Siempre me ha gustado dibujar. Incluso he disfrutado inventando a mis amigos. Pero nunca pensé que mis amigos resultarían ser de verdad. Y nunca pensé que estaría involucrado en todas estas tonterías con L, Kira, y estas cosas sobre la muerte. Mi no...
Durante el resto del día, me quedé escondida en la esquina del salón mientras abrazaba a Gelus, llorando en su cuerpo. "Eres el único que me entiende, Gelus. Eres el único al que le gusto." Dije mientras lloraba un poco más.
Levanté la cabeza y miré hacia un lado, y vi a Rem. Solo que ella no estaba en mi dibujo, estaba justo aquí, mirándome, en la vida real. Sin embargo, nadie más pudo verla. Soy la única que podría. Siempre.
"¿Qué voy a hacer, Rem? Todos me odian." Le dije a ella. Ella no respondió mientras me miraba fijamente. "¿Por qué no hablas? Ni tú ni la otra criatura me hablarán." Yo mencione. Miré frente a mí cuando la criatura de anoche apareció frente a mí con la misma sonrisa que tenía anoche.
"¿Estás aquí para consolarme? ¿O estás aquí para mirarme como Rem?" Yo pregunté. Como era de esperarse, no respondió. Abracé a Gelus con más fuerza hasta que un nombre apareció al azar en mi mente. "Ryuk ... te llamaré Ryuk." Dije, mirando a la criatura frente a mí.
Jadeé cuando su brazo comenzó a moverse. Nunca antes se había movido. Hasta ahora, él se quedó allí y me miró fijamente. Esperaba que se moviera de nuevo, pero no lo hizo. Ryuk se quedó ahí parado con su brazo extendido hacia mí.
Con vacilación, me acerqué a él y le tomé la mano con suavidad. Lo que me sorprendió aún más fue que sus dedos envolvieron suavemente mi pequeña mano. "Serás mi amigo, ¿verdad?" Le pregunté. "Tú, Rem y Gelus ... siempre estarán aquí para mí." Dije.
No estoy segura de si mis ojos me estaban jugando una mala pasada, pero podría haber jurado que vi la sonrisa de Ryuk crecer. Miré a la Srta. Rinko mientras me miraba con sospecha. Rápidamente solté la mano de Ryuk y abracé a Gelus con más fuerza.
Cuando era el recreo, la Srta. Rinko nos dejó salir y jugamos en el patio de recreo. Me senté sola en una mesa pequeña con algunos marcadores. Estaba coloreando a un nuevo amigo. Esta vez con una calavera de ganado y un collar. Decidí que lo iba a llamar Gook.
Escondí mi dibujo cuando la Srta. Rinko se acercó a mí. "¿Cómo te sientes, Ryoko?" Ella preguntó. "Me siento mucho mejor porque estaba dibujando". Expliqué. "Eso es bueno. ¿Estará tu madre aquí para recogerte?" Preguntó la Srta. Rinko.
"Sí, gracias por preguntar." Dije sonriendo. Ella me devolvió la sonrisa y me acarició la cabeza antes de volver con un par de niños que estaban en el tobogán. Entré en mi mochila y saqué Gelus. Cuando hice eso, Rem y Ryuk aparecieron detrás de mí."Sí, gracias por preguntar." Dije sonriendo. Ella me devolvió la sonrisa y me acarició la cabeza antes de volver con un par de niños que estaban en el tobogán. Entré en mi mochila y saqué a Gelus. Cuando hice eso, Rem y Ryuk aparecieron detrás de mí.
Sonreí porque estaba feliz de tener su compañía conmigo. Comencé a dibujar a Gook mientras tarareaba para mí. Mientras lo dibujaba, escuché un pequeño ladrido. Levanté la vista de mi dibujo y vi a un cachorro mirándome.
Se sentó mientras su lengua colgaba mientras su cola se balanceaba de lado a lado. "¿Estás aquí para hacerme compañía, perrito?" Le pregunté. El cachorro jadeaba mientras me miraba. Mientras hacía eso, volví a dibujar.
Cuando terminó el recreo, volvimos adentro y almorzamos. Comí sola mientras terminaba con la apariencia de Gook.
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"Es un bonito dibujo". Jadeé y rápidamente cubrí mi dibujo con mis brazos. Light Yagami estaba a mi lado, sus ojos pegados a mi dibujo cubierto. "¿Q-Qué?" Yo pregunté. "Tu dibujo. Es genial. Eres una artista talentosa. De todos modos, solo quería que lo supieras". Él dijo.
Se alejó, entrando en el edificio de la escuela. "Gracias ..." susurré.
(Time Skip)
Cuando terminó la escuela, puse a Gelus en mi bolso y salí de la escuela. Mientras salía, vi al cachorro que me hacía compañía durante el recreo. "Hola. ¿Me has estado esperando?" Le pregunté. El cachorro ladró, como si respondiera a mi pregunta.
Dejé mi bolso y me arrodillé. El cachorro corrió hacia mí y comenzó a lamerme la cara. Me reí mientras lo acariciaba. Noté que tenía un collar alrededor de su cuello. "¿Perteneces a alguien?" Le pregunté. Lo sostuve cerca de mí y miré a mi alrededor.
Las calles estaban vacías y no había nadie a la vista. "¿Te gustaría esperar conmigo?" Le pregunté al cachorro. Ladró de nuevo y nos sentamos en el banco. El cachorro recostó su cabeza en mi regazo mientras esperábamos a que mi madre viniera a recogerme.
Acaricié su cabeza mientras esperábamos a mi madre. Mientras esperaba, me quedé dormida en el banco.
"¿Ryoko?" Abrí los ojos de golpe cuando la Srta. Rinko puso su mano sobre mi hombro. "Me sorprende que sigas aquí. ¿Tu madre no vino a recogerte?" Ella preguntó. "Creo que llega tarde". Dije. "¿Qué tal si te llevo a casa?" Ella ofreció.
Miré al perro que estaba conmigo cuando se despertó. "¡Sam! ¡Sam, ahí estás!" El perro ladró antes de correr hacia una niña. "¡Perro tonto! Sabes que se supone que no debes salir de casa sin tu correa. Vamos, vamos a casa."
El perro ladró y siguió a la niña a casa. "Adiós ... Sam." Dije, saludándolo. Me entristeció un poco que se fuera. Pero al menos pude pasar un poco de tiempo con él.
