Señora Kim

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Una hermosa mujer castaña estaba sentada en su despacho ojeando hojas tras hojas, en aquel gigantesco escritorio de madera, y sentada en esa silla giratoria forrada con cuero negro. Era tan agotador ser abogada, y de paso, madre soltera.

Kim Taeyeon, mujer de 45 años, la mejor abogada de Daegu, madre soltera de dos hijos, Kim Taehyung y Kim Minju.

Se enamoro a sus 18 años del padre de sus hijos. El hombre le dio todo lo que soñó, un amor bonito, amable lleno de amor y respeto, le dio una familia feliz y un buen lugar donde vivir. Pero todo aquello se vino abajo el día que el hombre le fue infiel con una chica mucho menor que ella.

Su única opción fue ir con su padre a pedirle ayuda, que él hombre no le negó, ayudándola a ejercer una carrera como abogada a su edad. Y ahora pudiendo decir orgullosamente que tenía la manera de ser feliz con sus hijos.

La castaña mujer sintió un punzante dolor en su cabeza, llevando una de sus manos al puente de su nariz para masajearla. Vio la hoja de su último trabajo y sonrió. Le encantaba hacer justicia. En aquel último papel, volvió a ver la foto de una chica que había sido acosada sexualmente. Denunciando y contratando a la señora Kim como su abogada. Ganando el juicio, y dándole lamentablemente 6 años de cárcel al hombre acosador.

Oyó su celular vibrar contra el escritorio de madera, tomó sus lentes se los colocó y vio la llamada entrante.

Número desconocido.

Dudo un poco en contestar, pero podría ser algún cliente nuevo que se enterara de sus servicios. Así que arrastró a al derecha el icono de llamada, y puso su celular en su oreja, corriendo su pelo para escuchar mejor.

--¿Señora Kim?.-- Una voz masculina habló.

--A sus órdenes. -- Contesto firme la mujer.

--Habla OH Sehun.

La señora Kim se levantó de su asiento nerviosa, cerrando sus ojos con fuerza, creándose un nudo en su garganta que le impedía hablar ante aquella potente voz. Mientras que la silla de cuero se hacia para atrás chocando con el gran librero tras de ella, por el impulso que tomo.

--¿Q-Que o-ocurre?.-- Dijo un la voz sobre un hilo. Toda la seguridad de antes e fue a la basura.

--Exactamente, Kim Taehyung es lo que estábamos buscando por tantos años.

Una lagrima bajo rápidamente por la mejilla de la mujer. Apartándola rápidamente y con dolor en su corazón. Volvió a sentarse en su silla, sacando una llave oculta en un cajón, para abrir otro, y de este extraer unos papeles.

--Será transferido de instituto, diré ... diré que va a un intercambio a Seúl.

Dijo para recibir una respuesta afirmativa y oír el típico sonido de cuando una llamada es cortada. Bajo el celular de su oído lentamente, siguiendo atónita por la noticia. Tae... su Tae era...

Su vista fue haciéndose cada vez mas borrosa por las lagrimas en sus ojos, y los recuerdos llegaron a su mente

--¡Abuela!.

Grito una pequeña niña castaña, corriendo hacia una señora de risos negros, siendo levantada por los de la mujer brazos que eran cubiertos por una manta color lila.

--¿Vienes a leer conmigo pequeña?. -- Pregunto la mujer tomando un mechón castaño de la pequeña, para llevarlo tras de su oreja.

--¡Si!. Al final quiero saber que sucedió con los Omegas.

--Esta bien. -- Dijo entre pequeñas risitas. -- Pero este será nuestro secreto, ni tu papá debe enterarse que te cuento esto ¿De acuerdo?

--Prometo no decirle a nadie. -- Dijo la pequeña extendiendo su meñique en una promesa, el cual su abuela no dudo en enganchar para cerrar esa promesa.

La mujer bajó a la pequeña de sus brazos, y la tomó de una de sus manitas, para caminar juntas hacia la orilla de un lago. Sentándose en el frío suelo cubierto de pequeñas rocas redondas.

