Todomomo ◇Amor complicado◇

El heroe número 1

La nieve caía sobre la cabeza de la chica de ojos azabaches y la luna observaba atenta su belleza, afortunadamente esta estaba cubierta de pies a cabezas, una gorra amarilla de lana, un abrigo para la nieve color rojo acompañado de unos pantalones de mismo material y color que el antes mencionado y unos zapatos amarillos preparados para temperaturas elevadas, ya habían transcurrido unos tres días desde que le devolvió el anillo a su amado, y dos desde que llamó por teléfono a su padre para anunciarle que cancelaría el matrimonio, cuando lo llamó fue directo al punto, luego colgó para evitar cualquier regaño que caería en oídos sordos y desde entonces ignora sus constantes llamadas. Mientras pensaba en todo lo pasado en estos días sus ojos recorrían el bosque que rodeaban los dormitorios, luego saltaban al suelo donde caí la nieve blanca y pura, y por último pasaban a ver a sus manos frías y temblorosas ya que no traía guantes puestos.

-¡Yaomomo! ¿¡Qué haces aquí afuera?! ¿¡Acaso quieres convertirte en una maldita paleta?!- Grita un chico desde la entrada principal de los dormitorios.

Esto hizo que la chica saliera de sus pensamientos y volviera a la tierra, corrió hacia la puerta con sus manos en los bolsillos de su abrigo y se disculpó con su compañero.

-Lo siento Bakugo ¿Necesitan ayuda con la cena?- Pregunta tranquila y con una pequeña sonrisa en sus labios.

-No, solo ese idiota de Deku me pidió que te viniera a llamar para cenar- Responde el con su típica furia comprimida, ambos prenden camino hacia la mesa del comedor y disfrutan todos juntos una deliciosa comida.

La mañana llega, Las pestañas de la chica todavía no se despegan por completo y su uniforme se mira bien arreglado como es de esperar, terminaba de darse unos retoques frente al espejo cuando escucha como tocan su puerta de forma desinteresada.

-Jiro no toca de esa manera...- Piensa mientras se dirige a abrir la puerta.

La puerta es abierta y del otro lado se puede observar un hombre de cabello largo y oscuro, y con  una mirada indiferente, detrás de el mira a un chico bicolor.

-Profesor Aizawa, Shoto, buenos días ¿Qué les puedo ofrecer?- Pregunta con toda la amabilidad y calidez del mundo, como si no estuviera atravesando ningún problema.

-Buenos días Yaoyorozu, acompáñame a dirección- Responde mientras hace un gesto con su mano para que lo siga, ella obediente lo sigue.

-Creo que ya se por donde va esto- Susurra la chica al oído del bicolor.

-Tranquila, si sucede algo congeló a todos y salimos corriendo- Le responde el de forma juguetona.

Ambos ríen en voz baja, se siente extraño para Shoto no ser frió y cerrado, pues quiere empezar a ser más abierto y cálido para poder conquistar a la chica que quiere, y también como un a favor personal a su estabilidad mental.

Los tres llegan a dirección y se puede ver a los padres de ambos sentados frente al director, Aizawa se recuesta sobre una esquina y cierra sus ojos listo para empezar a dormir, los chicos se ponen junto la mesa de Kenji.

-No puedes cancelar el matrimonio hija, creo ya deje claras las consecuencias de eso- Inicia hablando el padre de la chica peli negro

-Pues sabes que... Estoy dispuesta a sobre llevar las consecuencias, ¿Crees que soy una niña mimada que solo sirve para derrochar el dinero? Llevo toda mi vida ahorrando, aparte tengo acciones a mi nombre en la compañía familiar, puedo pagar mis estudios ¡Incluso los de Shoto si es necesario!- Exalta la vos, así dejan ver a todos los presentes que si va enserio.

-¡Quitare tú nombre del testamento!- Grita su padre levantándose de la silla y señalándola con su dedo.

-¡Hazlo! ¿¡Crees que quiero algo de un hombre que antepone un apellido antes que su hija?!- Le grita ella de vuelta.

-Yo... no se que hacer contigo...- Dice el padre resignado, este se sienta y soba su cabeza así dándose consuelo.

-Shoto, ¿Tú también has ahorrado toda tú vida? ¿Qué pasará con tu madre?- Pronuncia Enji quien todo este tiempo estuvo calmado.

-Eso no te concierne, y ni siquiera te atrevas a ver a mi madre yo me encargaré de ella- Responde el joven así lanzando a su padre la mirada más fría y sin expresión que pueda tener.

-Solo tenemos un problema chicos, necesitan un tutor legal que sea mayor de edad, sus padres no están dispuestos a responder ¿o si?- Pregunta el director-.

-No- Responden los dos al unísono.

Los chicos se miran mutuamente preocupados, pues no saben que sigue, de repente el hombre de cabello largo que estaba en la esquina levanta la mano y dice con una voz apagada.

-Yo seré el tutor legal de los chicos-.

-¿¡En serio?!- Pregunta emocionada Momo.

-Si- Responde el secante- No puedo permitir que congelen a todos- La chica se sonroja pues no pesaba que su maestro sería capaz de escucharlos, el joven simplemente ríe un poco

-Bueno, así se resuelven las cosas- Interviene el director.

-Ambos padres se levanta y salen uno tras otro, antes de que Enji termina de salir dice con su vos más tenebrosa.

-Esto aún no ha terminado-.