Cap. 6

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Lleguemos a una playa,era hermosa, y había muchas estrellas.

-¿no crees que tendremos frío?

-salgamos. - salimos de la camioneta y levantó la capa que tenía en la parte de atrás, resultó que en la parte de atrás tenía muchas mantas y varios cojines que hacían una cama.

-¿como?

-bueno, vamos a subirnos a ver si esta cómoda. - nos tumbemos y tapemos.-¿qué tal?

-bastante bien, ¿como se te ocurre tantas cosas?

-te miro y me viene la inspiración.

-siempre me sacas una sonrisa.

-es mi intención.

-te voy a contar una historia.

-vale.

-mi madre decía que cuando el cielo se iluminaba de estrellas era porque dos personas estaban destinadas a encontrarse bajo un manto de estrellas como el de hoy.-lo mire y me estaba escuchando atentamente. - yo le dije que si se podía llegar a las estrellas y ella me contestó, solo estando enamorada puedes llegar a ellas.

-¿alguna vez llegaste al manto de estrellas?

-no... Nunca.

-nunca estuviste enamorada entonces.

-no se. - me tumbe y ahora los dos nos mirábamos. - tienes unos ojos muy bonitos.

-y tu.

-no, yo los tengo normales.

-en el momento que te vi me perdí en el mar azul de tu mirada.

-que poeta.

-lo soy, te voy a contar una historia.

- ¿ahora es tu turno no?

-exacto, mi madre decía que cuando estás enamorado suenan unas campanas como de una iglesia.

-¿qué?

-ella me dijo que cuando vio a mi padre escuchó el campanario entero.

-suena muy bonito pero raro.

-cuando te vi yo lo escuché. - ahí fue cuando me dejó sin palabras.

Bostezo-tengo sueño, me voy a dormir. - me di la vuelta y cerré los ojos.

-yo quiero esto, tu, yo y toda una vida. - me susurro al oído antes de quedarme profundamente dormida.

(....)

Cuando nos levantemos por la mañana no nos dirigimos la palabra.

-por ahí no se va a mi casa.

-nadie dijo que fuéramos a tu casa. - me dijo con una sonrisa burlona.

Paremos en frente de un alquiler de bicis.

-¿qué hacemos aquí? - le pregunte cuando baje de la camioneta.

-vamos a montar en bici.

-yo no...

-ya se que no sabes, pero hoy vas a aprender. - saco las bicis. - móntate.

-¿me prometes que no me vas a soltar?

-jamás. - me monté en la bici y me tambalee un poco. - tranquila, siempre me vas a tener. - me agarré a cada mango de la bici - ahora pon los pies en los pedales y mantén el equilibrio.

-no me sueltes.

-no, tú concentrate. - iba en bici, no me lo creía... De repente mire un momento para atrás y me di cuenta de que iba sola, así que me puse nerviosa y me caí.

Mi Inesperado Y Estúpido Amor(2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora