¿Por qué estás tan rojo, Carl?

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Pov's Carl

Había pasado media hora desde que se quedó todo en un silencio incómodo, ni siquiera Judith hacia algún ruido.

Llevaba desde entonces pensando las palabras adecuadas para disculparme pero no me atrevía ha hacerlo. Sabía que no estaba enfadada por el reproductor sino porque se lo había dado a su padre. Y para ella el tema de su padre era un tema delicado que era mejor no tocar. Y ahora había estallado no solo por el reproductor sino por su ballesta también

Si a todo eso le añadimos su temperamento y poca paciencia para los nuevos, nos encontramos ante una bomba de relojería.

Es decir, ni siquiera nos pasa una a nosotros que tiene confianza imagínate con los nuevos.

Yo estuve en su momento en la posición de Rosita y los demás, y era chungo. Abie no era fácil y cuando se lo proponía podía infundir mucho miedo. En ese aspecto se parecía a su padre duros y bordes por fuera pero en verdad eran buenas personas, y eso lo demostraba día tras día. Aunque luego hiciese cosas como la de Eugine que hacía a la gente dudar de ello. Y es que esa era su intención, era como si no quisiese que nadie se acercase a ella, pero ya era tarde para mí y para el grupo, éramos una familia y no lo iba a cambiar.

-Abie- susurré, giré armandome de valor para hablarle. Ella hizo un ruido con la garganta indicándome que hablase. Pero me quedé atontado con la imagen. Se veía tan bien, su ropa estaba manchada, al igual que su rostros pues llevábamos día sin poder asearnos pero aún así su precioso rostro llamaba la atención. Su ojos intensos concentrados en la carretera, sus apetecibles labios rosados que eran como una llamada, su perfilada nariz. Su rostro era perfecto.

Mi mirada fue ahora a su cuerpo, ya debería tener unos 16 al igual que yo. Su cuerpo atlético y sus curvas me hacían pensar cosas que no eran apropiadas. Y su pose, se encontraba agarrando el volante con una única mano, mientras que la herida se encontraba posada sobre la ventanilla abierta. Me encantaba eso de ella inspiraba seguridad, fuerza, poder.... Me hacía....

Un golpe en mi nuca me hizo salir de mis pensamientos y quejarme.

-¿Quieres dejarla de mirar cómo si fuera el último vaso de agua en el desierto? Como te vea Daryl te va a matar- escuché decir entre burlas a Gleen.

Y ahí es cuando me di cuentan de que me había quedado como un retrasado mirándola.

-¿Y bien Carl? ¿Que decías?- dijo Abie sin ni siquiera mirarme.

-Yo... Esto quería volver a disculparme, yo no debí darle tus cosas... No... te enfades- no podía haber sonado más patético, mi voz había salido baja, casi en una súplica y encima había tartamudeando.

No podía quedar peor ante ella, pero es que cuando me hablaba o estaba cerca de me nublaba el cerebro y hacía cosas así de ridículas. Como el día que me quedé mirando las tetas. En fin...siempre acababa cargándola con ella.

-Da igual, no estoy enfadada- dijo tras unos segundos.

-¿De verdad?- pregunté para asegurarme, no quería arruinar lo que sea que teníamos.

-No- dijo tras un suspiro- solo intenta...intentad, todos, no matarme cada vez que me alejo tres putos segundos de vosotros. Ah... y no regaleis mis cosas por ahí, joder....- su voz sonaba normal pero su gestos, ver cómo parpadeaba un poco más rápido de lo normal, gesto que hacía cuando quería alejar algún pensamiento de su cabeza, o como cogía el volante con fuerza me hacía saber que eso le había molestado.

Y entonces lo entendí, estaba molesta por darla por muerta.

-Yo...- volví a tartamudear.

Idiota

Sobreviviendo juntosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora