Capitulo 8: Compartiendo Alegria

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Ya era de día y me despertó el sonido de la jodida alarma. En serio odiaba ese sonido, sobretodo ahora que mi reloj interno estaba bien entrenado. En el otro mundo me levantaba a la hora justa para cambiar guardia cuando había que vigilar. Y, además, podía pasar un par de días sin dormir, pero tenía que dormir una gran siesta después de eso, claro está.

Luego de abrir mis ojos, note el peso encima mío y era Raphtalia, evidentemente. Mi pecho se sentía un poco mojado, ella debió haber llorado un poco en la noche, no puedo culparla. Ella perdió su aldea, su familia y sus amigos, después, yo rescate a los amigos que le quedaban, la reencontré con Sadina, reconstrui su pueblo y encima pudo conocer a su primo Ruft (el último pariente sanguíneo que le quedaba) y ahora perdió todo eso otra vez. Yo también fui impactado un poco por el hecho de lo que pasó. Me había esforzado mucho por mantener esa aldea y llegué a desarrollar un sentimiento por ella y por cuidar a sus aldeanos, pero no quería quedarme en ese mundo de mierda, así que ya le prepare mentalmente para despedirme de ellos cuando volviera. Aunque definitivamente, no esperaba este regreso forzado por mi muerte.

A diferencia mía, Raphtalia no se preparo para abandonarlos. Todo sucedió demasiado rápido y tomó una decisión precipitada y ahora que todos desaparecieron, yo soy lo único que le queda. Ella pasó por demasiado dolor, no sólo ella, todos en la aldea pasaron por cosas horribles. Eso era algo que todos en la aldea tenían en común.

- Mhhhh - Parecía que, mientras estaba divagando, Raphtalia comenzó a despertarse. No es como si tuviéramos que ir inmediatamente a la universidad, de hecho, nos despertabamos tan temprano debido al ejercicio, pero creo que hoy podríamos saltearlo y hablar un poco. Definitivamente tendría que hablar con ella para mejorar todo. Además, ya estábamos en buena forma.

- Buenos días - Le dije a Raphtalia. Ella ya se estaba estirando y frotó un poco sus ojos. En serio tenía que hablar seriamente con ella, lo de anoche debió afectarla fuerte.

- Buenos días Naofumi -

- Creo que deberíamos saltarnos el entrenamiento de hoy -

- ¿Eh...? ¿Porqué? - Me pregunto Raphtalia.

- Creo que deberíamos hablar, y este es un buen momento - Le informe - Se que la noticia de ayer te impacto y sé que debe ser duro para ti después de todo lo que te paso. Sufriste demasiado y creo que deberíamos tener una charla seria sobre este tema - Solo quería apoyar a Raphtalia, como ella me apoyo a mí en tiempos anteriores. Yo era un criminal buscado por el reino entero y ella se quedó conmigo aún así. Sabía que estar conmigo la convertía en una cómplice de mis "crímenes" y que si me intentaban capturar a mí, ella podría salir lastimada por mi mala reputación, o peor, muerta. No solamente eso, ella tenía la posibilidad de reinar su propio país en ese mundo, aunque a ella no le interesaba el poder en lo absoluto y simpatizaba con ella, sin embargo, ella decidió dejar todo para vivir aquí conmigo. Se aventuró a un mundo completamente desconocido y se esforzó para superar cada cosa solo por mí, necesito devolverle el favor.

- ¿Tu crees? Yo preferiría no hablar de eso - Me dijo ella con su voz triste. Ese era exactamente el problema.

- No hablar de esto solo va a empeorar todo - Le informe. Yo no era un psicólogo, pero la conocía lo suficiente para saber que eso es verdad - Tu misma lo dijiste, tenemos que compartir nuestro dolor. No tengo intención de dejarte cargar con todo eso tú sola. Sé los momentos duros que pasaste y tu sabes los momentos duros que yo pase y, al igual que tu, amaba esa aldea y a los aldeanos, así que sé por el dolor que estas pasando, yo también fui impactado por su muerte, pero no hay nada que pueda hacer ahora - Yo sabía esto perfectamente, los aldeanos estaban muertos, Keel, Sadina, Imiya, Wyndia y los demás. Pero al menos, podemos decir que les dimos la oportunidad de vivir una vida llena de felicidad.

Al principio vi esa aldea como una manera de agradecer a Raphtalia y de establecer una base de operaciones para combatir las olas, pero me terminé encariñando demasiado con esa aldea y sus habitantes.

- Lo sé, lo sé, Naofumi. Es solo que... Enterarse de todo de esta forma... - Decía Raphtalia mirando al suelo con tristeza evidente en su cara. Sabía lo que quería decir, en serio lo sabía.

- Lo entiendo, creeme que hago. Yo tampoco estoy completamente bien con todo esto, quería a los aldeanos y saber que ya no están es un golpe duro - Admití - Pero lamentarse no los va a traer a la vida y no nos va a ayudar en nada. No te pido que los olvides, es más, no te perdonaría si lo hicieras - Yo sabia que ella era incapaz de hacer algo así de insensible como olvidarlos a todos, pero tenemos que aceptar el resultado, por muy duro que sea.

- Yo nunca los olvidaría, ni siquiera se me ocurriría - Me afirmó ella - Pero aceptarlo todo y seguir adelante no es algo tan fácil -

- Nadie dijo que fuera fácil, sé lo difícil que es y te entiendo mejor que nadie - Después de lo dicho, puse mi mano encima de la de Raphtalia y ella, medio sorprendida, me miró a mi con ojos tristes - Se que esto va a ser difícil, sobretodo para ti, pero quiero que sepas que no estas sola en esto. Desde ahora en adelante, ambos estamos aquí juntos y no me voy a separar de ti - Antes de que me diera cuenta, estaba abrazando a Raphtalia, con su rostro descansando en mi hombro.

- Naofumi... - Sus ojos se estaban empezando a humedecer un poco. Parecía que no lo soltó todo anoche.

- Lo que necesites, te lo daré. Si necesitas un hombro para llorar, te prestare el mío, si necesitas ayuda para leer algo, te prestare mis ojos y mi voz, si necesitas saber algo, te daré todo mi conocimiento. Gracias a ti, no volví con las manos vacías y no importa lo que haga, jamás voy a estar lo suficientemente agradecido por eso - La console.

- No... Yo solo vine por puro egoísmo. Te quería tener a ti para mí - Ella negó lo que dije y más lagrimas salían de sus ojos.

- Digas lo que digas, yo no veo el problema. Fuera cual fuera la razón, ahora estás aquí conmigo y eso es suficiente para mí - Me da igual si fue por egoísmo, por bondad o por yo que sé, el punto es que ella estaba aquí y eso es todo.

- No... No me merezco esas palabras. Yo los abandone a todos para venir. Ni siquiera me despedí, debieron estar muy preocupados por mi culpa. No me merezco estar aquí contigo - Mientras decía esas palabras, su caudal de lágrimas aumentó.

- No, sí te mereces estar aquí, mucho más de lo que piensas. De hecho... - Me separe un poco de ella - Creo que mereces mucho más - Le dije con una sonrisa.

- ¿Eh? - Se preguntó Raphtalia, confundida por mi comportamiento.

Agarre el rostro de Raphtalia sin previo aviso y decidí darle un profundo beso en los labios.

*CHU*

Raphtalia tenía sus ojos completamente abiertos, pero los cerró de a poco mientras disfrutaba un poco del beso. Al final de unos segundos, nos separamos.

- Ahora mismo, no quiero a otra persona a mi lado, te quiero a ti y solo a ti. Dijimos que íbamos a compartir nustro sufrimiento, pero así como compartimos nuestro sufrimiento, quiero que compartamos nuestra alegría - Le dije.

- Naofumi... - Me dijo ella con una sonrisa. Después de eso, ella se limpio las lágrimas y sólo me sonrió en respuesta - Es verdad, ya estoy harta de sentir dolor, estrés y cansancio. Dediquemonos a pasarla bien - Afirmó ella. Me sentí un poco avergonzado cuando menciono "estrés" ya que yo era el que la hacía enojar a cada rato. Pero no importa.

- ¡Si! - Fue mi unica respuesta - Bien, voy a ir a mi habitación a buscarme ropa para bañarme - Normalmente, Raphtalia iria primero, pero como era temprano, podía hacer el desayuno un poco más tarde.

- Ok, te esperare abajo - Y así, procedimos a hacer nuestra rutina diaria una vez más.

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Bueno, hasta acá el capítulo de hoy, es muy corto debido a que no se me ocurrió nada más extenso. También porque estaba medio vago.

En fin, ¿quieren que continúe? Si es así, yo sigo gustoso. Cuídense.

Tate no yuusha Final Alternativo (Terminada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora