Las sensaciones que Harry estaba sintiendo en aquel momento eran alucinantes, su corazón latía tan rápido que pensaba que en cualquier momento este dejaría su pecho, los labios de Draco le hacían sentir como si hubiese encontrado una completa mitad de sí mismo que había estado perdida. Y así continuaron, besándose como si el tiempo no existiera; Las manos de Harry acariciaban lentamente la profundidad del cabello de Draco, mientras se comían los labios en movimientos vivos.
Al separarse nuevamente sus miradas se conectaron, Draco acarició de forma lenta la mejilla de Harry con una ternura que el chico de Gryffindor jamás imaginó recibir, no necesitaron decir nada, pues las palabras en aquel momento no fueron necesarias, sus ojos lo decían todo y los dos lo percibieron al sonreír en complicidad del otro. Harry hubiera pasado la noche entera junto a Draco, pero unas voces a lo lejos lo hicieron regresar a la realidad.
—¿Qué hacen fuera de su sala común? ¿No saben qué los alumnos no pueden estar a estas horas rondando por los pasillos del castillo? Hace una hora que a comenzado el toque de queda. —se escuchó a Filch rezongar.
—Claro que lo sabemos, somos prefectos, pero la directora Mcgonagall nos ha pedido que después de cada toque de queda demos una vuelta al castillo para asegurarnos que nadie esté fuera. —Una voz femenina se oyó responderle y Harry la reconoció como la de Hermione.
—¿La profesora Mcgonagall? —preguntó Filch, sonando incluso más molesto que antes.
—directora Mcgonagall. —Lo corrigieron y Harry reconoció la voz de Ron.
—Bueno, bueno, como sea. Ahora largo, yo ya he recorrido todo el castillo y solo me he topado con ustedes dos, así que vuelvan a su torre o me veré en la obligación de castigarlos.
Harry, quién se mantenía en sumo silencio aferrado aún al cuerpo de Draco, escuchó como sus amigos murmuraron algo y luego se marcharon a regañadientes. Si Filch subía a la torre y los descubría ahí ambos estarían en problemas, pero para la suerte de ambos el mal humorado celador se marchó también unos segundos después.
—Granger es una gran mentirosa, Mcgonagall nunca nos a dado esa tarea a los prefectos. —comentó Draco dando una pequeña sonrisa suspicaz. —Quizás tus amigos querían seguir nuestro ejemplo, Potter. —volvió a comentar, y le movió las cejas a Harry haciendo que este se sonrojara suavemente.
—No creo que sea eso, de seguro me estaban buscando, les he dicho que solo iba al baño, ¿Qué les digo de porqué tarde tanto? —Le preguntó, separándose un poco del rubio pensando en que les diría al llegar.
—Pues dile que te dolía el estómago y no has parado de cagar… ¡auch! —se quejó Draco al recibir un codazo de Harry, provocando que soltara una risotada. —Bueno vale, no le digas eso, dile que te sentiste mal y fuiste a la enfermería, te has estado sintiendo mal ¿no? No lo pondrán en duda.
Harry asintió, era una buena idea y excusa, pero luego pensó un poco más ¿cómo sabía Draco qué él estaba sintiéndose mal? Llevaban semanas sin hablar.
—¿Cómo sabes que no me he estado sintiendo bien?
Draco lo miró y sonrió con picardía acercándose peligrosamente a uno de los oídos de Harry.
—Tengo mis métodos para averiguar sobre lo que me interesa, Potter. —Susurró sobre el oído de Harry, y Harry sintió como si una electricidad le recorriera la espalda bajando por su espina dorsal.
Draco, quien insistió en acompañar a Harry hasta el pasillo que daba a la torre de Gryffindor, se despidió dándole un último beso, y guiñándole un ojo se marchó, dejando a Harry con las mejillas ardiendo y agradeciendo que todo estuviera a oscuras para que este no lo notara.
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Después de tanto tiempo
FanfictionTras acabar la segunda guerra mágica, Harry pone fin a su relación con Ginny Weasley. Decidido a terminar su último año en Hogwarts regresa en compañía de sus fieles amigos, poco a poco la relación con Draco Malfoy comienza a cambiar, ignorando el...