La puerta de la habitación fue abierta, indicando que alguien estaba entrando.
Un chico pelinegro entro rápidamente, sentándose en su silla de cuero negra y cayendo fuertemente sobre ella.
¿Qué estaba pensando?
--Es bueno verte.
Aquella voz hizo que regresara de sus pensamientos, miro hacia el gran ventanal que tenía la habitación, y daba hacia el gran jardín. Un chico pelinegro y de piel blanca estaba recargado en el gran cristal, mientras fumaba un cigarrillo.
--Yoongi hyung, ¿Cuándo volviste? .-- El joven pelinegro pregunto con curiosidad.
--Esta mañana. Perdón por no pasar antes, tenía asuntos que atender.
--No te preocupes. Igual estaba un poco ocupado para pasar tiempo contigo .-- Dijo mientras suspiraba y pasaba una mano por su frente y deslizándola por su rostro.
Un silencio muy habitual reino la habitación, no era incomodo, mas bien era acogedor. Cada uno ocupaba un pensamiento diferente y eso hacia que su compañía fuera grata el uno para el otro. La risa gruesa del pálido hizo que el silencio se rompiera de nuevo.
--Vaya que si has crecido Jungkook, ya no me necesitas. Cada vez que llegaba de visita y te enterabas, venias con lagrimas en los ojos a abrazarme .-- El pálido se acerco hacia el gran escritorio de madera negra, y apago su cigarro en el cenicero.
--Hyung... ya no soy un niño. Igual, no importa que edad tenga, mientras tu vuelvas, siempre te recibiré con un abrazo .-- El pelinegro esbozo una sonrisa de conejo tan autentica de el, haciendo sonreír cálidamente al chico pálido.
Se notaba que estaba en casa.
--Tu cariño me da asco a veces .-- Jungkook formo una cara de disgusto ante las palabras de su hyung, y este soltó unas carcajadas. --Como sea, me dijeron que el señor Jeon armo un escandalo hace unos minutos, eso no es muy propio de ti. Eres mas bien de esas personas que quieren pasar desapercibido siempre, aunque sea muy irónico siendo el líder de esta manada.
--Yo... ni yo mismo lo sé.
Yoongi paso por detrás del pelinegro, deteniéndose en el gran estante lleno de libros, paseando su dedo y deteniéndolo en algo que llamara su atención.
--Pensar mucho es malo a veces.
--Lo sé, pero es extraño. Fue... una sensación única, como si nadie más la experimentara.-- Su vista que se mantenía en algún punto fijo frente a él, viajo a sus manos, sus dedos se sentían extraños, como si algo más lo controlara.
--No le des muchas vueltas, solo llama a un doctor o algo. Yo que venía a darte buenas noticias .-- El dedo del pálido se detuvo en un libro bastante grueso color azul, sacándolo lentamente .-- Parejas destinadas .-- leyó el nombre que posaba hermosamente en el libro .-- Que patético.
Parejas destinadas .
Aquello retumbo en su mente, como si un rayo de luz eliminara la completa oscuridad. Pero tan pronto en como aquello voló por su mente, desapareció. Una risa salió de la boca de Jungkook, y el pálido lo miro con una sonrisa de medio lado.
--Vamos a la biblioteca, tengo algo que mostrarte.
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Taehyung seguía a una peliroja frente a él, era mucho más bajita a su lado, pero sus tacones elegantes le ayudaban a lucir más alta. Había un silencio que le resultaba algo incomodo al castaño, pero no podía hacer nada, aunque se sintió en peligro constante, estar con esa mujer le brindaba cierta paz.
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Último Omega ♦KookTae♦
FanfictionEn un mundo normal, dónde los libros y historias quedaban en el olvido gracias a la tecnología y madurez. Dónde lo ficticio no podía ser real, y la realidad era aburrida. Su vida como cualquier otra, hasta que un día... -Eres el último Omga. ¿Qué d...