviendo de un lado hacia otro, algunos por órdenes, algunos por sus propios caprichos, algunos sin saber que carajos era lo que estaban buscando, y los últimos porque no había más opción. Una de esas personas llegó hasta aquel valle destruido, una persona que de momento no estaba de lado de nadie, pero aun así, era la pieza clave de todos, aunque todavía no lo supieran. Aquella mujer luego de ver aquel lugar devastado, tan solo dio la vuelta, y se fue, aquella mujer, tan solo le seguía dando la espalda al mundo entero, y dejándolo a su suerte.
En otro lugar, Athenea aún estaba guiando a aquellas elfas hasta a un lugar seguro en donde pudieran refugiarse, esperando que en un futuro puedan ser de ayuda, pero aunque ella no lo quisiera de esa forma, no había más alternativa que encontrarles un uso, ya que la guerra de todas maneras no diferenciaría, quien se defiende y quien no, tan solo arrasara todo lo que ponga a delante, y ella lo sabía muy bien. Ella estuvo todo el tiempo pensando, dudando de si haberlos dejado ir a ese lugar fue buena idea. No sabía lo que había pasado, no tenía ni idea de que ellos se habían encontrado.
- Diosa – dijo Gianna llamando la atención de Athenea – creo que deberíamos detenernos cerca de aquí, deberíamos esperar a que el joven Cranel y las chicas nos alcancen.
- No los veremos en semanas – fue lo que dijo, llamando la atención de varias, pero otras tan solo siguieron adelante, ya que sabían porque dijo eso – desde que ellos fueron a ese lugar, era más que evidente que no nos alcanzarían, incluso aunque fueran aliados, Bell no sería tan idiota como para llevarlos directamente hacia nuestro refugio – Gianna intento decir algo pero Athenea la detuvo – es por nuestra seguridad, ya que puede que más de alguno sea un espía, pero no tienes nada de que preocuparte, te aseguro que ellos volverán.
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Bell Cranel. El Señor de la Guerra [Cancelada]
FanfictionHijo de un bastardo, se volvió un bastardo. Mujeres esclavizada y sus maridos asesinados. Jura por el alma de su madre, salvar y proteger hasta la última de ellas, sin importarle si tiene que enfrentarse a un reino entero el solo. Avertencia: ya sab...