•"Hyung,usted es muy lindo"• »|[2Jae]|«

•Capítulo 7•

-YooAh se encargará de repartir los exámenes.-enunciaba el profesor de lenguas extranjeras- Si no aprobaron éste examen, les recuerdo habrá una forma de recuperarlo la próxima semana, será su único medio, después de todos son alumnos universitarios y deben demostrar su nivel, nos vemos en la próxima clase.

-Estoy frito, no sé de que nivel está hablando.-murmuro JinYoung tumbandose en su silla, sin querer hechar aunque sea un vistazo a su hoja de prueba.

-Si estás seguro de que reprobaste, entonces sólo estudia para el próximo.

-Las palabras salen tan fluidamente de tu boca que a veces no puedo creerte.

-No exageres, tal vez aprobaste, vamos mirá.-YoungJae le animó- Gracias.

Su compañera le entregó su evaluación y al verla el castaño no podía decir decir que no tenía una buena nota, no era perfecta pero 91/100 valía todo el estudio.

JinYoung ojeo la hoja y un 73/100 hizo que aliviara su tensión.

-Al menos aprobaste.-YoungJae comenzó a guardar su útiles seguido de JinYoung.

Ya era hora de salir y muchos alumnos se estaban dispersando, algunos a los dormitorios de la universidad y muchos otros a sus respectivos hogares fuera de está, como YoungJae.

-Tal vez hubieras tenido más puntos de no haberte quedado hablando con Mark hasta las dos de la madrugada.

El omega pelinegro se colocó la mochila y comenzaron a caminar juntos, al comprender lo antes dicho le golpeó el brazo al castaño.

-¡Auch!

-Tu dices eso, pero es porque no tienes a nadie con quien mensajear entre madrugada.

-Callate, eso cambiará cuando encuentre a la persona que busco.-YoungJae contraatacó.

-¿No eran dos? Jae no te metas en trios, dicen que son como pozos sin final.-JinYoung silbó.

-No lo haré, es sólo mi lobo encaprichado.

-No es cierto, llevas buscando a tu pareja desde literalmente siempre, no digas que es es sólo tu lobo, tal vez mi cuñadito si sea tu otro yo.-guiñó un ojo.

-Lo que digas, no quiero pensar demasiado en ello.-respondió visualizando la salida, donde estaba su bici.

Mentía, claro que pensaría en ello, ni su omega ni su cerebro se ponían de acuerdo y terminaba pensando en ello toda la noche, así desde hace una semana.

Cuando llegó a su casa un aroma a limón le invadió, no era el aroma que deseaba pero era lo más parecido, KyungSoo le había regalado aromatizantes con aquel olor diciendo que HanSol soltó el chisme.

YoungJae no se quejaba, le agradecía a su hyung por metiche y al pálido omega por el regalo, después de todo el aroma quedaba tan bien cuando se fusionaba con el de los jazmines que ya estaban secándose en el florero.

A Coco parecía agradarle el olor y eso terminaba en el omega acurrucado con la pequeña perrita en el sofá de la sala mientras aspiraba y llenaba sus fosas nasales.

Aunque eso era como el cielo y respiro, nada parecía ir bien para YoungJae.

Aunque le iba bien en todas las materias de la universidad, cuando entraba al establecimiento sentía cierta tensión en el aire que le daba escalofríos y todo provocado por nadie más y nadie menos que Kim JaeHan, quien no le había cruzado palabra alguna desde el día de la boda pero que tiraba dagas con la mirada al cruzarlo por los pasillos.

Por la tarde, como KyungSoo había regresado de su celo, YoungJae creyó que el trabajo disminuiría, sin embargo sólo aumentó y aumentó, teniendo que repartirse entre ayudar al omega embarazado en la cocina y a los meseros con las órdenes, terminando en agotamiento total.

Si le incluían viajar en bicicleta de un lado a otro, no dudarán de los recientes músculos que el castaño puede notar en sus piernas.

Y la cereza del pastel era sin dudas el llamado que no esperaba volver a recibir jamás, después de todo era el comienzo de la charla de los vecinos sobre él.

Aún así contestó.

-¿Hola?...¿Tía?.-se ponía nervioso al hablarle a aquella mujer.

-Recuerda que éste fin de mes es tu cita a ciegas.

No le asombró que ni siquiera haya saludado, la mujer sólo quería dejar en claro el punto por el que llamaba.

Aunque le tomó por sorpresa.

-¿Esté mes?¿no falta un tiempo más?.-YoungJae quería aplazarla lo más posible.

-Querido...has arruinado más de quince citas que arreglé para ti, aunque no me sorprende que no quieras ir, siempre es lo mismo contigo.- sin dejar responder al omega continuó con su voz pulcramente falsa- Debí dejar que te pudrieras cómo el huérfano que eres.

A YoungJae ya no le dolían esas palabras, o al menos eso quería creer, sólo quería que lo deje en paz.

-Tía, sólo digame dónde y cuando, yo iré pero sólo para presentarme, usted sabe que no me interesa ningún alfa que me presente.-ninguno resultaba ser su destino.

-Mocoso insolente, cumpliras veinticinco, es hora de que te enlaces y traigas fortuna a la família, irás con la misión de unirte a ese alfa, o a cualquiera que te cruces por ahí dispuesto a marcar a alguien como tú.

Después de todo los rumores viajan por todos lados, pensó YoungJae.

-Aún si no lo hago usted se encargará de expandir otros rumores sobre mí, si las cosas no suceden como desea lo hará como ya lo hizo antes, ¿no es así, tía?.-su voz sonaba neutra, ni un rastro del joven que solía hablar y reir fuertemente con sus amigos.

-Me parece genial que sepas cuál es mi lugar en está situación, debes pagar lo que hice por ti cuando niño.

YoungJae ya no quería oir su voz, así que pidiendo la hora, día y lugar, cortó la llamada. Todo se le fue enviado por mensaje minutos más tarde.

Sólo faltaban meses para su cumpleaños y aunque aún no llegaba al límite, algunas personas ya lo tenían en la mira como quién aún no era marcado, JinYoung también estaba ahí pues era mayor por casi un año, aunque YoungJae creía que su amigo no tardaría mucho en enlazarse ahora que estaba enamorado, cosa que no quería admitir.

Antes de salir de su departamento respiró con fuerza el aroma de los limónes y jazmines, le traería calma, debía encontrar a esa persona si no quería enlazarse con un perfecto desconocido.

Al menos sería un desconocido que la luna le había otorgado.

🍁Gihao🍁