Parte 2.

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Han pasado dos semanas desde que entré a la preparatoria, las cosas se calmaron notablemente, pero yo sigo sintiéndome igual.

Hoy me levanté más temprano de lo normal, así que probablemente llegaré a tiempo. Para cuando yo despierto, mis padres ya se han ido a su trabajo, así que debo hacerme el desayuno, y aunque la mayoría de las veces no desayuno debido a la falta de tiempo, o porque simplemente no quiero, hoy decidí cocinarme algo, un cereal.

Me encontraba caminando en dirección a la preparatoria, mientras escuchaba música. Mi madre siempre me da dinero para irme en autobús, también para el almuerzo, sin embargo, prefiero ir caminando y aguantar el hambre un poco más, de esa forma ahorro dinero para comprar algo que sea necesario.
Cuando finalmente llegué, dejé algunos libros en mi casillero y me dirigí al salón de clases, ya que había llegado temprano, era el único ahí, hasta que entró una chica, con la diferencia de que ella no estaba en mi clase.

— Kim Taehyung, ¿cierto? — Se acercó hasta quedar frente a mi, mientras sostenía una pequeña caja sobre sus manos, yo solo asentí mirándole de con una expresión de confusión. — Ya lo sabía... solo que, no sabía que decir. Verás, se que tienes muy poco tiempo de haber llegado, pero me gustaste en cuanto te vi, ¿podrías aceptar esto? Quizá podríamos salir algún día... — Dijo sonriéndome mientras me extendía la caja.

— Vete de aquí, lo siento. — Le dije sin más, estaba incómodo, no sabía que decirle, pues yo ni siquiera sabía quien era ella.

— Pero... por favor, acéptalo. Solo tómalo. — Decía insistiendo con una mirada triste.

— No lo quiero, solo lárgate. — Volví a decirle, alejándola un poco de mi, sin embargo ella seguía insistiendo, hasta que finalmente me harté y le tiré la caja de un manotazo, no la miré, pero vi como salió corriendo.

Al recoger la caja, vi que eran donas. Así que las tomé y tire la caja, podré rechazar a alguien, pero la comida jamás se desperdicia, las guardé en un tupper que tenía en la mochila, y me preparé para la clase, la cual transcurrió bastante lenta.
Finalmente llegó la hora del receso, y yo me fui directo a la azotea, no me sentía cómodo rodeado de gente, además de que aún podía escuchar comentarios sobre mi que no me interesa escuchar, así que comencé a pasar el receso aquí arriba. Saqué las donas y comencé a comerlas, me sentía mal por el trato que le había dado a la chica, pero no quería aceptar la caja porque hacer eso sería como corresponderle, y yo no siento nada por ella.

El receso terminó y regresé al salón, para tomar mi siguiente clase, y así sucesivamente hasta la hora de salida.
Me dirigía a casa, mi cabeza estaba llena de pensamientos extraños, era tedioso sentirme de esta manera, pero no podía hacer mucho. Mi planes de hoy no tenían nada de productivo, conseguir un trabajo era algo que realmente estaba considerando, no tener nada que hacer, aparte de ir a la escuela estaba comenzando a fastidiarme, además, necesito el dinero para comprar un Saxofón, la música clásica me a estado interesando mucho últimamente.


사랑


Me adapté bastante rápido a la escuela, a pesar de no tener ningún amigo aún, no me siento mal por eso, realmente no es algo en lo que esté interesado ahora.
Hace tiempo llegué a la conclusión de que mientras más personas entren en mi vida, más personas pueden lastimarme; así que prefiero quedarme así como estoy, solo.

Mientras más tiempo pasa, más falta me haces; ¿Tu también me extrañas...? No puedes estar aquí para decírmelo, pero se que si. Me pregunto si serás tu, aquella estrella que veo todas las noches, la más brillante y bonita de todas.
Me gustaría pensar de que existe la posibilidad de que me puedes escuchar, te cuento mis días, por más aburridos que sean; he conservado todas las cosas que dejaste en mi antigua habitación con el paso del tiempo, la foto que tomamos aquel día, la primera vez que nos embriagamos, traté de ponerlas en un lugar parecido. Nuestros recuerdos felices se vuelven tristes porque ya no estás aquí.

Entiendo si no me perdonas por lo que te hice, se que fue mi culpa, no debí obligarte a ir, te dije que sería divertido, y que te arrepentirías si no ibas; pero ahora soy yo quien se arrepiente de haberte hecho ir. Eras tú quien debía vivir, no yo.


Era fin de semana, y yo simplemente estaba en mi cama, mirando el techo. No tenía suficiente motivación para levantarme y hacer algo productivo, se que puedo hacerlo mejor, puedo hacerlo bien; pero no se cómo.
No sé como empezar, no tengo metas, no tengo pasatiempos, no hay nada que me interese aprender; pero, supongo que debería empezar buscando las respuestas. Mi madre siempre a dicho que la vida es lo que pasa mientras estamos ocupados haciendo otros planes, pero si no tengo planes de vida... ¿Qué caso tiene seguir viviendo? De alguna u otra forma tendré mantenerme ocupado para no caer en lo mismo, y sobre todo, para no fallarle a Jimin.

Sentía la brisa chocar contra mi cara, finalmente había decidido levantarme de la cama y buscar un trabajo, así que caminaba por la calle buscando algún local donde podrían necesitarme; hasta que me topé con una cafetería, nunca fui fan del café, pero es mejor a nada.
Pregunté si necesitaban a alguien, y para mi suerte, justo estaban buscando a alguien; había sido más fácil de lo que esperaba, empezaría el Lunes, no todo era tan malo.

El resto del día transcurrió como lo habitual, y ya era domingo en la noche; mañana por fin sería Lunes, tendría mi primer día de trabajo, aunque claro primero tendría que ir a la escuela.
Pensaba en cómo sería, estaba algo nervioso, nunca antes había trabajado y tenía miedo de arruinar las cosas como normalmente lo hago; sin embargo algo me decía que todo estaría bien, por primera vez en dos años tengo un buen presentimiento.

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Hola, ésta fue la parte dos, como pudieron notarlo, habló un poco de la vida diaria de Taehyung y de como se adaptó a su nueva escuela. Espero que les haya gustado mucho, gracias. <3

Ferry Sewol. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora