CAPITULO VIII: Trazar el camino.

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Si tenemos derecho a vivir, tenemos derecho a morir...


-Osamu Dazai



Trazar el camino.



Una vez escuche que el ciclo de la vida era nacer, crecer, reproducirse y morir. Aquello fue en una clase de segundo grado donde mi perspectiva del mundo era tan pequeña como un grano de arroz en un costal. 16 años después, ese ciclo tan básico, tan estructural y perfecto habia sido completamente alterado por una cepa desconocida. Paso cerca de una semana y media y la situación no solo parecía ir en decadencia, sino también anímicamente hablando, pues poco a poco nos estábamos quedando sin recursos. Al intentar dormir lo único en lo que podía pensar era en lo ocurrido con el ahora difunto doctor Collins y la constante presión de si lo mejor para Sally y para mi era movernos o quedarnos allí con Julie, Georgina y Alen. Por otra parte, algunas secuelas quedaron desde que el doctor Collins murió, pues la escases de víveres era producto del constante miedo de los demás por ir en busca de mas provisiones, y aunque era entendible el punto de vista que tenían, no podíamos mantenernos así, habia que hacer algo.



Flashback de la noche en que Collins murió.


La lluvia empezó a caer y poco a poco comenzaba a tornarse mas fuerte. En circunstancias normales eso seria pacifico para mi, hasta hipnótico diría yo. Pero la muerte del doctor Collins habia sido tan fugaz que ninguno tuvo tiempo para procesarlo en el momento, mucho menos Sally quien miraba desde las escaleras asustada toda la situación. Maldije por lo bajo.


-Joder... ¿Puedes llevar arriba a Sally Georgina? Te lo agradecería mucho, cuida de ella.
Asintiendo, Georgina fue hasta Sally y tomándola de la mano, ambas se dirigieron al segundo piso, seguidas de Alen y su perro, dejándonos a Roma, Julie y mi persona con el cuerpo del ahora muerto doctor Collins. Instintivamente revise su pulso para confirmar que habia fallecido y, tras hacer esto, mire a Roma quien se encontraba petrificada, incapaz de reaccionar a lo que sea que habia visto al salir.


-¿Roma? Necesito que me mires, ¿Ok? Dime que fue lo que paso. Dime todo lo que viste hasta que te encontraste con el doctor Collins, sabes muy bien que es importante. Le dije tomando sus manos y levantando su mirada, la cual se centro en mi casi que al borde de las lagrimas, en cualquier momento rompería en llanto.


-Y-yo, yo salí a buscarle, y camine un rato hasta que encontré un rastro de sangre. Lo seguí y cuando estaba por terminar lo encontré en una esquina llena de infectados, cuando me acerque a el se volteo y lo encontré sangrando por los ojos y con la tez amarillenta. Luego de eso yo... yo lo ayude a caminar pero me dijo que no me acercara a el, y le hice caso. Por el camino hacia acá me dijo que habia recibido un mensaje del laboratorio que te mencionó, decía que todo fue culpa de ese hombre, pero no dijo su nombre. Eso es todo lo que se, todo lo que te dijo ahora es lo mismo que yo se. Concreto ella sentenciando el final de su explicación la cual sin dudas, agregaba cada vez mas preguntas sin respuesta a mi cabeza.


-Bien, esta bien... ¿Te menciono algo respecto al mensaje que habia recibido? Le pregunte deseando que así fuera.


-Si, aquí esta pero creo que se quedo sin carga. Respondió ella sacando de su bolsillo y entregándome un teléfono móvil similar al de Bonnie. un ZTE Axon M.


-Mierda. Esta bien emmm... Ahora mismo necesitamos ocuparnos del señor Collins. Julie, podemos... enterrarlo en el patio trasero, ¿No? Pregunte a Julie quien rápidamente tomo la iniciativa poniéndose de pie arrastrando al doctor Collins afuera sin decir una sola palabra.
Por otra parte la lluvia lejos de ayudarme a pensar con claridad, solo conseguía despertar con intensidad mi intriga sobre las palabras de Collins hacia Roma. ¿Su culpa? ¿Era posible que todo este desastre fuera producto de alguien? Sinceramente no sabia que pensar y lo poco que creía acertado tenia cuanto menos lógica. Me puse de pie junto con Roma y tratando de tranquilizarla la ayude a tomar asiento en uno de los sillones para luego ir a ayudar a Julie con el difunto.


-Déjame echarte una mano. Le dije abriendo la puerta que daba al patio trasero. Bajo la lluvia, yacíamos Julie y mi persona. Juraría que una que otra lagrima escapaba de sus ojos y bajaba por sus mejillas, pero era difícil decirlo dado que múltiples gotas de lluvia caían mientras se encontraba allí parada para luego mirarme y sin decir una palabra, tomaba la pala que se encontraba tirada en el piso a un costado de un pequeño jardín.


-Es... ilógico todo, Tense. Dijo ella empezando a cavar una pequeña tumba para enterrar el cuerpo.


-¿Que es ilógico exactamente? Respondí mirándola cavar mientras que un rayo y el sonido de un relámpago tomaban forma durante un segundo.


-Toda esta situación. Mira a tu alrededor Tense, ¿Alguna vez creíste que todo esto podría pasar? Hoy enterramos al doctor Collins, Mañana a quien, ¿A ti? ¿A Roma? ¿A mi hermana? ¿A Alen? Nunca habia dormido con tanta intranquilidad como anoche Tense, el miedo a que una de esas cosas entrara a matarme a mi o a mi hermana, el pensamiento de que pasara mañana y si seremos capaces de sobrevivir... Esas cosas solo las veía en películas y series al igual que todos, pero esto es...


-Demasiado para procesar, lo se. Pero que otra opción tenemos, ¿Morir? Te aseguro que no quieres eso y tu hermana mucho menos. En el poco tiempo que ha pasado, he pensado en eso mas que en toda mi vida, y eso acompañado de tener que hacerme cargo de mi hermana menor no lo hace mas fácil de lidiar, pero si algo me he formado a lo largo de mi carrera, es a aguantar y seguir sin importar la situación que se presente, todas tienen una solución. Le dije acercándome a ella mientras tomaba el cuerpo de Collins y lo dejaba en el agujero que poco a poco se iba llenando de agua. -Por el momento... solo tenemos que esperar, ¿Si?.


Me miro algo intranquila al principio, pero mientras le decía todo eso, su cara poco a poco fue reflejando un poco menos de tensión, lo cual sin duda era bueno. Terminamos de enterrar al doctor Collins y procedimos a entrar nuevamente al interior de la casa, una vida mas se habia perdido durante este cataclismo terrenal.


Fin del flashback de la noche en que Collins murió.


Esa mañana al despertar tenia pensadas muchas cosas y ninguna de ellas se veía completamente posible. Por ejemplo, el ir al laboratorio del que papá hablaba y el como llegaríamos allá era la principal, pues no teníamos un vehículo funcional y caminar 24 km con una niña de 9 años y provisiones limitadas en medio de un apocalipsis no se veía realmente viable, habia que trazar un plan.


Mientras me encontraba en ese trance mental de planeación, una serie de disparos de escucharon en la calle, haciéndome volver a la realidad. Cuando me dispuse a bajar para ver que pasaba, pude ver como Alen y Julie se encontraban detrás del mostrador, poniéndose a cubierto de algo, o alguien que asechaba los alrededores.



FIN DEL CAPITULO.



Una historia de: Jesús Castañeda.



CAPITULO IX: Sin planes.


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