01. wish

539 50 0
                                    

bueno, no creo en almas gemelas
pero creo en los giros del destino
no creo en estrellas fugaces
pero pedí un deseo y aquí estamos

Lim Jaebeom nunca creyó en las almas gemelas, le era imposible pensar que las personas nacían con alguien esperando por ellas, que crecían para estar con esa persona sin importar que

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lim Jaebeom nunca creyó en las almas gemelas, le era imposible pensar que las personas nacían con alguien esperando por ellas, que crecían para estar con esa persona sin importar que. A veces le parecía un poco absurdo llegar a creer que había alguien hecho únicamente para él. Hasta sonaba ilógico ya que el destino siempre solía burlarse de las personas y que no lo hiciera con las almas gemelas le parecía absurdo.

Además, ¿tener que estar con alguien porque el destino lo dice y ya? Sin la oportunidad de elegir enamorarte porque sabes que solamente esa persona es la indicada y sin importar cuántas cosas te molesten de esa persona tienes que estar con ella sí o sí porque es la única con la que tendrás un final feliz... Que irónico.

Para sus amigos les era gracioso pensar que Lim no solo no creía en las almas gemelas sino que las aborrecía, pero era un fiel creyente del destino y que todo, incluso la más mínima acción podría cambiar todo nuestro entorno.

Por eso siempre sobreanalizaba todo, cada pequeña cosa, antes de hacer algo, incluso antes de elegir que desayunar, siempre pensando en que le beneficiaría más o que le ayudaría a futuro. Pero sabía que aunque lo pensara mucho su destino ya estaba estaba escrito así que de una forma u otra llegaría a él.

Y así es como llegó a Choi Youngjae, sin saber si realmente era su destino o solamente una de las personas que lo ayudan a encontrarlo y luego desaparecen.

Esperaba que fuera la primera.

Youngjae llegó como todo lo que necesitaba. Un chico dulce, gracioso, agradable y adorable, capaz de iluminar la vida de Jaebeom con solo golpear su puerta y decirle que es un gran día para salir juntos.

Todo era tan perfecto, el menor era lo que había pedido a aquella estrella fugaz cuando era un niño. Que ironía que el destino lo trajera en este momento que es tan escéptico a esas cosas.

Con Youngjae todo se siente tan correcto que incluso le aterra. La manera en la que el castaño cambia su estado de ánimo, en como le acaricia el cabello mientras le cuenta alguna anécdota que solo él sabe hacer interesante. Todo hace que Jaebeom caiga más y más por Choi, y la velocidad en la que cae no es para nada buena.

—¡Jaebeomie Hyung!— el grito del menor junto al golpeteo logran sacarle una sonrisa embobada al mayor, haciendo que siga cayendo sin tocar fondo.

Abrir la puerta para ver al castaño sonriéndole se ha hecho una de las mejores cosas que pasan en su día a día. No hay día en el que Youngjae no aparezca en su casa con cualquier excusa y aunque a cualquier persona le molestaría, a él no puede gustarle más la idea.

—Hoy no es un lindo día para salir, Youngjae-ah.— dice mientras el menor entra en su casa quitándose los zapatos.

—Lo sé.— dice con una sonrisa. —Es un lindo día para ver películas acurrucados, ¿quiere Hyung?

El corazón de Jaebeom late a mil por hora, ni siquiera procesa las palabras que ya está asintiendo como un idiota sacándole una risa a Youngjae.

Si tiene que verse como un idiota para escucharlo reír lo haría cuantas veces fueran necesarias.

—Haré chocolate caliente.— dice al menor que asiente diciendo que haga también las palomitas mientras él elige una buena película para ver en Netflix.

Al final Choi termina eligiendo True Beauty, un nuevo dorama del que todos parecen estar hablando y según el menor es buena idea mirarlo juntos. Jaebeom no se opone, alcanzándole la bebida mientras se acuesta a su lado y presiona play.

Deciden mirar un par de capítulos y dejar los siguientes para el próximo día. El mayor apaga el televisor y cuando está por levantarse Youngjae se aferra a él con fuerza.

—¿Podemos quedarnos así un poquitito más, Hyung?— pregunta mirándolo mientras abulta su labio inferior. El mayor no puede negarse, y tampoco quiere hacerlo. Toma al castaño de la cintura y lo acerca más si es posible para dejar en beso en su frente.

Le gusta estar así, abrazándose el uno al otro con pequeñas muestras de afecto como caricias o besos en las mejillas. La paz que le transmite Youngjae solamente con estar a su lado es inmensa y le da miedo perder eso en algún momento, porque sabe que no lo encontrará en nadie más, porque solamente Youngjae puede hacerle sentir que todo está bien en medio de la tormenta.

be | twojaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora