About Trains And Boys (Ziam OS)

Parte 2

Eran las ocho y media de la noche cuándo Liam llego a su casa. La entrada estaba cubierta por un pequeño montículo blanco de nieve recién caída.

El castaño entró obviando aquel detalle para adentrarse en el confort de su hogar.

Tirándose en el sillon con una manta en su mano y un te en la otra, dejó caer todo su cuerpo para disfrutar del calor de la chimenea recién prendida.

El día había sido más que agotador, el caso tan importante del que su padre le había comentado consistía en defender a una mujer que era golpeada por su marido. Lo importante para su padre es que si ganaban el juicio también ganarían varios millones debido al gran revuelo que se había formado por todo Londres.

En todo el día la mujer le contó su historia y no paró un segundo de llorar, Liam la entendía pero lo dejó totalmente agotado.

Nada más pensar que mañana tendría que llevar el auto para que lo repararan lo agotó de nuevo. Se hundió mas en el sillón al recordar que tendría que viejar en tren, por unos cuántos días más.

A la mañana siguiente Liam se despertó más temprano de lo habitual. Tenia un sueño increíble y le costaba caminar. El café negro no hizo efecto al instante provocando que el castaño cabeceara de vez en cuándo.

Unos minutos mas tarde la grúa se encontraba fuera de su casa para llevar el auto a reparación. Mientras Liam veía su vehículo alejarse, se dirigió hacía la odiosa estación de trenes. Hacía más frío que de costumbre halándole así los huesos al castaño.

Una nube de vapor se desprendía de la boca de Liam. A pesar de traer bufanda y un tapado abrigadísimo, el frío ya era parte de su cuerpo, aún estando dentro del tren.

El vagón no tenía calefacción y Liam hacia todo lo posible para conseguir algo de calor, se retorcía en su asiento sin progresos.

Los acontecimientos del día anterior ocurrieron nuevamente. El ciego de mentira apareció en su estación. La niña con ropa pequeña y sucia hizo su trabajo, y esta vez Liam se sintió mejor cuando le dio un billete, ésta le sonrió mostrando que le faltaba una paleta. Dos nuevos vendedores aparecieron, uno de revistas y otro de guantes. Claramente los guantes eran de baja calidad ¿Porqué alguien los compraría? Se cuestionó el castaño mentalmente.

Llegando a la quinta estación, el moreno del día anterior se abrió paso entre las personas para hacer su trabajo.

- Buenos días damas y caballeros, tengo el honor de presentarme hoy aquí para dedicarles una canción en este viaje tan aburrido.

Esta vez, Liam lo miró mientras hablaba viendo como el chico sonreía y se pregunto si era realmente feliz tocando en el tren, que al parecer lo era. En esta ocasión traía mas abrigo, el suéter verde militar seguía ahí pero ahora era cubierto por una chaqueta negra bastante grande. Los pantalones eran los mismos y Liam se percató de que las rodillas estaban levemente rasgados, un detalle que no pudo ver el día anterior. Las botas no habían cambiado y estaban completamente empapadas debido a la nieve.

En sus manos sostenía la guitarra terriblemente usada. Al parecer la había utilizado bastante.

- Espero no molestarlos y que lo disfruten - dedicó una última sonrisa y comenzó a tocar.

Could you be loved and be loved? 
Could you be loved and be loved? 

El castaño si conocía ésta. Era Could You Be Loved de Bob Marley. A pesar de no ser un gran amante de ese estilo de música era una canción que todo el mundo conocía, al menos eso pensaba. Sonrió cuándo se dio cuenta de que él moreno parecía sólo tocar canciones de reggae. Se acomodó más en su asiento cerrando los ojos y siguiendo el ritmo de la guitarra con el pie.

Don't let them fool ya, 
Or even try to school ya! Oh, no! 
We've got a mind of our own, 
So go to hell if what you're thinking is not right! 
Love would never leave us alone, 
A-yin the darkness there must come out to light. 

Mientras el castaño estaba encerrado en su mundo, el moreno dejaba salir el sonido de su voz como una canilla de agua corriendo. Él sabía que el hombre lo escuchaba y quería darle una mejor opinión que la del día anterior. Extrañamente, en sus años como cantante de tren nadie le había dicho tales palabras y lo había dejado pensando en eso, tanto que a hasta se puso a practicar una mejor canción para sorprenderlo, sabiendo que tal vez ni lo volvería a ver. Pero ahí estaba tocando una canción, sólo para un castaño que le dijo que cantaba mal.

Se paseo por el vagón a medida que cantaba y su mano se movía con precisión. Una vez finalizada, se volvió como de costumbre con su beanie negro por los asientos.

Liam se sorprendió cuándo en vez de una mano morena, se escabulló la voz de Zayn por sus oídos.

- ¿Ha sido mejor esta vez? - una sonrisa socarrona se extendía por su rostro.

- Tal vez me ha gustado ¿Porqué?

- Estuve practicando tal cómo te dije ayer.

Liam levantó las cejas en señal de asombro, no necesitaba prácticar, ¿Porqué lo había hecho?

- Un poco más y tal vez pueda soportarlo - dijo con ironía.

La risa del moreno inundó sus oídos, un sonido casi tan bello como su canto.

- Esperaba un cumplido esta vez - confesó.

-¿Cómo supiste que habría una segunda vez?

- Quería estar preparado por su algún ricachón como tú volvía a decirme que canto mal.

- Jamás dije que cantaras mal, solo que no eres tan malo. Y no soy ningún ricachón - a Liam por alguna extraña razón le había molestado aquel apodo.

El moreno alzó las cejas y luego entre cerro los ojos para ver su podía descifrar los pensamientos de Liam.

- No me has dicho tu nombre, yo te dije el mio.

- No me lo has preguntado - se excusó el castaño levantando los brazos -. Soy Liam Payne - le tendió un mano y moreno la aceptó gustoso.

Tenia las manos tibias por haber estado usándola con la guitarra, a diferencia de Liam que las tenia heladas. La mezcla de los dos fue reconfortante para ambos. Liam se encontró mirando los ojos de Zayn que le causaban una sensación extraña. El moreno solo dio una sonrisa lasciva por el efecto que causaba en Liam.

- Entonces seguiré practicando, Liam - hizo una mueca con sus labios al pronunciar su nombre y luego se los lamió para mojarlos -. Espero que la próxima sea un poco menos tortuoso.

- Esperemos que lo sea.

Por mucho que Liam tratara de hacerse el difícil, Zayn sabia que en esta ocasión no la habia pasado tan mal. Dejo pasar el hecho de que lo vio moviendo el pie mientras cantaba, siguiendo su ritmo.

- Espero volver a verte, también espero que te guste la canción de mañana - Zayn seguía con su sonrisa socarrona.

- Lo veo muy difícil.

- ¿Volver a verte o que te guste cómo canto?

- Seguro volverás a verme, pero dudo que pueda tolerar otra vez tus canciones - lo acusó el castaño con su dedo.

Una carcajada se oyó en el vagón, y un moreno con los ojos entrecerrados, la nariz arrugada y los dientes blancos se mostró ante Liam.

- Te veré entonces - le guiño un ojo y se marchó a paso lento.

A Liam se le escapó una sonrisa al darse cuenta de que había arreglado con un completo extraño para encontrarse de nuevo a cuestionar sus canciones. Sin duda el tren era un lugar peculiar, y ni hablar del chico.