Todomomo ◇Amor complicado◇

Tu cuerpo

3:00 a.m, bakugo caminaba por el pasillo hacia la cocina por un vaso de agua puesto que gritarle a Deku todo el día anterior le daño la garganta. El chirrido de una puerta tras el hace que salga de sus pensamientos de golpe y voltee en modo defensivo hacia su espalda... ¿Qué? Piensa en estado de shock.

-¿Yaomomo?- Dice un tanto confundido y con una voz un tanto rasposa por el daño ya antes mesionado. El hecho de que Momo este saliendo a las 3:02 de la mañana del cuarto de Todoroki arreglándose las ropas le resulta realmente desconcertante.

La chica tras unos segundos atónita se abalanza sobre el chico creando una cinta adhesiva que pegaría en su boca mientras le indica que haga silencio, el joven al estar en el mismo estado de shock no movió ni un musculo, si no hasta rato después de que la joven le pegara la cinta y lo estampara contra la pared.

-mMMmmm...MM!!!- Trató de articular palabras mientras forcejeaba.

-¡Promete que no gritaras si te quito esto!- Grita entre susurros mientras intenta amortiguar los ruidos de su compañero.

-Mmm... mju-.

La chica procede quitandole la cinta y deja de presionar su cuerpo contra la pared, era conscientes de que el seria capaz de librarse de ella pero no sin hacerle daño en el proceso, pero a pesar de ser un patán según la ocasión, no dañaría a sus compañeros.

-¿¡Es enserio?! ¡Casi me ahogas!- Exclama lo suficientemente fuerte para ser intimidante, pero lo suficientemente bajo para no despertar a nadie.

-Lo siento... ¿Podrias no decirle a nadie?- Pregunta muy avergonzada por la situación mientras pasa su mano por un lado de su propia cara.

-Me importan una mierda sus asuntos...- Ese era el Bakugo de siempre, dio media vuelta y empezó a caminar de vuelta a su habitación-.

-Gracias- Susurro mientras volvía corríendo a su cuarto con un hoodie de Todoroki puesto.

Toc, toc, toc, sonó en la puerta de la chica, era ya eran las 6:21 p.m y un sábado ¿Era Jirou?, no... Se acaba de ir tras escuchar una mezcla que ella recientemente creó.

Abrió la puerta y un chico se abalanzó sobre sus labios mientras cerraba la puerta tras el.

La joven disfruto el beso un rato y luego lo aparto.

-¿Sucede algo?- Pregunta el chico mientras agarra su cara con ambas manos.

-Bakugo lo sabe...- Responde mientras lo abraza de forma cariñosa pero casi buscando refugio.

El joven la envuelve en sus brazos y la acuesta sobre la cama de forma lenta mientras besa su cuello hasta llegar a sus labios y volver a bajar, ella en repuesta le desabotona la camisa y acaricia su cabello de forma gentil.

-Shoto...- Gime de forma suave.

Después de una acalorada visita ambos caen dormidos abrazándose con divino amor.

-Vaya, vaya Shoto... Ya eres todo un adulto- Dice una persona que los observa en la oscura noche desde una ranura de la ventada- Solo tres días querido hermanito-.