JongWoon se paseaba de un lado a otro a lo largo de su habitación, estaba ansioso, hoy era el día en el que al fin conocerá a otro cambiaformas de su misma especie y lo que es aún mejor, es un Omega.
- Cálmate, solo tienes que ser tu mismo, no debes alterarte en cuanto lo veas - hablaba consigo mismo intentando relajar ese nerviosismo que poco a poco iba creciendo en su interior.
- ¿Por qué tarda tanto? - preguntó al aire ya que se encontraba solo en su habitación como se lo había ordenado KyuHyun, pero ya habían pasado algunas horas desde que le había dicho que él le avisaría cuando podría salir.
Pasaron algunos minutos más cuando escuchó que la puerta se abría haciendo que detuviera su andar y se acercara a esta.
- ¡Por fin! - se quejó el mayor - ¡Llevo horas esperando a que te dignes en aparecer! - le reprochó cruzándose de brazos.
- Perdón, pero tuvimos algunos problemas al llevarlo a una habitación, no dejaba de gruñir ni de intentar atacarnos cuando queríamos acercarnos, así que tuvimos que sedarlo - explicó el menor con una mueca de fastidio.
JongWoon se sorprendió un poco por lo que había escuchado, pero entendió que tal vez el omega había vivido de forma salvaje toda su vida y era normal que actuara así.
- ¿Ya puedo ir a verlo? - preguntó algo impaciente.
- Si, sígueme - KyuHyun salió de la habitación con JongWoon siguiéndolo por detrás. Caminaron por el largo pasillo hasta llegar al fondo de este, deteniéndose frente a la puerta de la última habitación.
- Antes de entrar, te recomiendo que pongas un poco de distancia y trata de no hacer movimientos bruscos - comentó mientras ponía el código de acceso - Y también trata de explicarle el por qué está aquí cuando despierte.
- De acuerdo - respiró profundo cuando escuchó que se había quitado el seguro de la puerta y, sin perder más tiempo, entró a la habitación.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No sabía cuanto tiempo llevaba durmiendo, lo único que sabía con certeza es que ya no se encontraba en el mismo lugar donde lo habían mantenido encerrado por unos días, en donde le hicieron chequeos de todo tipo. Se removió mientras poco a poco despertaba, le dolía un poco la cabeza y el cuerpo por todas esas horas que llevaba durmiendo. Al abrir los ojos, vio una persona parada enfrente de la puerta, asustado se levantó notando que estaba en su forma humana, con un movimiento rápido cambio a su otra forma yendo hacía la primer esquina que vio, alejándose de aquel extraño.
- Tranquilo, no voy a hacerte daño - dijo aquel hombre, que por su apariencia, diría que es un Alfa.
En cuanto notó que ese Alfa se aceraba a él, gruñó mostrando los colmillos, advirtiendo que no se acercara por su propio bien. Al ver que el Alfa se quedó quieto en su lugar, dejó de gruñir.
- Esta bien, no me acercare - habló mientras lo veía retroceder unos pasos para después sentarse mirándolo de frente.
Pasaron unos cuantos minutos en silencio en donde solo se miraban, uno admirando la belleza que tenia enfrente y el otro esperando algún movimiento de su parte. Fue así, hasta que el Alfa volvió a hablar.
