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—Siempre es difícil afrontar el dolor. Cuando pierdes a alguien, el recuerdo se repite en tu mente una y otra ves como auto tortura silenciosa. Papá no siempre estaba en casa, la mayoría del tiempo trabajaba, pero el nos amaba, nosotros lo amábamos. Como sea, continuemos con la historia:

*****

Me levanté sin ningún tipo de ánimo, siempre me pregunté, ¿cómo hacen en las películas?, digo, cuando un familiar moría, al día siguiente ellos se preparaban para el funeral, y todo eso. En cambio yo, yo no podía hacer nada. Cuando me metí a bañar noté que ya no salían lágrimas de mi ojos, estos estaban hinchados pero ya no habían lágrimas.
Cuando salí, fui a mi habitación mirando cada detalle y en mi mente solo repetía "yo era feliz aquí".

Me cambié vistiendo todo de negro, llevaba un traje con corbata, en honor al gusto de mi padre por ese tipo de vestimenta.

Bajé y me encontré a al rededor de 50 personas en mi casa, no conocía a ninguna pero todos me decían lo mismo "tu padre era un buen hombre" "lo lamento mucho" "no merecía morir" yo en respuesta solo asentía, no tenía ánimo para hacer otra cosa.

Como hermano mayor, me la pasé todo el tiempo junto a Lucas, el aún era un niño, dejarlo solo lidiar con su dolor podía traer problemas.

Mamá estaba acompañada de los vecinos y poco familiares. Tiempo después, Jack decidió que lo mejor era distraernos así que él, su hermana, Lucas y yo, salimos a una especie de bosque cerca de donde vivíamos.

Caminaba con mis manos dentro de los bolsillos del pantalón, la chica comprensiva que a noche se quedó conmigo, caminaba junto a mi, en silencio, creo que esa era su forma de demostrar su apoyo.

*****

Luego del funeral, llegó un policía a decirnos  que papá había muerto en un accidente automovilístico, un conductor ebrio no respetó la luz roja y chocaron.

*****

Habían pasado dos semanas desde el funeral, poco a poco nos recuperabamos, cada día dolía menos pensar en el.

Ayer habíamos vuelto a la escuela. Todos nos miraban raro, pero me relajó saber que Lucas era apoyado por sus amigos. Yo, en cambio, siempre odié un poco a mis compañeros y básicamente al mundo, por lo que no tenía muchos amigos. Por suerte, jamás estuve solo, Jack y su hermana estaban conmigo la mayor parte del tiempo.

—¡Hey! Hola. No te vi hoy en la mañana, ¿saliste más tarde de casa?

—Si, me quedé dormido, como de costumbre.

Ella y yo caminamos por el pasillo mientras hablábamos de cosas sin importancia, trabajos, tareas, comida, etc.

—....Y siguen molestando a Jack por eso— finalizó. Ella me contó que chicos del salón de Jack lo molestaban por ser gay.

—Son unos idiotas. Si necesitas mi ayuda para algo, lo que sea, me avisas.

—¿Y que harás James Bond? ¿Golpearlos?— bromeó, pero sus risas cesaron, al fondo del pasillo Jack, estaba siendo acorralado— Carajo— susurró y corrió a donde su hermano, yo la seguí observando todo.

—¡Aww! Ya llegó tu hermanita a defenderte— dijo uno de los sujetos que sostenían a Jack.

—Cállate imbécil. Jack, vámonos— Jack avanzó con su hermana, pero uno de los chicos los empujó y ambos cayeron al suelo.

—Nadie se va sin que yo lo autorice.

Ella se levantó del suelo molesta, dejó sus cosas en una esquina y le hizo frente a los idotas, siempre admiré su valentía, y ahí estaba, plantada sin bajar la cabeza, con una mirada amenazante en su rostro.

LUZ ROJA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora