Nervous Young Inhumans

Cap 2

Había pasado ya una hora desde que nos tomamos la pastilla y el mundo tenía un color más intenso.
Las luces de la discoteca estaban más brillantes que nunca. La música sonaba súper fuerte y me retumbaba en el pecho.

Nos encontrábamos en una esquina de la pista de baile haciendo coreografías estúpidas que no pegaban nada con la música que estaba sonando.  

Me fijé en Annie. Tenía los ojos cerrados y bailaba como si nadie la estuviera mirando. La verdad es que no comprendía del todo como la típica chica guay e interesante había acabado en nuestro grupo de amigos.

Luego miré a Seth, que daba brincos sin control. Siempre era el alma de la fiesta, su energía nos alegraba a todos.

-Deberías pedirle a Seth que te enseñe a bailar. -Me dijo Annie acercándose y mirando a Seth conmigo. -Te mueves como un bicho palo.

Yo la miré con carita de pena y ella sonriente me agarró el brazo para que la acompañase a fumar. 

Fuera noté bruscamente el cambio de temperatura. Me di cuenta de que dentro hacía mucho calor y respirar aire frio me dio muchísimo gusto.  Cogí una gran bocanada de aire y Annie hizo lo mismo.

-Ay, ¡qué gusto! -dijo Annie apoyándose contra la pared. Sacó su paquete de tabaco de liar y se le cayeron unos filtros al suelo. -Voy cieguísima, Will, ¿te importa si me lo lías tú? 

Yo comencé a hacerle un cigarro con mucha concentración y Annie me preguntó como me encontraba.

-Estoy genial, salir a aquí fuera me ha sentado increíble, creo que nunca había apreciado tanto el aire fresco. 

-Entonces, ¿notas la pastilla? -preguntó Annie poniéndome ojitos.

-La noto, la noto. Estoy gustosísimo.

-¿Gustosísimo? -Annie rio. -Sí que se siente gustoso, nunca nadie lo había  descrito mejor.

-¿Puedo hacerme yo también uno? -pregunté tendiéndole el cigarro ya liado. 

-No hace falta, como tardabas mucho te he liado yo uno para ti. ¿Mechero?

Nos intercambiamos los cigarros. Estaban bastante decentes, teniendo en cuenta que enfocar de cerca era todo un reto.

Usamos la misma llama del mechero.

-Vaya pupilas llevas. -me dijo mirándome fijamente a los ojos. Yo abrí mucho los ojos intentando dar miedo. Ella sonrió un segundo y me miró otra vez acercándose para agarrarme por la nuca y besarme en la boca. 

Me pilló desprevenido. El beso fue muy sutil y a penas me dio tiempo a reaccionar, pero pude sentir sus labios calientes y su respiración sabor a tabaco. 

Ella separó su cara y me abrazó metiéndose por debajo de mis brazos. Fumamos en esa posición hasta acabar. 

-¿Tienes frío? -dijo Annie dándole la última calada. Yo asentí y buscamos la puerta para volver a entrar.

Volví a sentir el cambio de ambiente como algo súper agradable. El calorcito y las luces me dieron un subidón que me hizo sonreír muchísimo. Era la segunda vez que me comía una pastilla, la primera vez había sido un día que Jeremy tenía la casa libre y la experiencia había sido muy diferente, evidentemente. La discoteca se sentía como el sitio adecuado. 

Annie y yo avanzábamos entre la multitud intentando encontrar a nuestros amigos, pero de un momento a otro la perdí de vista y me encontré solo en medio de todo.  Cerré los ojos y el mundo me dio vueltas. Por un segundo perdí la noción del tiempo y espacio. Recordé el beso de Annie. Al instante, recordé la noche del último día de exámenes: