CHAPITRE CINQ

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Emma Blossom

No comprendo por qué la gimnasia se impone como una asignatura obligatoria para todas las carreras. ¿De qué manera me beneficia correr en el ámbito de las finanzas? Troto bajo la ardiente luz del sol, sintiendo una furia aún más intensa que antes. Decidí intentar correr sola, sin Emily, sin Camila, sin... Molly. Sin embargo, resultó ser una tarea imposible; esa chica parecía seguirme como un perro faldero, entablando conversación con cualquier cosa, por más insignificante que fuera el motivo. Lo peor de todo es que su compañía me resulta entretenida.

En realidad, no deberías preocuparte por tus hermanas. Claramente, no te quieren ver ni en pintura...

Siempre desatiendo mi voz interior; es demasiado inmadura y siento que, si la escucho, terminaré perdiendo la razón.

¡Hey! Y lo curioso es que... Emily y Camila se alejaron siendo tus HERMANAS, es decir, de sangre, mientras que Molly, una niña que apenas te conoce desde hace menos de un día, se quedó a tu lado. No lo sé, Rick, parece falso.

¿Qué? ¿La mato entonces?

No siempre la ignoro, para ser honesta.

No, no, ¡No! Ya es suficiente con esa idea de acabar con vidas. Solo estoy sugiriendo que... investigar es una buena alternativa.

Después de unos interminables 20 minutos de clase, que para mí parecieron eternos, la profesora aún no da por finalizada la lección e incluye al profesor de fútbol americano en la última actividad.

Así que ahora tenemos una clase "mixta" de deportes.

Genial.

No me encuentro concentrada en lo que dicen. La educación física nunca ha despertado mi interés, ni ninguna otra materia, en realidad. Simplemente estudio para que mi familia tenga un título que enmarcar junto a mi nombre en la repisa Blossom.

Sin embargo, una extraña sensación me invade: una mirada fija, intensa y opresiva se posa sobre mí.

Escudriño a mi alrededor en busca del origen de esa mirada, sin intentar ocultar mi incomodidad. ¿Por qué debería disimular algo que me molesta? Detesto sentirme observada.

Examinando cada rostro a mi alrededor, me encuentro con la misma mirada que percibí la noche anterior.

Ojos verdes.

Lo observo detenidamente y no puedo negar que el chico es atractivo.

Es nuevo para mi; no lo reconozco de ninguno de esos papeles.

Es alto, un poco delgado, pero tiene su encanto. Tiene unos bonitos y rudos tatuajes en las manos, un piercing en la nariz y otro en el labio inferior, pero lo más destacado es su mirada verdosa de la otra noche.

El chico clava sus ojos en mí y me analiza sin mover la cabeza, solo con los ojos.

Ya me cae mal.

Aparto la mirada hacia otro lado, rompiendo el contacto visual, y veo a Emily dando pequeños saltitos con las manos juntas, está feliz.

— ¿Qué ocurre?— pregunta desinteresada Camila, ignorándome.

Para nuestra suerte, las tres estábamos en el mismo lugar en el campus. Habiendo tantos lugares, estan justo a mi lado.

Imparable (borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora