Último Omega ♦KookTae♦

Primera mirada

Aquel campamento que conocía estaba allí, y junto con el, ese olor a canela.

Su ansiedad incrementó aun mas cuando los recuerdos de su última visita pasaron como rayo por su mente, y el hecho de tomar un camino no antes visto no lo ayudaba.

--Toma, llama a Sehun y dile que abran las puertas en 5 minutos y que pongan de nuevo la barrera A .-- Taehyung vio como el conductor lanzo un teléfono celular a su compañero, y como este buscaba en los contactos un número.

El castaño no sabia que pasaba, ni mucho menos donde estaba, estuvo pasado el campamento ya hace un buen rato, y solo veía un pequeño camino al frente que pareciera no existir. La cantidad de arboles que nunca había visto lo asombraba, ¿por qué nadie sabia sobre ese camino ?. Tenia mucho miedo de los hombres con los que estaba, y el hecho de que portaran armas y que no tenia su celular, no lo ayudaban nada.

--Sehun, abre la puerta en 3 minutos, casi llegamos, y cierren ahora la barrera A y después la B. Ulsan nos seguía .-- La expresión de Taehyung fue incompresible. ¿Ulsan? .-- Si, no te preocupes, el joven Kim esta bien físicamente, pero creo que esta muy asustado ... Creo que tendrán que poner a Seokjin como su tutor, el chico esta algo ... impactado .-- El silencio se creo, dando entender que el hombre recibía el mensaje de la otra persona en la llamada .-- Lo entiendo, pero eso ya no es nuestra culpa. Esos imbéciles me hicieron gastar una bala, que no valía la pena ser disparada, y menos en una autopista, dios ... si no tuviéramos a nuestro superior con nosotros, deberíamos tantos problemas legales.

Taehyung no entendía nada de lo que esas personas hablaban, pero sintió algo que le quitaba la intención de saber. De pronto una muralla de árboles enormes estaba frente a ellos, extrañamente estaban afilados sin dejar ni un solo espacio de separación, árboles totalmente frondosos que parecían esconder una aguja en un pajar.

Y como si todo fuera una película, algunos troncos de los arboles se movieron, dejando una entrada hacia el otro lado de la muralla, la sombra de todos los árboles y los rayos de sol que lograban colarse entre las hojas, formaban un espectáculo visual, que hizo que los ojos de Taehyung se iluminaran y olvidara tan solo unos segundos en la posición que estaba.

La puerta de serró tras la camioneta, y mientras más avanzaba, mas se daba cuenta de que estaba en un hermoso lugar. Veía cientos de arboles que tapaban la vista del cielo, y como hermosas aves pasaban de un lugar a otro. El castaño todavía no ponía atención al bonito camino de piedras y farolas apagadas que fue cambiado por el pequeño y estrecho camino de césped marcado por los neumáticos. En ciertas partes, abundaban las flores, y se vía como un arcoíris en el suelo.

En un momento el cielo azul volvió a iluminar sus ojos, y un hermoso río paso debajo de ellos. Un puente de madera totalmente de un cuento de princesas estaba ahí. Con barandales hermosos y farolas que se mantenían apagadas para encenderse cuando la luna remplazara el sol. Y como si una ola se tratase, las hojas de los arboles vuelven a tapar el cielo azul, como si el agua de mar tapara la arena de las playas. De nuevo ese camino de piedras, ya lo alto de una colina cubierta por enormes árboles, se encontró a lo que lejos lo que parecía una casa blanca, linda y elegante; pero mientras mas se acercaban, esa casa se hacia mas grande y no se podía catalogar como eso ya. Los detalles de esta estructura eran únicos, algo no antes visto por los ojos del castaño. Parecía viejo y moderno a la vez,

Tahyung realmente perdió cualquier sentido del oído, sus ojos estaban totalmente concertados y extasiados por lo que veía, ni siquiera la gran ciudad de Seúl, o esta la famosa calle de Itaewon, o cualquier lugar del mundo, podría ser mejor de lo que estaba presenciando el castaño en ese momento. Cualquier sentimiento de miedo y ansiedad fue remplazado cuando veía a lo lejos pequeñas manadas de ciervos, quería que el vehículo se detuviera para presenciar los animales y naturaleza más de cerca, tocada por sus manos, y respirando un aire fresco que no tenia contaminación o olores de restaurantes de comida rápida.