--Los Betas... Abundaron más, ellos eran los únicos de todas las razas que no tenían olor ni podían detectarlo. Además de que no podían transformar sus cuerpos a los de su alma lobuna. Ellos no tienen una pareja destinada. Y por la avaricia y envidia de los Betas, Omegas, la raza más débil, iban siendo asesinados por Betas. Así, los Alfas no teniendo nadie con quien estar, siendo su única solución, emparejarse con un Beta, o convertirse en Deltas. Pocos Omegas quedaron con vida, y al no ser detectados por los Betas, se hicieron pasar como uno más. Y tras todo eso... Las mujeres Beta emparejadas con Alfas, empezaron a concebir Betas, abundando más en el mundo, olvidando las de mas razas, dejando atrás Omegas, para así, ir desapareciendo a los Alfas. Pero al no detectar olores y olvidar el pasado, dejaron las cosas así.

El silencio reino el lugar, no siendo un silencio incómodo, más bien uno triste y lejano.

--Entonces... ¿Ya no existen los Alfas y Omega?. -- Preguntó tristemente la niña, viendo a su abuela con sus ojitos llenos de lágrimas.

--Querida Taeyeon, tienes un corazón tan bueno y noble. Pero lamentablemente, no hay registros de Alfas y Omegas. Dicen que tal vez escaparon para no ser asesinados, yéndose a bosques deshabitado por el hombre. Pero sólo han sido mitos.

--Abuela... Y yo... ¿Que soy?

--Taeyeon, fuiste mi bendición en esta vida. Amo tu olor a durazno y miel.

Olor dulce...

🍑🍯


Sus latidos retumbaban violentamente contra su pecho. La emoción simplemente no cabía en su cuerpo.

Después de tanto tiempo... Después de la muerte de su madre... La última Omega mujer en su manada. Habían encontrado un Omega más, un chico.

En total, si el chico se quedaba con ellos, sería un Omega en aquella pequeña manada llena de Alfas, y uno que otro Beta cómplice de estas razas.

Después de tanto, tendrían un nuevo Omega en su hogar.

Se sentía feliz. Habían encontrado uno, de verdad. Y no quería tratar o imaginar esa bella raza como objetos. Pero simplemente los Omega se están extinguiendo. Quedando tan pocos al rededor del mundo. En manadas vecinas de Corea, se tuvieron que unir, para no perder a tan preciados lobos.

Unos golpes en la puerta lo sacaron de sus pensamientos, parpadeando varias veces con sus labios entre abiertos. Acomodando su camisa blanca del cuello, abotonando aquel ultimo botón que tanto odiaba y peino sus cabellos hacia atrás.

--Adelante.-- Dijo con una voz profunda.

La puerta se abrió dejando ver a un alto pelinegro que al entra cerro el gran pedazo de madera y se encamino hacia el gran escritorio frente a el.

--Hable con la vacia Kim, transferirá de escuela al Omega y lo traerá aquí.

-- Gracias Sehun, por favor vuelve a tu trabajo.-- Dio las gracias. El joven después de dar una reverencia ante su superior se fue.

El pelinegro juntos sus manos, dejándolas bajo su barbilla para poderlas descansarla, respiro profundamente y una sonrisa se pronuncio en sus labios, dejando ver sus dietes blancos.

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Dato interesante: Una ministra Sur Coreana, Chung Hyun-back, anunció en una rueda de prensa el día internacional de la mujer, aumentar la pena máxima de acoso sexual que era de 2 a 5 años, a la de 5 a 7 años. Que aunque no es mucho, se espera encerrar más tiempo a los culpables de este delito.  Ademas de que en Corea del Sur, no se ve una persona dando piropos o gritándoles cosas obscenas como lo vamos aquí en latinoamerica, porque esta penado con cárcel, pero varias personas dijeron que si notas las miradas en ti. Ojala que esta ley estuviera en mi país :(



Último Omega ♦KookTae♦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora