Capítulo 04: Los hijos de la Guerra.

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¿Qué? ¿Pensaban que lo que publique ayer era todo, que solo habían esperado por eso? Pues no, ya que les había dicho que los capítulos me habían salido bastante largos y los partí por la mitad, pues aquí esta la otra mitad, por lo que hice trampa, que trucazo. Así, es lo de capítulo doble pues no esta tan alejado, ya que este es tan largó como el anterior, incluso algunos como el del espíritu blanco y el último Argonauta, son más largos que el anterior. Se preguntaran como es que escribí esto tan rápido, pues la respuesta es sencilla, no me tome ningún descanso. Mis razones, pues pronto voy a regresar a la universidad, y pues cuando eso pase, para cada publicación puede que tarde mucho tiempo, por lo que voy hacer todo lo posible por darle algunos capítulos más, para que al menos tengan algo por ahora, y por si quieren releerlo, pues tenga mucho para hacerlo. Quisiera decir más cosas, pero no importan, tan solo una más y es, disfruten. (No me jodas, no quiero escribir esto en todas, le voy a dar copiar y pegar para hacerlo rápido)   

Sus pasos apenas podían escucharse, su silueta era casi imperceptible debido a la espesa niebla que cubría todo aquel lugar. El terreno parecía estar cambiando, la tierra estaba húmeda sus pies se hundían y le era un poco más difícil el avanzar. Había algo extraño en ese sitio, el agua que estaba regada por el suelo estaba humeando, y la niebla parecía provenir de ese lugar - 200 - fue lo que dijo ese sujeto que estaba en medió de los 2 grandes muros de piedra, y sobre estos, muchos lo esperaban para matarlo.

Algunos se asomaron aun cubiertos por la espesa capa de niebla, sostenían en sus manos lanzas, espadas, hachas, arcos y flechas. Su armamento era de alta calidad, y sin duda alguna habían sido robadas, pero esos que estaban cazando al hombre al que todos miraban, podían ser fuertes, pero subestimar a ese sujeto, era un terrible error. Lentamente las cuerdas de los arcos se estaban tensando, las flechas apuntaban a un solo objetivo, eran muchos contra uno solo, y aun así, eran ellos los que estaban aterrados.

- Si piensan hacer algo, háganlo ya - todos se aterraron al escuchar hablar, sabia que estaban ahí, os estaba esperando - ¿Acaso piensan hacerme esperar?

Varias flechas volaron hacia donde estaba, el lodo en el suelo le dificultaba un poco moverse, pero a pesar de eso, ni una sola de las flechas llego a tocarlo. Sus movimientos eran tan rápidos y agiles, que sus pasos parecían gotas de agua. Dejó de moverse, miró hacia arriba y en todas direcciones, se quedo esperando, solo para ver como otra lluvia de flechas fue disparada hacia donde estaba, pero de nuevo, ni una sola llego a tocarla a pesar que no se había movido ni un centímetro.

- Es tan fuerte como nos lo habían dicho - dijo uno de ellos al ver que las flechas estaban entre sus dedos - debemos eliminarlo rápido, antes que nos tome en serio - levantó la mano para hacer una señal que aquellos que estaban cerca vieron, y procedieron a realizar.

Varias catapultas lanzaron una docena de rocas hacia donde estaba ese sujeto, quien solo levantó un poco la mirada, y arrojo una flecha que se clavo en medio de una de ellas, y la hizo partirse. Todos estaban sorprendidos, y más cuando lo vieron repetirlo hasta que hacer pedazos sin esfuerzo todas las rocas. Parecía que la atención de ese sujeto estaba solo puesta en la parte de arriba, y de unos charcos que eran mucho más profundos que los demás, 10 hombres salieron para atacarlo.

El primero intentó apuñalarlo por la espalda, pero parecía que los había atravesado como si fuera un espejismo, solo para caer muerto en el suelo, con una de esas flechas clavadas en la nuca. Los demás no se detuvieron a pesar de haber visto eso, siguiendo con el ataque, tratando de cortarlo o tan siquiera herirlo, pero nada parecía funcionar. Solo un par de ellos podían ver la manera en que los estaba esquivando, era como si sus pies estuvieran fijados en el suelo, y el resto de su cuerpo se moviera de una manera errática y difícil de descifrar.

Bell Cranel. El Señor de la Guerra [Cancelada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora