Affectus Perierat - INTENABO AU

Un tormento en memoria de aquellos que no protegiste

Una luz blanca, era lo único que podía distinguir Jack cuando de repente todo se empezó a aclarar. Una cocina, se encontraba en una preciosa cocina blanca, esta estaba impecable, pareciera tener luz propia de lo reluciente que se hallaba. Dirigió su mirada a si mismo y pudo distinguir que se encontraba sentado en una mesa. 

Al levantar la vista para poder seguir explorando, abrió sus ojos como platos de la sorpresa que se llevo. Ahí se encontraban sentados sus hijos Danielle y Matthias, estos parecían estar esperando algo de comer por los cubiertos en sus manos. Como si se tratase de un movimiento involuntario, giro con inercia su cabeza hacia la estufa encontrándose con lo que esperaba ver, a su esposa Julia haciendo lo que parecía ser el desayuno.

-Julia...- fue lo único que formulo su boca, tenia tantas preguntas pero debido al estado de shock en el que se encontraba no pregunto nada, solo le quedaba esperar a lo que el destino le tenía preparado.
-Que pasa querido?- Su voz.... esto es tan real. Julia se acercó al el con su calida sonrisa y le toco el hombro. Jack sintió el delicado y suave tacto que distinguía a aquella mujer pelirroja.
-Esto es real-   se convenció Jack, la podía sentir..... la podía escuchar.
No supo lo que pasó, pero al abrir y cerrar los ojos unos sujetos entraron a su casa. Estos vestían por completo un  conjunto negro, inmediatamente inmovilisaron a Conway y lo arrodillaron con el sonido de gritos de miedo y desesperación de su esposa e hijos de fondo. Procedieron a tomar de manera brusca a las personas que amaba Jack, y el show estaba por empezar.

Su familia se encontraba mirando hacia la pared, dándoles la espalda a los sujetos que irrumpieron en su casa  hace poco tiempo. Les había quitado las prendas que cubrían sus torsos, así dando vistas de sus desnudas espaldas a lo cual aquellos individuos empezaron a azotar con un látigo de cuero mojado dejando varias marcas notorias en sus espaldas
Todos gritaban; Julia y sus hijos de dolor, Jack de desesperación y los despreciables seres lo hacían para meter más precion en las personas que estaban siendo golpeadas.

Después de varios minutos de azotes se podía apreciar el rojo vivo escurrir en las espaldas de la familia de Conway. Estos estaban concientes pero con muy pocas fuerzas, las escasas energías que portaban ni si quiera les permitía quejarse del abrumador dolor.

Los sujetos procedieron a derramar agua fría en sus espaldas tintadas de rojo, dicho acto hizo que se retorcieran de dolor. Esto era una tortura tanto para Jack como para se esposa y desendientes.

Después de ese acto de sufrimiento, la anterior reluciente cocina se encontraba con manchas de sangre junto con los cuerpos cansados de Julia, Danielle y Mathías. Pero al parecer la acción acontecida anteriormente no era lo suficiente para satisfacer a los invasores de esa casa alejada de las demás y procedieron a empuñar sus armas.

Apuntaron......... y dispararon. Para hacer más agonizante el dólor no apuntaron a órganos vitales que pudieran acabar con sus vidas rápidamente así haciéndoles sentir por completo la ola de balas insertamdose en todo sus cuerpos. 

Bala tras bala, gotas de sangre callendo en su cara, su mirada fija en los cuerpos sin vida de su familia, de tantas balas en sus cuerpos, si no fuera de que estuvo ahí viendo aquel acto atros, era irreconocible saber quiénes eran los que se hallaban tendidos en el suelo.

Jack estaba roto a más no poder. Los delincuentes procedieron a darle una paliza, sin matarlo pero si dejándolo herido, y antes de irse removieron los objetos corto-punsantes o aquellos con los que Conway pudiera acabar con su vida por el sufrimiento pasado y pasaron a retirarse dejándolo devastado y lastimado. Con dificultad se arrastró hacia su ahora difunta esposa y la abrazo así manchando su camisa.

De fondo se encontraba la cocina completamente destruida, el piso se encontraba lleno del color rojo que desprendían los cadáveres en el suelo  y los estantes de la parte superior con una que otra gota de líquido carmesí.

Cerro los ojos y al abrirlos ya no se encontraba en la cocina, estaba en una habitación completamente de color negro, de milagro podía apreciar un poco, de repente una luz blanca apareció en el fondo de la habitación y como cualquier persona corrió hacia ella. En algún momento del trayecto se dió cuenta de que el piso ya no existía, lo más probable es que haya desaparecido, pero lo que le llamo la atención fue de que podía seguir caminando pero ese pensamiento no duró ya que empezó a caer.

Cada vez hiba más hondo y mientras más hondo más oscuro. En cierto momento ya ni podía ver su propia mano anque está estaba literalmente enfrente de su cara.
Mientras caía, pataleaba esperando que con eso se salvaría  o evitara caer........ quería vivir. Al pensar en esa palabra la imagen de Julia en la cocina en un gran charco del líquido carmesí que salía de su destruido cuerpo incluso su abdomen daba paso a las vistas de sus órganos internos, algunos desgarrados y otros completamente destruidos. Esa imagen le dolió mucho e inundo su cabeza. Dejo se pelear, dejo de velar por su vida.

Rendido se hallaban, cuando una luz azul con un leve toque amarillento se acercaba a el y luego lo cubrió por completo. Y por primera vez en su vida se sintió protegido, calmado. Se encuentraba tan calmado que era capaz de escuchar el sonido se la caída, y luego nada...... no sé escucho nada. Luego de un rato de silencio escucho un pitido........ otro ........ y otro. Era su alarma abrió los ojos y se dió cuenta de que era un sueño. Todo fue un sueño.

Espera.    ¿Un sueño?  ............ No

Era una pesadilla.

Un recuerdo de que no los pudo protejer.

Pero después de la tormenta, siempre sale el sol.
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Boenas noshes. O boenos dias. Que les valla bien hasta el final de los días
Chao