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pov escritora

Hizashi se despertó sintiendo un peso raro en el pecho, casi como si le costara un poco respirar

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Hizashi se despertó sintiendo un peso raro en el pecho, casi como si le costara un poco respirar.

abrió los ojos sin idea de aje de encontrarla cuando mirara, pero terminó encontrándose la imagen más adorable de todas, Shota y el acostados en el nido que habla hecho previamente el omega, el cual tenía puesta solo una camisa Blanca suya y estaba recostado sobre su pecho, ronroneando suavecito, fascinado por poder sentise rodeado del aroma de su alfa.

Hizashi enternecido no se movió, decidió acariciar con las yemas de sus dedos la marca recientemente renovada.

la glándula omega de su esposo ya estaba morada y algo roja de todas las veces que había mordido a este el día pasado.

aún quedaban 2 días de su celo y sabía que se sentiría culpable si seguía mordiendolo, no porque no le gustará, el amaba marcar a Shota pero sentía que estaría abusando de la vulnerabilidad de su omega.

tampoco quería lastimarle.

sintió como el pelinegro se removia encima de él y se quejaba un poco.

abrió sus oscuros ojos y en cuanto se conectaron con los verdes de el mayor solo pudo pensar.
"Lo que el me pida se lo daré"

-Hola gatito-
-Hola~

el más bajito se acercó al rostro de su esposo y le lamió la quijada de forma suave y amorosa.

El alfa le abrazl e la cintura, atrapandolo de la cintura pegandolo a el sin intensiones de jamás dejarle ir.

-Ayer te fuise-
-Me fui a hacer el súper, proque recuerda que tu y yo tenemos que alimentarnos-

el omega gruñó un poco.

-Porque me gruñes?-

le apretó la carne de la cintura con cariño.

-Porque no quiero que te vayas-
-Con todo el sexo que tenemos yo no quiero desmayarme ni que tu lo hagas-

el omega torció los ojos y siguió dando lamiditas y besos en su quijada.

-Tienes hambre mi amor?-

este solo asintio aún concentrado en su tarea de mimar a su esposo.

En cuanto el rubio se movió con intensiones de pararse para ir por comida a la cocina sintió como el pelinegro le tomaba receloso de la musculosa gris que ocupó para dormir, ya que fue la única prenda que el omega le dejó sacar del nido.

-N-No te vayas...-

sintió como novia sus caderas de forma suave sobre su regazo y le miraba de forma triste.

hizashi sabía que el celo al ser tan instintivo podía hacer que regresaran muchos momentos y recuerdos de celos pasados.

tomo las caderas del omega en sus manos y lo frenó, la expresión del omega seguía siendo triste.

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